Legado revolucionario/Fabián Pérez Navarro
Salvador Allende dijo: “Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica” y esto es más cierto que nunca si consideramos los acontecimientos recientes tanto en el ámbito nacional como internacional, y en este sentido no me refiero solamente a la lucha armada o social y tampoco lo hizo así Salvador Allende, sino que se aplica a cualquier transformación o progreso en alguno de los campos del conocimiento humano, sea la ciencia, la tecnología la política, entre otros.
Una y otra vez los jóvenes seguimos construyendo nuestro futuro y tratamos de solucionar los problemas que hemos heredado de nuestros antepasados, con el objetivo de preservar nuestra especia y conseguir un progreso sustancial.
Ante esto se levantan quienes dicen “no se puede” o “no tiene caso”, pero esto no es nuevo, siempre se les ha dicho lo mismo a quienes buscan un cambio y afortunadamente la historia nos muestra que han existido personajes necios, aferrados o locos que han desafiado el status quo y han triunfado, con lo que por consiguiente han beneficiado a generaciones futuras.
En estos momentos está emergiendo una generación que quiere conseguir cambios en su favor y el de sus descendientes, es una generación equipada con considerables avances tecnológicos y un ímpetu revolucionario que no se detendrá ante nada ni nadie.
Quiero terminar citando a Zapata: “El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pisen”. Respeto tu derecho a querer que las cosas se hagan de la misma forma siempre, pero te exijo que respetes el mío a buscar un cambio.