La universidad, un espacio democrático
En el marco del CVII Aniversario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, se llevó a cabo la conferencia “La universidad, territorio privilegiado para construir cultura de Paz y combatir la violencia”, en la Facultad de Físico Matemático. La organización forma parte de los acuerdos para impulsar acciones para las Jornadas de Cultura de Paz, promovida por la Coordinación General para la Igualdad de Género, Inclusión y Cultura de Paz.
Estuvo a cargo de la facilitación de la conferencia el embajador de la UNESCO, Gerardo A. Herrera Pérez, quien encuadro la disertación en cuatro aspectos torales: el primero, el contexto general de la educación superior; el segundo, la estructuras de la Paz y su cartografía; en tanto que el tercero, identificó las competencias y habilidades para la vida y los compromisos de la comunidad universitaria: docentes, alumnado y autoridades para el ejercicio de la aplicación de la Paz Escolar; y por último, los impactos de generar condiciones para una cultura de paz y convivencia social.
El contexto en el que se desarrollan las universidades es complejo, un modelo económico Neoliberal, global que genera un cultura del consumo, con un mercado hedonista, y un patriarcado que somete, controla y disciplina los cuerpos de mujeres y de hombres, pero además, una sociedad en jerarquía social y opresión, y las crisis diversas que vivimos, además de las ideologías y las diferentes violencias que son aplicadas para el control de los cuerpos.
Durante su disertación, el doctor Herrera expreso que, la paz ha sido un concepto dinámico, no estático; su evolución en la historia reciente de la humanidad, viene de la Segunda Guerra Mundial, así como de la creación de la ONU (1945) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); fue la UNESCO en 1989, cuando nace la cultural de la paz; para 1998, se da el Decenio internacional de una cultura de paz y no violencia, posteriormente en 1999, se aprueba la Declaración y el Programa de acción sobre la cultura de la paz, ya para 2005, se da inicio a la recopilación de documentos para visibilizar prácticas sobre cultura de paz y en 2010 algunos países en América Latina hablan de paz en sus constituciones políticas; amén de la Agenda 2030 los Objetivos del Desarrollo Sostenible y los acuerdos de la Cumbre de Futuros de 2024 de la ONU.
Pero igualmente la paz, evoluciona su concepto, ha transitado de verse como ausencia de violencia; equilibrio de fuerzas en el Sistema Internacional; a considerarse como paz negativa y paz positiva, así como neutra; como paz feminista con una revisión macro y micro de la paz; paz holística-gaia, así como paz holística interna y externa.
La cultura de la paz, requiere de una base ética que permita tomar decisiones respecto a la convivencia, la cual deberá estar sustentada en valores para evitar la injusticia social, las desigualdades, las inequidades y otros temas que someten y controlan las conductas de las personas. De ahí la importancia de difundir los valores de la cultura de paz: justicia, libertad, igualdad, tolerancia, cooperación, colaboración, solidaridad, honestidad, responsabilidad, equidad, humildad, respeto y desde luego amor, pero también los principios y las virtudes sociales, que nos ayuden a evitar el androcentrismo, antropocentrismo y el etnocentrismo, es decir, poder, cultura y el ser como entidades hegemónicas.
Los abordajes que se hicieron por parte del disertante fue atender los conceptos de la diversidad que puede tomar la paz en su construcción para el encuentro del diálogo y la convivencia social que han sido preparados y escritos teórica y epistemológicamente por Johan Galtung y Francisco Jiménez y otros; así, se reflexionó sobre la paz negativa, paz positiva, paz neutra, la paz social, paz Gaia, paz interna, paz multicultural, paz intercultural, paz transcultural, paz vulnerable, paz sostenible, paz resiliente, así como los estudios de paz de la quinta generación elaborados y diseñados por Gerardo A. Herrera Pérez, la paz dialógica, la paz para la aldea global, la paz espiritual, la Paz Escolar, y la Paz Diversa.
De esta manera las diferentes propuestas permiten analizar, revisar, comprender, atender y avanzar progresivamente en la construcción de la cultura de paz y la convivencia social en los centros de educación superior.
Por ello, abordar el tema de la Paz no es simple, ya que dicho concepto vive en complejidad; en efecto, y es que, en la resolución de los conflictos entre las naciones, entre los pueblos, entre los miembros de la familia, en la escuela, está en medio el poder, y su ejercicio; no es sencillo tender un puente de comunicación para el diálogo horizontal, sobre todo en las naciones que juegan las posiciones geopolíticas, y otros elementos, como expresa Johan Galtung teórico de la Paz, quien confirma que, para que exista paz, se requiere de resolver conflictos de manera equitativa, se necesita de los derechos humanos universales, interdependientes, indivisibles y progresivos, pero también de evitar la violencia física, cultural y estructural (el triángulo de la violencia), que permita un mayor acercamiento, convivencia, fraternidad y participación desde lo personal y social.
Me pregunto constantemente y lo compartí con la audiencia, por dónde debemos de caminar para alcanzar una Paz duradera y de convivencia en espacios de educación profesional, si vemos crisis permanentes: medioambientales, sociales, subjetivas, en la educación, en la salud, en el financiamiento, y ahora el miedo, el asesinato de los comunicadores, de defensores de derechos humanos, pero también feminicidios, y en donde por ende, muere igualmente la sociedad al no poder ser informada y protegida.
Frente a ello, se requiere de impulsar acciones por parte de la comunidad universitaria, principalmente para el desarrollo de competencias y habilidades para la vida, entre ellas construcción de diálogo, resolución de conflictos, manejo de emociones, pero igualmente pensamiento crítico.
Así, se requiere de conocer la otredad, el construir diálogo, comunicación, inteligencia emocional, resolución de conflictos, resiliencia, empatía, convivencia, fraternidad y participación, enseñanza de la mediación, así como trabajo en equipo y colaborativo.
Los impactos que se pueden generar con esta propuesta son: mejora el rendimiento escolar y las competencias, reduce el acoso y previene la violencia, mejora la convivencia escolar, construye tolerancia y respeto, y genera valores como la honestidad, honorabilidad, confianza, entre otros.
Para finalizar, se hablo de la importancia de coadyuvar prosocialmente a otras estructuras sociales como es el caso de AMANC Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, A.C. quienes requieren de muchos apoyos en la donación altruista de sangre que son indispensable para el tratamiento de cáncer en menores de edad, por ello, se convocó a los asistentes todos jóvenes a que se acercaran a dicha institución para generar los proceso de donación de sangre para un fin tan especial, como es el interés superior de las infancias.
Así mismo, destaco la participación para la clausura de la jornada de trabajo par la Cultura de la Paz, de la interpretación de Alejandro García Gutiérrez, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, quien canto para el público asistente y quien fue elogiado por su privilegiada voz