Libre expresión…/Carlos Alberto Monge Montaño
29 de julio de 2020.
Libre expresión…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
Salud vs politiquería.
“Es incorrecto e inmoral tratar de escapar de las consecuencias de los actos propios.” Mahatma Gandhi (1869 – 1948). Pacifista, político y líder del Movimiento de Independencia de la India.
El uso del cubrebocas para reducir la posibilidad de contagiarnos de COVID-19, parece una decisión extraordinariamente elemental, porque procura un bien mayor, el de la salud. Pero no, se ha convertido en un tema polémico y político, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha optado por significarlo en una decisión maniquea de estás conmigo o contra mí. Increíble pero cierto.
México acumula ya 44 mil 876 fallecimientos a causa del Coronavirus así como 402 mil 697 contagiados. El país se ubica en la cuarta posición mundial entre las naciones con más muertes a causa de esta pandemia, sólo por debajo de Estados Unidos que suma 149,407 muertos, Brasil con 88 mil 539 y Reino Unido con 45 mil 878.
Pese al discurso optimista y contradictorio que manejan las autoridades federales, ni el pico máximo se registró en mayo y mucho menos la curva de contagios y muertes se aplanó como insistentemente ha señalado López Obrador desde abril.
Ante semejante escenario, se antoja sensato que desde las autoridades federales se motivara el uso de la mascarilla, que se convirtieran en ejemplo para el resto de los ciudadanos. Indudablemente que, por su liderazgo entre millones de mexicanos, el Ejecutivo Federal pudo hacer la diferencia en muchos casos, un contagio, una muerte que se hubiera evitado, sería una enorme ganancia.
Pero no. En lugar de ello, el subsecretario Hugo López-Gatell, en aras de quedar bien con el jefe, ha dado cualquier cantidad de maromas para justificar el que López Obrador use el cubrebocas. Se atrevió a decir que su jefe no era una fuerza de contagio, sino una fuerza moral. Vaya irresponsabilidad y lambisconería, literalmente, hasta la ignominia.
La Organización Mundial de la Salud en sus “Recomendaciones sobre el uso de mascarillas en el contexto de la COVID-19” que dio a conocer el pasado 5 de junio, si bien advierte que usar el cubrebocas no inhibe por arte de magia el contagio y que su uso debe observar una serie de cuidados para mejores resultados, también señala que la recomendación es usarla en espacios públicos como el transporte, en condiciones laborales donde hay contacto con otras personas; y en especial, deben usarlo mayores de 60 años y/o con enfermedades como las cardiovasculares, diabetes, neumopatía crónica, cáncer, enfermedad cerebrovascular e inmunodepresión.
Así que sólo por el tema de la edad, el presidente de México tendría que usarlo y sus asesores médicos, entre ellos, el subsecretario de Salud Hugo López, tendría que recomendárselo.
Países como Japón, Hong Kong, China, Corea del Sur, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia, Austria, Canadá, Perú y Chile, entre otros, han optado por recomendar su uso, establecerlo como obligatorio y hasta regalárselos a todos sus habitantes; en la mayoría de los casos con resultados favorables.
En México se optó por la polémica, por la politiquería y hasta la irresponsabilidad. Funcionarios de todos los niveles, gobernadores y alcaldes que incluso se habían destacado por ser ejemplares en la aplicación de las medidas para evitar el contagio de COVID-19, optaron por quitarse el cubrebocas en un encuentro con el Ejecutivo federal; especialmente lo han hecho quienes tienen alguna aspiración electoral, así que han optado por la incongruencia con tal de quedar bien con López Obrador, que por hacer lo correcto. Terrible por donde se quiera analizar.
Lo que parecen olvidar es que toda acción tiene una consecuencia, son facturas que se pagarán en el momento preciso. Las contradicciones, la deficiente estrategia y la pésima comunicación del gobierno federal con el tema de la pandemia, son facturas que indudablemente la población le cobrará directamente al habitante de Palacio Nacional. Tal parece que hasta desea experimentar el Coronavirus en carne propia.
Lamentablemente el fin de esta crisis en salud todavía parece lejano. No pierda de vista, estimado lector, que los muertos en México se cuentan todavía por centenas… todos los días.
Seguidor de López Obrador o no, más vale que se ponga el cubrebocas. Al traerlo no se confíe y protéjase aún más lavándose las manos y guardando su distancia. Cuídese usted, cuide a su familia y sea un ciudadano ejemplar al cuidar de los demás. Mejor aún y considerando que la mayoría nos vamos a contagiar, evítelo mientras procura fortalecer su salud y su físico.
Por lo pronto, no se exponga por asuntos de politiquería, como lamentablemente lo han hecho otros que deberían ser ejemplares.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.