Libre Expresión/Carlos Alberto Monge
Perdió Morena.
“Todo hombre encontrará su Waterloo algún día”. Wendell Phillips (1811 – 1884). Líder abolicionista estadounidense.
Los resultados de los comicios que se desarrollaron el pasado fin de semana en Coahuila e Hidalgo, han alimentado la esperanza de los opositores a Morena, con miras a las elecciones del próximo año.
El objetivo común de la oposición es impedir que el partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consiga la mayoría de la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
Antes de las elecciones del pasado domingo, varias encuestas han señalado que Morena obtendría, con relativa facilidad, la mayoría de las diputaciones federales. Ahora, el análisis obliga a considerar las recientes derrotas electorales, la disputa vergonzosa que enfrentan las tribus del partido de López Obrador tanto por la dirigencia nacional como las de varios estados, y las batallas intestinas por las candidaturas, en especial por las que disputarán gubernaturas.
Michoacán es el mejor ejemplo de dichas complejidades. Así que, si quieren ganar, deberán recobrar la cordura y ponerse de acuerdo. No está fácil.
Los opositores, por su parte, tendrán que evitar volverse locos. En el caso de la gubernatura, el PRI no puede echar las campanas al vuelo y pensar que ganará sólo, mientras que el PRD está obligado a buscar un candidato que pueda amalgamar el bloque opositor, donde está claro, que no puede ser Antonio García Conejo, actual senador perredista y hermano del gobernador Silvano Aureoles Conejo.
Para dar la pelea, PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, entre otros, deberán encontrar las coincidencias para ser fuertes en la búsqueda por la gubernatura, las diputaciones federales y estatales, así como los ayuntamientos.
Si pecan de soberbios, le facilitarán la contienda a Morena, por lo menos en Michoacán.
Una manera de entender la esperanza opositora, es recordando los números que arrojaron los resultados electorales tanto en 2018, cuando López Obrador encabezó la estrategia electoral y los del 2020 en Coahuila e Hidalgo.
Veamos. En estas entidades, en los pasados comicios federales ganó la alianza de Morena, PT y Encuentro Social, tanto a la Presidencia, al Senado y a las diputaciones federales. Y claro, López Obrador es el gran ganador, ya que mientras él logró en Coahuila 609 mil 362 votos, los candidatos a legisladores federales sumaron 466 mil 523 sufragios.
Similar comportamiento registró Hidalgo, que le dio 850 mil 863 votos a López Obrador y sólo 640 mil 888 a los candidatos a la Cámara Baja.
En el caso de Michoacán, AMLO obtuvo 991 mil 154 y los candidatos a diputados federales 728 mil 879 votos. En un ejercicio básico, una alianza Meade-Anaya habría logrado casi 780 mil votos, insuficientes para vencer a López Obrador; pero en la disputa por curules federales, la suma de los opositores supera el millón de votos.
Retomando lo que pasó en Hidalgo, el PRI logró ganar en más municipios de los que gobernaba, tenía 22 y de confirmarse los resultados, gobernará en 32, mientras que Morena tenía la expectativa de lograr cuando menos 20 y ganó sólo uno. Otro dato a considerar es que, gracias al tsunami llamado AMLO, su partido ganó 17 diputaciones locales en 2018 y el tricolor sólo una.
En el caso Coahuila, el Partido Revolucionario Institucional logró carro completo, es decir, ganó en los 16 distritos electorales, cuando en las elecciones pasadas sólo había logrado 7 de mayoría y Morena 2 de Representación Proporcional.
A reserva de continuar el análisis, hay elementos para concluir que Morena no es lo mismo sólo que con López Obrador en las boletas; que, si la oposición no se desquicia, podría generar una alianza muy competitiva en varias entidades, entre ellas Michoacán. Y que de seguir en sus disputas intestinas y ante la falta de estructuras sólidas, el partido del presidente de México podría enfrentar serias dificultades para ganar gubernaturas y la mayoría en la Cámara Baja.
Por lo pronto, la tendencia señala que será una elección polarizada, los que están con AMLO y los que están en su contra.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.[email protected]