La niñología/Gerardo A. Herrera Emilio Ángel Lome
Emilio Ángel Lome, se considera un niñólogo (que se dedica a entender la infancia; a recuperar la infancia, porque todos en algún momento fuimos niños), es decir, se dedica al conocimiento de los niños y las niñas; trabaja para los menores para que sean reconocidos dentro de la familia, de la escuela y de la sociedad.
Los niños y niñas son importantes, como importante es consultar a los mismos, su participación es fundamental en la construcción de la sociedad moderna, de una sociedad saludable.
Lome también es escritor, compositor y desde luego investigador, situación que abreva de un pensamiento de la complejidad que le da la oportunidad de construir sus mensajes de manera holística y sistémica, que son del gusto de los papas y de los hijos y que lleva a la comprensión de la palabra, de la música y del movimiento.
Hoy lo vi en el escenario, Lome es un gigante de la palabra, de la música, de la compasión, de conectar la energía y las neuronas de ese gran cerebro que somos la sociedad.
Llegamos de diferentes partes a la conferencia de Emilio Lome, integrábamos el gran cerebro con neuronas de diferentes capas sociales, de diferentes edades, llegaron niños, niñas, jóvenes, adultos y adultos mayores, ahí también estaba una pequeña niña con síndrome de Down. Emilio supo mover la conectividad de las neuronas, supo generar las condiciones para privilegiar la palabra con la música, desde luego en el acompañamiento de un pequeño tambor que le ayudaba a interactuar con las personas.
Es integrador el poder de Lome ya que logra hacer en el movimiento la participar tanto con los adultos como con los niños y niñas que ahí se localizaban; logra la interconexión de energías y su conducción permitió estabilizar a la audiencia en un nivel de amplia participación tanto con canciones para niños, como para las reflexiones de adultos, todos los ahí presentes disfrutamos.
Emilio cerro su conferencia de manera espectacular; lo expreso porque desde que inició su participación se encargó de ir construyendo el final, en este sentido y con una participación previa y un trabajo de socialización y relajación, hizo que los participantes se tomaran de la cintura para integrar líneas humanas que se movían de un lado a otro, así se irían sumando cada una de las hileras hasta hacer que el recinto se convirtiera en una masa de energía que se movía para conectarse con una paz que no es estática, al contrario que es dinámica y que requiere de la suma de las voluntades y las relaciones humanas cercanas; es decir, para encontrar en la suma de voluntades la estabilidad emocional, para lograr la conexión con los niños y niñas, pero sobre todo para reconocer que México no es un país de obscuridad, sino un país de mucha luz.
Finalmente expreso la reflexión respecto de la obra de Lome intitulada “La vaca que se creía mariposa”; es una obra recomendada, la narrativa plantea un dilema sobre la búsqueda de la identidad y la diferencia de su personaje protagónico, la vaca. A través de los sueños y anhelos de una vaca y una comunidad empeñada en evitar que los cumpla, se descubrirá el singular destino de quienes son los protagonistas.