La lógica apunta a la Ciudad de México
![](https://www.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2023/07/Ricardo-monreal-6-julio-2023-1160x700.jpg)
Mañana se nombrará al coordinador o coordinadora de la defensa del voto. O sea, al candidato oficial de Morena que buscará suceder al presidente López Obrador. De hecho, esto pone fin al primer periodo interno y, con ello, vendrá la madre de todas las batallas en 2024. De ese modo, entramos a un clima distinto que será clave y determinante para la transición política que viviremos.
Lo más importante de ello, antes de encarar el proceso, es que la unidad sea el común denominador. Después de mañana, se comenzarán a tejer las futuras posiciones. Hablo, por ejemplo, de las coordinaciones legislativas en ambas cámaras. De igual forma, espacios claves en el gabinete. Con ello mismo, es muy probable que habrá consenso para definir, desde este momento, a los perfiles que abanderarán al movimiento desde las entidades federativas. De hecho, se dice que, en las primeras horas del día de hoy, hay un cónclave interno con los presidenciales. Seguramente la tensión aumentó, pero, también, se abrirá el compás y la oportunidad para buscar un reacomodo que, al fin y al cabo, sea como una especie de equilibrio.
Esto se puede alargar el día de hoy por razones obvias que ha vivido el proceso a lo largo de dos años. Sin embargo, tendrá que llegar el punto para unificar criterios y, en esa lógica, todos se mantendrán en el movimiento. En ese sentido, considero que la suerte ya está echada y qué las cartas están puestas sobre la mesa. Tratándose de una elección entre dos, obviamente se abren las puertas, como se acordó en una cena privada, para quienes no ganaron las encuestas puedan ir a otros espacios claves.
Sabemos que, durante dos largos años, trataron de descarrilar la aspiración legítima de Ricardo Monreal. A lo largo de ese tiempo, vivió muchos instantes duros. El rigor de la guerra sucia, por ejemplo, acotó mucho la posibilidad y, con ello, aceleró el porcentaje de otros que, en la medida que fueron impulsados desde el poder institucional, supieron sacarle provecho. En pocas palabras, no fue un proceso democrático el que vivimos. Incluso, todavía la diferencia la percibimos en los 70 días de recorridos territoriales.
Por eso digo que, para que la unidad prevalezca, tiene que haber un equilibrio en la toma de decisiones. No sé quién encabezará la coordinación, ni mucho menos el timón de ambas cámaras legislativas. Lo que sí podemos deducir, hasta cierto punto, es que Ricardo Monreal, exlíder de los senadores de Morena, tiene las condiciones dadas para ser el futuro abanderado de Morena en la CDMX, más allá de las especulaciones que surgen, y de los posibles perfiles que competirán.
La entrevista de Omar Harfuch, en la Jornada, fue para generar confusión y meter presión a unas horas de elegir al coordinador de los comités. Estoy seguro de que, el secretario de seguridad de la capital del país, terminará su función como titular de la dependencia que encabeza.
Lo cierto es que, aunque la presión surja, Monreal tiene mucho terreno ganado porque, mientras recorrió el país entero, concentró toda la fuerza operativa en la Ciudad de México. Eso le permitió ir ganando presencia y convertirse en una alternativa viable del agrado de los ciudadanos, eso sí, de todos los sectores sociales, incluyendo las clases medias que, en 2018, le dieron la espalda al movimiento. Y el único, ya lo ha demostrado, que puede conciliar con ellos, es Ricardo Monreal Ávila. Incluso, la mayor evidencia de ello es, por mucho, su paso como líder de los senadores, donde, debemos recordar, sacó todas las propuestas del presidente no solamente con diálogo, sino con nivel y categoría para resolver los asuntos.
Es probable que, una vez nombrado el coordinador, Monreal levante la mano por la Ciudad de México. Al darse las condiciones y con una estructura inmensa que coordina Néstor Núñez y Catalina Monreal, el zacatecano irá en busca de la candidatura donde es, no hay duda de ello, el mejor perfil. Por ello, lo de Omar Harfuch es como una especie de mensaje para meter presión y hacer más ruidoso el proceso interno. No será sencillo, ya lo dijimos, pero con toda la experiencia del mundo, Ricardo Monreal, de acuerdo con la lógica, tiene un paso adelante. O sea, un pie y medio en el Antiguo Palacio de Ayuntamiento en la CDMX.
Lo demás, sabemos, es la clásica atmósfera que se forma en vísperas de un proceso interno. Adamás de ello, el rumor de qué ese tema se habló directamente con el presidente, es muy fuerte, al grado de que, lo que se ve, no se pregunta. Y, para muestra, Ricardo Monreal visitó las 16 alcaldías; todas ellas, por cierto, con miles de asistentes.