La Propuesta/Santiago Heyser Beltrán
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Uruapan, Michoacán, 4 de noviembre del 2017
Ver por los pobres es diseñar políticas públicas de inclusión que les permitan transitar del asistencialismo y la dependencia, al sector productivo,… para que puedan vivir con la dignidad de ciudadanos libres.
Polan Lacki describió: No hay manera que por humanidad cambiemos el modelo neoliberal que beneficia a pocos y lesiona a millones, y añado: ¡Incluido el planeta! que es depredado para mantener un modelo inviable de consumo al infinito, modelo que permite hoy y ya por no mucho tiempo (nos estamos autodestruyendo), que las grandes corporaciones y pocos elegidos concentren las riquezas del mundo… ¡Y tiene razón!, no está en nuestra naturaleza preocuparnos por los “otros”, por los diferentes. De hecho la historia de la humanidad confirma lo contrario, no de casualidad durante el 95% de la historia de la humanidad la esclavitud ha sido una constante justificada en diferencias raciales, culturales, económicas o políticas. Una manera sencilla de devaluar al prójimo es considerarlo diferente y por lo tanto inferior, para así argumentar nuestro abuso; otra es considerarlo enemigo y con ese pretexto justificar actos de explotación, represión, depredación o aniquilación;… aunque en el fondo las razones sean económicas y solo busquemos una “pantalla” para engañar a la sociedad y así imponer “impuestos” o exacerbar ánimos que justifiquen guerras, asesinatos, robo y esclavitud… con cargo a muchos, para beneficio de pocos.
Siendo así la naturaleza humana, pocas oportunidades tienen los desposeídos, los vulnerables, los pobres, para cambiar su circunstancia si no se deciden a usar la violencia y en justa represalia, quitarles a los que tienen lo que inmoral e injustamente tienen en exceso, porque lo tienen gracias a reglas y leyes indignas que favorecen a pocos en perjuicio de muchos, a menos que,… a menos que el estado asuma un papel protagonista y con compromiso y moralidad ¡Sin corrupción!, con una visión cristiana dicte políticas públicas que corrijan los excesos e injusticias a través de una distribución justa de la riqueza mediante la recaudación fiscal, apoyada en proyectos que incorporen a los “desposeídos” (sector social) de manera tal que de acuerdo al mandato constitucional, todos los mexicanos podamos ser libres, no porque en la letra podamos viajar o decir o hacer lo que queramos dentro de la ley, sino porque en la realidad tenemos los medios económicos para tener una vida digna y los recursos para disfrutar de esa libertad… Conozco mucha gente que no conoce el mar, porque simplemente no tiene los recursos para ir a conocerlo o para tomar unas vacaciones y eso,… ¡Eso no es libertad!
La industrialización trajo a la sociedad una nueva diferenciación de clases sociales, de la nobleza típica del Medievo y sustentada en el inmoral “derecho de sangre” respaldado por iglesias corruptas que privilegiaron castas de familias (hoy todavía vigente en países como España o Inglaterra, entre otros), se pasó al capitalismo, en donde la acumulación de riqueza permitía a pocos poseer los medios de producción o las tierras, dejando a los desposeídos dependientes de los patrones, de los hacendados, situación que hoy prevalece con una perversión aumentada por un modelo que facilita la acumulación de riqueza en pocas manos en perjuicio de millones de seres humanos que no tienen ninguna oportunidad para tener una vida digna y como consecuencia ¡Ser libres!
Un camino que permite la transición sin violencia, es, desde los gobiernos, poner medios de producción, infraestructura, tecnología y capital de trabajo a la disposición de los desposeídos, para incorporarlos paulatinamente al sector productivo para que socialmente aporten con su trabajo, al tiempo que se benefician de una mejora económica que les permite vivir con la dignidad de personas libres, enriqueciendo el modelo socioeconómico al convertirse en consumidores y ciudadanos que aportan fiscalmente para dar a nuestra sociedad la viabilidad que nos permita sobrevivir, sosteniendo a la raza humana mientras cuidamos el medio ambiente y los recursos naturales, no solo al tener ciudadanos funcionales y un plantea vivo, sino al construir ciudadanos que corresponsablemente y por convicción sean parte del progreso nacional, al encontrar en la sociedad a la que pertenecen las condiciones para una buena vida para ellos y sus familias en un entorno de paz y tranquilidad que nos permita a todos alcanzar la felicidad, reforzando así nuestra identidad nacional… ¡Así de sencillo!