Las incongruencias del Frente/Fabian Pérez
El frente ciudadano por México, a simple vista podría ser considerado como una coalición democrática opositora que ofrece una alternativa viable de gobierno, sin embargo un análisis cuidadoso de sus posturas y propuestas revela su verdadera naturaleza.
El frente se ha dedicado a descalificar a las otras dos coaliciones políticas, encabezadas por el PRI y Morena, pero no propone nada nuevo. Esto se ve con alguna de sus “ideas”, como el ingreso básico universal, mismo que le copiaron a los diputados de morena, quienes lo presentaron hace casi dos años y aun así Ricardo Anaya dice constantemente que los proyectos de Morena “son cosa del pasado”.
El frente es la mejor muestra del autoritarismo partidista, ese monstruo amable que predica democracias pero que no la ejerce y para constatarlo sólo hace falta recordar la imposición de Anaya como candidato aun cuando había buenos perfiles como Mancera o Zavala. No podemos esperar que el frente ejerza un gobierno democrático a nivel nacional si su vida interna está llena de autoritarismo y arbitrariedad.
Esta coalición se autodenomina “ciudadana”, aun cuando sus principales figuras se han caracterizado por su militancia partidista, el mismo Anaya es producto de la peor faceta de la partidocracia, pues a diferencia de Meade, quien no ha militado en ningún partido, Anaya siempre ha estado ligado al PAN. Y comparado con AMLO, Anaya nunca ha sido electo para ninguno de los cargos que ha ocupado y no tiene experiencia para gobernar.
De sus propuestas en general poco se puede decir que no se sepa, pues a fin de cuentas son las mismas propuestas viejas y oxidadas del PAN que han dado pobres resultados.
Por último pero no menos importante serían sus propuestas en materia económica y social, mismas que mantienen una tendencia similar a las que ha impulsado el PRI, mismas que se encuentran enmarcadas en las prácticas neoliberales impulsadas por potencias y organismos internacionales. Como nota al margen cabe aclarar que los gobiernos panistas no fueron muy buenos para impulsar estas políticas, pues aunque Calderón se presentó como el presidente del empleo, en realidad Peña Nieto ha fomentado la creación de más empleos que los que creó Calderón, ni en eso puedo desempeñarse eficientemente el gobierno del PAN.
Con esto en mente sólo queda preguntar: ¿De verdad representan una alternativa viable? Y ¿Quién se beneficia con el frente? Porque me queda claro que con esto no gana la gente.