Libre desarrollo de la personalidad: personas trans
Las personas trans, continúan invisibilizadas, si bien, existen nuevas normativas para la identidad de género, e instituciones que palean algunas de sus problemáticas, entiendo que no es suficiente; la opresión que ejercen las personas que han sido homogenizadas y ubicadas desde el binarismo social, las someten a dinámicas que van desde la invisibilidad, el prejuicio, estigma, violencia, exclusión y la muerte y si bien existe una relación entre las diferentes identidades del acrónimo LGBTTTIQ, siempre existen posiciones discriminatorias contra el segmento de población en referencia, es decir, aun en la llamada diversidad sexual muchas de ellas son excluidas.
Este 31 de marzo, se conmemora el “Día Internacional de la Visibilidad Trans”, es un día que nos debe permitir, para el resto del año, seguir pensando qué tanto hemos construido a favor de quienes viven en diversidad cultural, social y sexual que asegure su dignidad humana y el respeto a los derechos humanos y sus libertades.
El derecho al libre desarrollo de la personalidad, es definida por el Diccionario de la Real Academia Española, como la singularización, el distintivo de la persona, ello, es importantísimo en la vida de una persona. Así, el libre desarrollo de la personalidad es la consecución del proyecto de vida que para sí tiene el ser humano, como ente autónomo.
En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nacional, a través de sentencias y los criterios que establece, se ha pronunciado por la atención e inclusión de personas trans. Entre los criterios de la Corte se encuentra prohibir cualquier tipo de discriminación, entre otras, por razón de sexo o cualquier otra, que atente contra la dignidad humana, tal como lo establece el quinto párrafo del artículo 1º. constitucional.
Con ello, se reconoce una superioridad de la dignidad humana, prohibiéndose cualquier conducta que la violente. Es decir, “se trata del derecho a ser considerado como ser humano, como persona, como ser de eminente dignidad”. Es un derecho fundamental para el ser humano, a la vez base y condición de todos los demás: el derecho a ser reconocido siempre como persona humana.
Así, de la dignidad humana, se desprenden todos los demás derechos, en cuanto son necesarios para que la persona desarrolle integralmente su personalidad. El derecho a ser reconocido y a vivir en y con la dignidad propia de la persona humana.
De igual manera, la dignidad humana engloba, entre otros, los derechos a la intimidad y a la propia imagen. “En este sentido, el derecho a la intimidad, a no ser conocidos por otros en ciertos aspectos de nuestra vida y que, por tanto, cada sujeto puede decidir revelar, es el reconocimiento del ámbito propio y reservado del individuo ante los demás, sean poderes públicos o particulares, que le garantiza el poder de decisión sobre la publicidad o información de datos relativos a su persona o familia, sus pensamientos o sentimientos”.
Es decir, la plena disponibilidad sobre su vida y la decisión de lo que puede revelar de su intimidad a los demás. Así, en cuanto al ámbito sexual de una persona o a su identidad sexual y de género, es innegable que se trata de aspectos inherentes a la persona humana y a su vida privada y, en este sentido, forman parte de ese ámbito propio y reservado de lo íntimo, esa parte de la vida que se desea mantener fuera del alcance de terceros o del conocimiento público.
El derecho a la propia imagen, por su parte, implica la imagen que uno conserva para mostrarse a los demás y que, como tal, gran parte de la doctrina ubica, a su vez, dentro del derecho a la intimidad, constituyéndose como derechos personalísimos, pertenecientes al ámbito propio del ser humano, fuera de la injerencia de personas extrañas. La persona tiene el derecho de decidir, en forma libre, sobre su propia imagen.
En este día, fundamental para la vida de las poblaciones trans es importante continuar respetando su lucha por la defensa de sus derechos y libertades y desde luego el respeto a la dignidad humana base de sus demás derechos. Conozco a grandes mujeres y hombres trans, que han brindado su servicio a la sociedad: Lola, Pamela, Zahorí, Bella, Dulce, Queta, Angie, Gloria, y muchas más, así como organizaciones que han impulsado trabajo a favor del derecho a la salud y de los derechos sexuales y reproductivos con población HSH y otras; mi reconocimiento a Monarcas Libertad, Ángeles Nocturnos, y aquellas organizaciones que continúan en lucha por la defensa de sus derechos.