Libre expresión
“Marea rosa”.
“La democracia es una forma superior de gobierno, porque se basa en el respeto del hombre como ser racional”. John F. Kennedy (1917 - 1963) Político estadounidense.
La manifestación ciudadana del pasado domingo 26 de febrero en más de 100 ciudades en el país, liderada por la que se desarrolló en el Zócalo de la capital del país, resultó nuevamente ejemplar.
Es de celebrarse el despertar ciudadano ante el intento del poder en turno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, para descuartizar al Instituto Nacional Electoral (INE) en su búsqueda por mantenerse en el poder, a como dé lugar.
Sin embargo, la participación ciudadana debe continuar. El deber ser obliga a mantenernos informados y procurar un debate con argumentos, así como evitar la polarización trivial, fundamentada en mentiras y politiquería, como la que emana de Palacio Nacional todos los días.
No vale la pena discutir estupideces como la acusación de López Obrador y sus secuaces de que la manifestación ciudadana fue para defender a Genaro García Luna.
Insistamos en estar informados, defender las instituciones que han dado viabilidad democrática en el país. Ya no se debe evitar el debate con los familiares y amigos, hay que motivarlo pero con argumentos y hasta donde el respeto lo permita.
Por lo pronto, se vale celebrar que los ciudadanos de todos los colores, incluso algunos que respaldan a Morena, se manifestaron y se logró poner agenda no sólo en México, sino en el ámbito internacional.
Estemos alerta del debate que se dará en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por las controversias y acciones de inconstitucionalidad que deberán resolver ante el Plan B electoraldel inquilino de Palacio Nacional, que aprobaron sus diputados de Morena y partidos rémoras.
No será sencillo, pero hay elementos que permiten alimentar una esperanza de que se logrará el voto de los 8 ministros que se necesitan para hacer valer la Constitución y por consecuencia, la permanencia y funcionabilidad del INE como ha estado por más de dos décadas, para garantizar la organización, desarrollo y resultados de los comicios.
Uno de esos elementos, es el constante ataque de López Obrador a la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña. Evidentemente intenta meterle presión y a la par generar el discurso para sus feligreses.
Estemos alerta. Defendamos tener órganos electorales que garanticen el valor de nuestro voto, para que cada cual vote por quien mejor la plazca.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.