Libre Expresión.../Carlos Alberto Monge Montaño
04 de septiembre de 2019.
LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
No es para presumir pero...
“El mayor peligro de los gobiernos es querer gobernar demasiado”. Conde de Mirabeau (1749-1791) Político, escritor y orador francés.
No es para presumir pero resulta lamentable que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que tanto ha criticado a los que llama neoliberales, haya decidido copiarles la esencia del mensaje con motivo de su primer informe de labores.
En lugar de ser congruente y apostar por presentar su realidad desde el Congreso de la Unión y escuchar de menos, las voces de sus opositores, optó por un acto a modo, cómodo y con invitados especiales, donde por cierto, no aplicó aquello de primero los pobres.
Al más recalcitrante estilo de todo lo que acertadamente ha criticado, López Obrador mantuvo el mismo esquema en la elaboración de sus spots y durante su mensaje apenas dedicó algunos segundos para reconocer por encimita, pendientes en materia de seguridad, salud y desarrollo económico. En estos temas no abundó, no manejó cifras, ni señaló posibles errores de su administración. Otra vez, igual que sus antecesores.
Peor aún, donde sí hace diferencia es al llevar sus propios números hasta en el informe. En lo que resultó contradictorio, algunas de sus plataformas lo presumieron como el primero, como debe ser en razón de lo que marca la Constitución Mexicana, pero en la mampara del templete destacaron que se trataba del tercero. Sin lugar a dudas, una nimiedad, pero no se debe perder de vista que todo comunica.
En el marco de las dificultades que padece el país y los enormes retos que deben sortearse, ojalá que el sexenio de López Obrador sea exitoso y con el paso de los días la congruencia se desborde y su gobierno sea efectivamente ejemplar y cumplidor.
Porque no basta presumir que se levantan a las 6 de la mañana para conocer el parte de inseguridad, sería mejor destacar logros como prometió. Porque de muy poco sirve si los ex presidentes ya no cobran sus insultantes pensiones, si la economía del país no crece.
No basta con presumir que se atacó el huachicoleo y se canceló el nuevo Aeropuerto de Texcoco porque estaba plagado de corrupción, en lugar de presentar las denuncias correspondientes, en ambos casos, para que alguna vez haya rendición de cuentas y algunos terminen en la cárcel.
Tampoco es suficiente que presuma que no ha subido la gasolina en términos reales, cuando criticó en varias ocasiones que la gasolina debía costar doce pesos el litro y que bastaba con quitarle el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS).
Han pasado nueve meses de una muy esperada administración federal encabezada por Andrés Manuel López Obrador y hay retos enormes y urgentes, así que ojalá pronto entregue mejores resultados, tan contundentes y de alcances importantes, que le permitan hacer propaganda con más datos duros y menos frases hechas, claro, si realmente quiere hacer la diferencia en la forma y el fondo, de los neoliberales a los que tanto critica y a los que tanto se parece.
Los retos que enfrenta México lo obligan a ser un líder que provoque unidad y respete las leyes e instituciones, en lugar de denostar al que cuestiona, acusar a priori, justificarse en el pasado y peor aún, en seguir polarizando al país.
En materia de corrupción e impunidad, debe meter el acelerador y ser congruente para no proteger a nadie sobre el que pese algún señalamiento o sospecha, incluso tratándose de uno de sus más cercanos. Así lo prometió e insiste con sus spots de que la escalera se barre desde arriba. Que cumpla.
Claro está que en 9 meses no era posible cambiar a México, pero de menos debió hacerlo en cuestiones elementales, que lamentablemente prevalecen. Algunas indudablemente resultan nimias ante los enormes retos del país, pero su importancia radica en lo que comunican, después de todo, en política, la forma también es fondo y sería terrible para el país entero que las cosas hayan cambiado para seguir igual.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.