Las personas lesbianas, bisexuales y queer
Derivado de la propuesta “Resistencias Lésbicas del Abya Yala” (Tierra en plena madurez), que sustentan diversas organizaciones y colectivas de América Latina y el Caribe, entre ellas: Musas de Metal, Grupo de mujeres gay, A.C. en México, entre otras organizaciones y colectivas de Bolivia, Colombia, Ecuador, y Perú; propuesta que persigue la construcción de la agenda regional LBQ+; la generación de información estratégica para la incidencia política regional para mujeres LBQ+, así como el fortalecimiento de las Lesbianas y mujeres bisexuales de Latinoamérica y el Caribe (LESLAC). Derivado de todo este trabajo y esfuerzo intelectual y físico se integraron cinco diagnósticos, entre ellos, el documento: Diagnóstico de la situación de los derechos de lesbianas, mujeres bisexuales y queer en México.
Musas de Metal, presentaron dicho Diagnóstico de la situación de los derechos de lesbianas, mujeres bisexuales y queer en México este 2022; el documento está sustentado en importantes reflexiones teóricas y epistemológicas sobre este segmento de población del cual se carece de información contundente para el diseño de políticas públicas.
El Diagnóstico se divide en siete apartados, siendo el último de éstos donde se desglosan los resultados y el análisis tanto de la investigación exploratoria como de los grupos focales y desde luego las conclusiones.
En las reflexiones que se presentan, se observa que, las lesbianas han sido quienes se han visto más invisibilizadas y menos respaldadas por otros movimientos sociales, es decir, el apoyo que han brindado a otras causas no necesariamente ha sido recíproco; por ello, las lesbianas han tenido que ir creando sus propios espacios de resistencia.
Desde los años setenta del siglo XX, se han dejado ver momento de visibilidad del movimiento lésbico, en los medios de comunicación, prensa escrita, y documentos escritos como la Declaración de las lesbianas en México, en donde se continúan invisibilizadas en las políticas públicas laborales, de salud, educación, entre otras cosas derivadas de las escasas políticas públicas, programas de atención y promoción de derechos por parte del Estado. Situación que comparten diversos países y que permitió llegar al siglo XXI con una organización regional para la América Latina y el Caribe que atiende el movimiento lésbico.
Las mujeres lesbianas tienen que enfrentar el desconocimiento de información de este segmento de población y sus derechos por parte de personal institucional; igualmente la falta de recursos presupuestales para promover la inclusión a las políticas públicas; así como las deficiencias institucionales para brindar información sobre las políticas públicas que llevan a cabo éstas; desde esta perspectiva se proponen avanzar en los siguientes aspectos, en virtud de las áreas de oportunidad que permitirían mejorar la calidad de vida:
· “Generar información estadística sobre las mujeres lesbianas y su acceso a los derechos; · Garantizar que al menos los instrumentos normativos más relevantes para la protección y garantía de derechos de mujeres incluyan a las lesbianas; · Mejorar la articulación de las leyes garantes de derechos de mujeres y de personas LGBTI para el diseño de políticas públicas; · No limitar el reconocimiento de derechos de lesbianas al Derecho a la Igualdad y No Discriminación; · Incluir acciones específicas que atiendan a lesbianas y sus necesidades diferenciadas dentro de las políticas públicas; · Mejorar los mecanismos mediante los cuales las instituciones públicas comunican los resultados de las políticas públicas; · Garantizar presupuestos suficientes para la inclusión real de lesbianas y personas LGBTI en las políticas públicas.”
Entre las conclusiones que plantea el documento precisan que: Identidades: las identidades sexuales se entrecruzan con otras intersecciones, tales como la territorialidad y la discapacidad. Igualdad y no discriminación: Si bien las lesbianas han estado involucradas en el fomento por los derechos humanos de las mujeres, también es cierto que han sido invisibilizadas, discriminadas y han sufrido violencia.
Derechos políticos: la representatividad de las lesbianas en las instituciones políticas de carácter nacional y las estatales a pesar de que existen, no son visibles. Salud física: una investigación de 2015 señala que la investigación en materia de prácticas sexuales de la comunidad LGBTIQ con respecto al VIH se ha concentrado en homosexuales, bisexuales y mujeres trans, pero no es el mismo caso para las mujeres lesbianas y bisexuales.
Salud emocional y afectiva: por ejemplo, en comparación con la población heterosexual, las personas homosexuales, lesbianas y bisexuales son más propensas a tener problemas de salud mental debido a los prejuicios y discriminación que padecen. Debido a esto, el consumo de alcohol y drogas incrementa, así como los trastornos mentales y los intentos de suicidio.
Derecho al trabajo: las personas no binarias y queer expresaron que existen prácticas discriminatorias. Acceso a la Justicia: ha sido poco o nulo, orillándolas a crear sus propias estrategias de resistencia. De igual manera existen los riesgos y problemas por la falta de un protocolo de atención para la violencia sexual de una mujer hacia otra.
Investigación: confirmado el gran rezago teórico, conceptual, político y social en relación con el pleno disfrute de derechos de mujeres lesbianas, bisexuales y queer.
El documento concluye con la importancia del diagnóstico, toda vez que el mismo demostró la falta de visibilización de estas identidades de la diversidad sexual en los ámbitos cultural, político y social. Si bien se encuentran en un momento de crisis, se precisa en el documento, al mismo tiempo esta crisis podría conllevar una oportunidad u oportunidades para crear caminos con miras a plantear soluciones en el corto, mediano y largo plazo.