Libre Expresión/Carlos Alberto Monge
LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
Incongruente.
“El poder no cambia a las personas, sólo revela lo que verdaderamente son.” José “Pepe” Mujica.(1935 - ). Ex presidente de Uruguay.
La visita de Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos de Norteamérica para tener un par de reuniones de trabajo con Donald Trump, con el pretexto de la reciente entrada en vigor delnuevo Tratado de Libre Comercio, donde también figura Canadá, haprovocado cualquier cantidad de reacciones, críticas, argumentos y justificaciones, con el consecuente incremento de la polarización nacional.
El tabasqueño debe estar feliz, es la circunstancia que disfruta y que promueve todos los días y ahora tiene un elemento en el que encontrará la manera de sacar provecho, independientemente del resultado de la reunión y cómo se desarrolle. Si transita en plena calma, excelente; pero si Donald Trump lo ataca o se burla de él, como ya lo ha hecho con otros invitados, mejor aún.
López Obrador encontrará nuevos elementos para apuntalar el “estás conmigo o contra mí”, argumentará orgulloso y pedirá una vez más a todos los mexicanos que nos definamos. Es su condición y sabe que tiene millones de seguidores que lo escucharán y lo justificarán sin el menor escrúpulo.
Acudir a los Estados Unidos de Norteamérica con el pretexto de celebrar y dialogar en torno al nuevo T-MEC o para respaldar a Trump en sus aspiraciones electorales, es lo de menos. Después de todo, desde la lógica más pragmática y miserable de la política electorera, Trump estará en deuda.
Así que lo que realmente sorprendente y lamentable, es la irrefutable incongruencia de Andrés Manuel López Obrador; el mismo que desde la oposición lo menos que le dijo a Trump es que era un racista, lo denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la persecución de migrantes y porque ordenó la construcción de un muro en la frontera.
Por estos motivos, llamó subordinado y sumiso a Enrique Peña Nieto, porque no le contestaba a Donal Trump, en el tenor que, según él, correspondía.
López Obrador le dedicó todo un libro, “Oye Trump”, a quien ahora visita ufano, porque además ya son amigos, se respetan y el ex racista lo ha llamado un “hombre maravilloso”.
La condición actual, con el poder que implica ser el presidente de México y gozar de muchos millones de ciudadanos que le creen a ciegas, le permite contestar burlonamente que es dueño de su silencio, así evita hablar del muro y no compromete argumentos que usaría ante una posible grosería de Trump. Ya no se acuerda tampoco de la advertencia de contestar cada tuit que sube su actualamigo, como el del lunes, donde en la antesala de la reunión binacional, presume los avances del muro, que ha asegurado, pagaremos los mexicanos.
No hubo tuit ni respuesta a la pregunta expresa de una periodista. López Obrador ha olvidado con singular facilidad mucho de lo que ha dicho, escrito y comprometido. Más sorprendente aún que sus seguidores también lo hayan olvidado. Apenas en marzo de 2017 López Obrador calificó de canalla, insolente, demagogo y ultrajador a Donald Trump; no conforme, lo comparó con Hitler.
Está claro que el Tratado de Libre Comercio con los vecinos del norte debía mantenerse y es de celebrarse que, pese a su discursoantineoliberal, el Ejecutivo Federal no se haya negado a procurar su continuidad.
Es comprensible que no pueda negarse a una reunión con el Ejecutivo Federal de los Estados Unidos de Norteamérica, pero haymaneras y en especial, debería haber congruencia y dignidad, pero no, el habitante de Palacio Nacional opta por el olvido y el atole con el dedo, mejor eso a hablar con verdad, con humildad, con respeto a su marco deontológico, si acaso lo tiene.
Ni hablar, López Obrador insiste en dejar claro que es un político más, extraordinariamente parecido a los que tanto ha criticado y con los que incluso, alguna vez hizo equipo. Menuda realidad.
En fin, ya vera usted estimado lector, que independientemente del resultado de la reunión con Trump, Andrés Manuel encontrará máselementos para su propaganda político-electorera, en eso, evidentemente es un experto.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.