Libre expresión

08 de noviembre de 2023

21:26

Alfredo Ramírez vs IEM.

“El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla”. Enrique Tierno Galván (1918 – 1986) Político e intelectual español.

El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla insiste en imitar al inquilino de Palacio Nacional y ahora ha iniciado un innecesario ataque contra el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), para el que propone una disminución de casi 140 millones de pesos para su operación, en comparación con el 2021 que también fue año electoral.

Para los comicios donde resultó electo Ramírez Bedolla como gobernador, el IEM dispuso para su operación 347 millones de pesos, para el 2024 solicitó 424 millones y la propuesta del Ejecutivo estatal es que organice los comicios con sólo 208 millones, es de decir, ni siquiera lo mismo que se necesitó en 2021, a lo que tendría que sumarse la inflación.

Para colmo, el secretario de Gobierno, Elías Ibarra Torres argumentó que su propuesta considera un incremento al presupuesto del IEM para el 2024, nada más que hace un comparativo tramposo con 2022 y 2023 que no hubo elecciones. Así de grave.

Si bien es cierto que falta mucho por hacer para que el arbitraje electoral sea más económico, también lo es que, en los hechos, prevalece la desconfianza en el cómo se desarrollan los procesos electorales, en especial, por la intromisión de gobiernos de todos los niveles.

Para colmo, la intromisión constante, ilegal y vulgar de Andrés Manuel López Obrador en los comicios que se han desarrollado durante su administración federal, advierten que en el 2024 implementará una elección de Estado, con despilfarro de dinero público y él convertido en la chachalaca que tanto criticó y a la que muchos gobernadores, funcionarios de Morena y aliados, intentarán imitar para ganar lo más posible.

En Michoacán ya hay ejemplos lamentables. Ramírez Bedolla ha sido sancionado por órganos electorales por su intromisión en comicios de otras entidades.

Además, prevalece la sospecha del uso indebido del erario para hacer eventos con acarreados, como los que realizó en el Palacio del Arte el pasado 9 de julio y en el Estadio Morelos el 20 de agosto, donde presumió que su administración “movilizaría” a los asistentes.

El cálculo de la oposición es que, para el evento en el Estadio Morelos, cuando menos debieron gastarse unos 40 millones de pesos. Ante la crítica, Alfredo Ramírez reculó y argumentó que la movilización corrió a cargo de alcaldes, legisladores y funcionarios.

Pero fueron tan grotescos dichos eventos, que hasta otros morenistas se inconformaron. Como Raúl Morón, Leonel Godoy y Fidel Calderón, por citar algunos ejemplos.

Otro dato que no se puede olvidar, es que, en la elección del 2021, donde Ramírez Bedolla resultó ganador, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) señaló que hubo intervención de grupos armados, violencia, embarazo de urnas y violaciones al artículo 134 constitucional por servidores públicos federales y locales.

Sin embargo, validaron la elección y el actual gobernador de Michoacán ganó con un apretado margen de 2.7 por ciento, sobre Carlos Herrera Tello.

Con semejantes antecedentes es absurdo pretender atacar financieramente al IEM. ¿Qué pretende Alfredo Ramírez?

Por lo pronto, el presidente del órgano electoral estatal, Ignacio Hurtado Gómez señaló que es “casi imposible” organizar los comicios del 2024 con el recorte que pretende el Ejecutivo estatal.

Así que la decisión quedará en manos de la Septuagésima Quinta legislatura local, donde Ramírez Bedolla ha hecho lo que ha querido, ante la ausencia de una oposición. A grado tal, que ni siquiera impidieron que su compadre Marco Antonio Bravo Pantoja fuera electo como auditor Superior de Michoacán.

Lo que no se ha tocado pese a la verborrea de López Obrador y su feligresía, son las prerrogativas de los partidos políticos.

Vamos a los números. Para el 2024 en Michoacán, se van a repartir unos 374 millones de pesos de la siguiente manera: