La salud mental de la niñez, factor estratégico para reducir criminalidad
Recientemente se hizo viral un caso de zoofilia por parte de un menor de edad hacia un can, mismo que desde el ámbito legal poco o nada se puede hacer el ser inimputable y no existir una norma aplicable en este tipo de hechos.
Es aquí donde resulta destacable la frase de Pitágoras, “Educad a los niños y no tendréis que castigar a los hombres”, a la cual agregaría la importancia de crear leyes que sancionen a los padres que no velen por la salud mental de sus hijos y sus comportamientos antisociales.
Y es que, son las afectaciones psicológicas y la falta de límites en la crianza de los niños, los caldos de cultivo propicios para que, cuando adultos escalen en sus conductas delictivas a raíz de las psicopatías desarrolladas desde la infancia.
La zoofilia es provocada generalmente por la necesidad de desahogar el deseo insatisfecho y el malestar anímico generado desde la soledad, el aislamiento y la presencia de un bajo nivel de habilidades sociales, por parte del individuo, lo que le provoca un elevado nivel de frustración.
Esta parafilia puede ser oportunista, ocasional, en situaciones de aislamiento y en personas con deficiencias intelectuales, en cualquiera, la ausencia de paternidad responsable inhibió el comportamiento del menor.
Aunque lleva décadas presente, la criminología toma vital relevancia en las estrategias para reducir la criminalidad, ya que mientras el derecho y la psicología acotan su campo de actuación, los criminólogos pueden trabajar de manera interdisciplinar para la generación de políticas públicas y leyes que reduzcan eficazmente la incidencia delictiva.