Libre expresión.../Carlos Alberto Monge Montaño
Arrasa el hartazgo…
“Las muchas promesas, disminuyen la confianza”… Quinto Horacio Flaco. (65 a.C. – 08 a.C.). Poeta romano.
La tercera fue la vencida, Andrés Manuel López Obrador será el próximo presidente de México y tendrá un reto enorme, toda vez que él mismo se puso demasiado alta la vara y será muy complicado que pueda cumplir satisfactoriamente con todas las promesas que ha hecho y que despertaron la esperanza en todos los que le dieron el voto.
Indudablemente López Obrador supo sacar ventaja del hartazgo de una población decepcionada de la clase política nacional, por ello el país prácticamente se ha pintado de los colores de Morena y sus aliados PT y PES.
Sin embargo, tampoco se puede soslayar que una mayoría de quienes ganaron gubernaturas, senadurías, diputaciones federales y locales en el cobijo de la coalición “Juntos Haremos Historia”, son también responsables de ese hartazgo.
En el caso de Michoacán, muchos de la lista de ex perredistas que participaron en los gobiernos y legislaturas más lamentables, donde prevalecieron la opacidad, corrupción e impunidad, así como dejar postrado financieramente al estado… estarán de regreso gracias a Morena.
Sólo por citar un ejemplo, Leonel Godoy Rangel podría ocupar un cargo en algún nivel de la administración pública federal o delegación estatal. Y así como él, el listado en Michoacán y en todo el país será enorme y será de prácticamente todos los colores partidistas.
Así que insisto, una buena parte de los que generaron el hartazgo poblacional que aprovechó López Obrador para generar una estrategia esperanzadora, son los mismos que desde ya, ufanos y como si no hubiera una sola sospecha de ellos tras su paso por la administración pública, estarán de regreso cobrando del erario.
Por eso y más, es que los ganadores, los que votaron por Andrés Manuel, deben ser mesurados con sus expectativas. Ojalá me equivoque y efectivamente el próximo Presidente de México reivindique a la clase política, gobierne con honestidad, transparencia y plena rendición de cuentas.
No queda más que darle el beneficio de la duda y por más que no encuentre razones para confiar en que viene una buena etapa, ojalá que López Obrador y pese a un equipo que incluye a varios que ya fueron evidenciados como corruptos, tengan éxito, como él mismo dice… por el bien de todos.
Mientras tanto, vale tener claro que las cosas no cambian por arte de magia, que para lograr que México sea un mejor lugar para todos, es necesario que cada uno hagamos lo correcto, retomemos el deber ser y trabajemos para que la corrupción deje de ser parte de nuestra cultura.
Porque corrupto también es el que usa el teléfono mientras conduce un vehículo, el que le da “una mordida” al tránsito para evitar la infracción, al que copia en un examen, al que hace como que trabaja, al que se escuda en un sindicato o en algún poder público para abusar. Así que como verá usted, estimado lector, para que México sea mejor, se necesita de todos.
Mesura pues porque está comprobado que las promesas de campaña difícilmente se cumplen, baste recordar lo que prometieron otros que ya fueron presidentes de México o gobernadores de Michoacán y se han quedado muy lejos de cumplir lo que prometieron.
Le invito a que haga un recuento de todas las promesas de López Obrador, ponga atención en aquellas que hablan de repartir miles y miles de millones de pesos y trate de encontrar la manera de que el dinero público alcance. Le garantizo que le resultará complicado si no es que imposible.
Baste retomar la promesa que repitió al celebrar su victoria, ya no sólo va a duplicar la pensión a los adultos mayores, ahora dijo que ese apoyo también se lo daría a quienes tienen las del IMSS e ISSSTE. Cuidado, hay cualquier cantidad de ejemplos de personas que cobran dos y hasta tres pensiones con ingresos de varias decenas de miles mensuales, y próximamente también podrían ser beneficiados por el gobierno que encabezará López Obrador.
Quedan muchas dudas y más reflexiones, pero por lo pronto y pese a todo, ojalá que venga un buen momento para el país y que Andrés Manuel López Obrador cumpla de menos el 50 por ciento de todo lo que comprometió.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
