Libre expresión.../Carlos Monge
¿Despertar ciudadano?
“No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas”… Anónimo.
Tengo la impresión de que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en los comicios del pasado primero de julio, ha despertado el interés ciudadano en los asuntos públicos, lo cual, sin lugar a dudas, es una buena noticia.
La agenda política y gubernamental de los últimos días, ha sido extraordinariamente discutida en los diversos sectores sociales, lo cual se hace evidente con mayor énfasis, en las redes sociales.
Claro está que informarse, reflexionar y opinar sobre los asuntos públicos, son parte esencial en todo país que pretenda presumirse democrático. Así que bienvenida la polémica en torno a los asuntos públicos nacionales.
El reto ahora, es que seguidores y oponentes del gobierno que encabezará López Obrador, eviten las acusaciones y defensas sin argumentos, de nada sirve defender lo indefendible y peor aún, semejante condición afecta directamente a los ciudadanos y difícilmente a la clase política nacional, ya sea que esté en el poder o en la oposición. Así que seamos cuidadosos.
Y es que resultan extraordinariamente graves las reacciones y/o memes que circulan en las redes sociales, donde seguidores de Morena han manifestado su respaldo al Presidente electo, tras la multa que le impuso el Instituto Nacional Electoral por 197 millones de pesos. Respaldo donde han propuesto aportar recursos para pagar dicha sanción, siempre y cuando desaparezca Andrés Manuel al INE.
En otros casos, hay quienes justifican que si ya los robaron otros partidos políticos, pues no hay problema en que los robe ahora Morena. ¿Es en serio?
Opiniones tan simples y maniqueas como los ejemplos señalados, no abonan en absoluto a lo que debe ser un mejor futuro para todos. No se deben encontrar y respaldar justificaciones ante acciones que presuntamente se hicieron mal, como lo señala el INE en el caso del fideicomiso “Por los demás” que llevó a cabo Morena, cuando el propio López Obrador ha criticado el uso de los fideicomisos. En este caso, hay que esperar lo que resulte del Tribunal del Poder Judicial de la Federación, que ya recibió la impugnación.
La percepción, opinión y acción ciudadana, evidentemente han cobrado una singular fuerza y quedó demostrada en el voto del hartazgo, en la exigencia de una nueva forma de gobernar y hacer política. Pero no basta con eso. Es necesario que cada ciudadano desde su trinchera se mantenga alerta y aunque haya votado por Andrés Manuel y Morena, debe seguir en la misma ruta, supervisar con lupa las decisiones gubernamentales que vienen, no hacerlo podría resultar contraproducente.
Una sola persona no va a cambiar al país entero y menos, si cae en contradicciones y mantiene una forma de actuar muy semejante a la de los partidos y gobernantes que tanto criticó. Sólo como ejemplo, es una lástima que en este momento, López Obrador se comporte más como dueño de un partido, que como presidente electo de México.
Insisto, la unión debe darse entre los ciudadanos que no tenemos un beneficio directo de la partidocracia. Recuerde usted estimado lector que muchos de los que ahora caminan ufanos sintiendo que han renacido porque se cambiaron a tiempo la chaqueta que portaban para ponerse la de Morena, son los mismos que provocaron el hartazgo que le otorgó un triunfo abrumador al partido del tabasqueño.
Así que les invito a mantener el diálogo, la crítica con argumentos y respeto, pero también a evitar defender lo indefendible y tener en cuenta que cuando las cosas se hacen correcta y transparentemente desde principio y hasta el fin, seguramente no habrá sospechas. Por ello la sabiduría popular advierte que “no hagas cosas buenas que parezcan malas ni malas que parezcan buenas”.
Hagamos lo correcto cada cual desde su trinchera, es la única manera en la que nos puede ir bien a todos, es la manera en la que se puede exigir a la clase política nacional que respete las instituciones, que sean austeros, eviten la corrupción y dejen de pensar en sí mismos, para pensar en todos.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.