La suma de Marcelo Ebrard

No podemos negar que, por un momento, la pausa que tomó Marcelo Ebrard causó mucha suspicacia al interior de Morena. Así lo asumimos muchos que, para el caso, dijimos la importancia o el papel protagónico que juega el ex-canciller. Como hemos podido comprender, su definición representó una actitud de resistencia y defensa para examinar una decisión que, sin temor a equivocarme, radica más en lo que significaba más dejar las filas del movimiento. Si eso hubiese ocurrido así, Ebrard hubiera sido blanco de señalamientos y, de paso, un linchamiento verbal que gira en torno a las benditas redes sociales.
El punto es que, políticamente hablando, Marcelo tomó la mejor determinación de permanecer en Morena. No se sabe a qué acuerdos llegó con Claudia, sin embargo, es evidente que hay un entendimiento para construir las condiciones del triunfo. Fue lo mejor. Hubiese sido un error político defenestrar a Marcelo y subestimar su poder, máxime por lo que está en juego. Por ese motivo, el camino que decidió Sheinbaum para conciliar la unidad, será determinante para ganar la presidencia de la República y la mayoría de entidades federativas que estarán en disputa, eso sí, de una manera contundente.
Es muy probable que, con ello, pronto aparezca Marcelo Ebrard en algún evento de Claudia. De hecho, ya lo hizo con Clara Brugada en la Ciudad de México, lo mismo que con Eduardo Ramírez, coordinador de los senadores y precandidato de Morena en Chiapas. Eso, de cierta forma, provocó un impacto positivo, pues además de ser un factor de cohesión, constituye un gesto de colaboración para propiciar un clima de confianza. Se sabe que, quienes pugnaron por la unidad, son los que están construyendo las condiciones del triunfo.
Recuerdo que, hace un par de meses, Eduardo Ramírez, líder y coordinador de los senadores de Morena, llevó a cabo una reunión con legisladores afines a la estructura de Marcelo Ebrard. Esto fue posible a través de algunos senadores que llevan buena relación y, de alguna forma, representan parte de la plataforma del excanciller. El caso es que, con ello, el marco ayudó para aminorar las inconformidades que dejó el proceso interno presidencial. Incluso, destacó la mediación de Ramírez y, téngalo por seguro, eso sirvió para ir cicatrizando las heridas que dejó el desgaste del ejercicio presidencial. Eso, de alguna manera, sentó un precedente y abrió la puerta para futuras reconciliaciones que, como sabemos, hoy son una realidad con el retorno de Marcelo.
Siendo una pieza fundamental, hoy Marcelo mostró su total apoyo a las aspiraciones de Eduardo Ramírez. Lo hizo, de hecho, en medio de un proceso clave de unidad. Por tal motivo, este es un asunto que llama poderosamente la atención. Se trata, en una coyuntura determinante, de ganar con el mayor número de votos. Y si: Eduardo Ramírez ganará la elección para la gubernatura. De entrada, tiene más del 55% de intención del voto, de acuerdo con todas las encuestas de opinión pública que se han divulgado. Ocupa, ni más ni menos, la cima de las preferencias con más de 30 puntos de ventaja del Frente Amplio por México.
Eso significa que- en cualquier escenario y ante cualquier rival- Eduardo Ramírez se impone. De hecho, el respaldo público que le ha hecho Marcelo Ebrard lo hará incrementar el voto de manera significativa, especialmente en las bases morenistas y en muchos sectores. Eso garantiza el triunfo contundente de Ramírez, qué de por sí se ha mostrado imponente en todos los ejercicios de evaluación.
A propósito, Eduardo Ramírez sigue llevando a cabo las funciones de coordinador de los senadores de Morena. Hasta donde sabemos, el próximo 15 de diciembre solicitará licencia y eso, como parte de sus nuevas encomiendas como precandidato único de Morena en Chiapas, lo coloca en otra responsabilidad que, hace poco, el pueblo lo decidió al ganar el proceso interno para que se convierta en el futuro sucesor de Rutilio Escandón, actual gobernador constitucional de aquella entidad del sur.