La siguiente consulta: ¿que siga la violencia?
Estos días nos van a definir como país y serán el legado que dejemos para muchas generaciones. Se han hecho cosas buenas que parecen malas y viceversa, y esto es porque todo el debate público se ha centrado en si beneficia o no al presidente López Obrador, mientras la real agenda nacional camina por separado.
Veo en el ejercicio de revocación de mandato un importante ejercicio que en momentos de emergencia nos podría unir como mexicanos y quitar a malos gobernantes; sin embargo, ésta no era la ocasión. Hoy las prioridades deben ser otras
Dicen que 2 de 10 mexicanos fueron a votar y la mayoría lo hizo por el sí. Esto nos habla de una estrategia bien definida enfocada a los lopezobradoristas de corazón, y que no son pocos, hablamos que 16 millones de mexicanos fueron a las urnas.
Mientras, muchos otros estuvieron promoviendo una abstinencia activa, ya que al no acudir, también estaría mandándose una señal de protesta, además de que no se juntaría el total de votos para hacerla vinculante.
Pero otro sector de la población, no fue porque no quiso, porque no se sienten cómodos en la política, ni con los políticos, y realmente sus problemas son otros, y mucho tiene que ver con la violencia que pasa en las calles, con los criminales que están imponiendo su ley, y que ven la gente un botín para seguir enriqueciéndose.
Así se han desatado casos realmente terribles en los últimos días. Vimos videos circulando de balaceras a mitad de la noche en San Luis Potosí; o a los niños masacrados en Tultepec; ahí a una familia completa le arrebataron la vida. Motivos no se saben y no creo que alguna vez salga a la luz.
México está sin control; otro ejemplo fueron los 11 asesinatos en 24 horas en Zacatecas y Guerrero, donde la violencia y tortura se hace presente; no puedo imaginar como alguien es capaz de cortar cabezas humanas, exhibirlas, de mutilar y causar tanto daño, ese México violento no está pensando en consultas, ni en participar ni en organizarlas.
Hace unos días el Comité Contra las Desapariciones Forzadas (CED) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que los servidores públicos y el crimen organizado son responsables del creciente número de desapariciones forzadas en México. Esto es totalmente cierto, y así seguirá si no se vira de inmediato el barco.
Lo malo es cuando este problema se politiza, y todo se filtra en la medida si es información para atacar o no el presidente; cuando el mandatario se hace el aludido sabemos que pondrá el tema en el cajón de los que lo atacan, los conservadores que lo quieren debilitado; y para el otro grupo es igual, si es información para contravenir a López Obrador, el grupo opositor lo impulsará con todas sus fuerzas.
Llevamos dos semanas de campañas, y el tema de la seguridad no está en la mesa, pareciera que si no lo mencionan no existe, y es tan preocupante que ningún candidato lo tiene como eje de sus propuestas.
El presidente se va en dos años, y nos vamos a quedar todos, con los mismo problemas y violencia, es tiempo de armarnos de valor y consultarnos a nosotros mismos, realmente queremos tanta violencia, hasta cuando nos uniremos por verdaderas causas, cuando veremos el problema e toda sin dimensión, sin fobias políticas.