Las corcholatas y el INE
Aún faltan dos años para las elecciones presidenciales y la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral ya tuvo que sacar la primera tarjeta amarilla a las llamadas “corcholatas” de Morena, para evitar eventos que se anuncian como otra cosa pero que en realidad son actos anticipados de campaña en la búsqueda de la candidatura a la presidencia en 2024.
De acuerdo con la autoridad electoral, las reuniones de Morena en el Estado de México y Coahuila, a las que asistieron Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Santiago y Ricardo Monreal, con miras a las elecciones para gobernador, son una estrategia del partido de la Cuarta Transformación para posicionar a sus candidatos y por eso dictó medidas cautelares.
El pre-destape presidencial iba a provocar eso. Actos anticipados de campaña, al margen de la ley electoral. Pero todo indica que eso no le interesa al presidente López obrador, ni a los propios aspirantes, salvo algunas excepciones como la de Ricardo Monreal Ávila quien alertó sobre las irregularidades electorales que evidenciaban esos actos.
Aunque el llamado del INE fue generalizado para las “corcholatas” morenistas, hay personajes a quienes les pega más fuerte el llamado de atención, porque a ello suman que no han salido bien librados ante la opinión pública por su desempeño reciente. Se diría que van mal y de malas.
Son los casos de la Jefa de Gobierno y de los secretarios de Relaciones Exteriores y de Gobernación
En un repaso de los hechos recientes, Claudia Sheinbaum Pardo volvió a estar en el “ojo del huracán” porque por enésima vez en su administración siguen las fallas y percances en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, sin contar que los capitalinos no olvidan ni perdonan la tragedia ocurrida en la Línea 12 del Metro.
Muchos dicen que si Sheinbaum no tiene la capacidad de poner en orden al sistema de transporte público en la capital del país, no tiene capacidad para tomar el mando de la nación, en donde hay situaciones de suyo compleja, que requieren más que declaraciones, deslindes, exoneraciones a priori o excusas al por mayor. La “modernización” de la línea 1 del Metro tiene toda la pinta de evento electorero. Se aprovecha de una necesidad de la población para hacerlo rentable política y electoralmente.
En el caso del canciller Marcelo Ebrard Casaubón, ha hecho un papelazo frente a la tragedia ocurrida en Texas donde fue hallado un tráiler repleto de migrantes que murieron por asfixia: Ya ni se diga de los compatriotas muertos en una serie de tiroteos registrados en la Unión Americana en pleno festejo de la Independencia norteamericana, donde la presencia de la Cancillería ha sido meramente burocrática.
Y quien maneja hasta ahora un bajo perfil es el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que no desaprovecha ocasión para estar en medios y hacer precampaña, aunque diga que no.
Más allá de eso, su desempeño es gris, pero cuenta con la amistad de López obrador. Por ello éste autorizó que César Yáñez se incorporara a su equipo, lo cual despertó mucha suspicacia en los equipos de Sheinbaum y Marcelo. Adán Augusto López se vende como el “caballo negro”, sin méritos propios.
Mención aparte merece el senador Ricardo Monreal Ávila. No solo fue el primero en advertir que los actos políticos en los que eran invitados la jefa de Gobierno, el Secretario Marcelo Ebrard y el titular de Gobernación, Adán Augusto López, podrían estar fuera de la legalidad y que ello no solo no era conveniente, porque piso parejo, sino que mandaba un mensaje de desdén a la ley, ha tenido un papel más realista de cara a los graves problemas del país.
Ha sido contundente en su interés en ser candidato presidencial. Las encuestas lo colocan en los primeros tres lugares de preferencia dentro de Morena y su capacidad política molesto a sus adversarios, pero eso les da desventaja.
Monreal abrió el debate sobre la necesidad de generar un nuevo plan de acción frente a la delincuencia y la criminalidad, más allá de los abrazos no balazos, sino que ha abogado por un trato más serio en la relación frente a Estados Unidos y, sobre todo, ha sido reiterativo en cuanto a generar un clima de unión de concertación nacional, no dividir, ni confrontar.
La tarjeta amarilla que ha sacado el INE a las corcholatas de Morena no es sólo una sanción administrativa, sino moral, sin duda.
Pero más allá de eso, el fondo, lo que preocupa a los amonestados. Sheinbaum, Ebrard y Adán Augusto López es que han sido exhibidos de cara al electorado.
El ciudadano ya no se chupa el dedo y saben que estos funcionarios se quisieron pasar de listos. Ricardo Monreal, sin ser de los preferidos del presidente López Obrador, paradójicamente, queda mejor parado, con mejor imagen y mejor manejo político, como muchos adelantaban que ocurriría. Monreal logró un tiro directo y los otros tienen ya tarjeta amarilla, en lenguaje futbolero.