La libertad de prensa en la democracia/Miroslava Pacheco
Norberto Bobbio decía que “la democracia es aquella en la que el poder se encuentra no en las manos de una sola persona o de pocas, sino de todas, o mejor, de la mayor parte, en cuanto tal, se contrapone a las formas autocráticas de gobierno”.
Para que una democracia se pueda consolidar es necesario que esta se encuentre reglamentada y respaldada, es decir, que se garantice la más amplia participación de los ciudadanos, de entre las reglas que se establecen destaca el reconocimiento de libertades fundamentales o Derechos Humanos, de ahí que los Estados que se consideren democráticos, se vean obligados a resguardar estos derechos.
Hoy en día el derecho a la libertad de expresión y libertad de prensa constituye pieza importante para la formación de una democracia. Los medios masivos de comunicación en su labor diaria de informar a los ciudadanos sobre los temas relevantes que acontecen en el país, forjan opiniones, ideologías, crean debates políticos y como consecuencia tenemos que los periodistas adquieren un papel importante dentro de la democracia y de las elecciones populares.
El ejercicio de esta profesión requiere de medios de comunicación libres de censura y de control, sin ello es casi imposible que los ciudadanos se mantengan informados y creen opiniones críticas a partir del contenido periodístico. Lamentablemente en el contexto actual los periodistas son sujetos de ataques y amenazas que ensombrecen su actividad, de hecho México es uno de los países más inseguros para ejercer esta profesión, y es que no es coincidencia que la ONG Freedom House coloque a nuestro país en la categoría de “not free” (NO LIBRE) y que en el informe de Reporteros Sin Fronteras se señale que entre 2000 y 2016, se registraron 99 casos de periodistas asesinados colocando a México en el lugar 147, entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.
En lo que va del 2017 han muerto cuatro periodistas, en memoria de ellos, de los desaparecidos, de los que se encuentran encarcelados, de los que son y han sido amenazados es que hoy el mensaje es claro y alarmante, el gobierno mexicano debe garantizar la protección de los periodistas, de evitar censurar y por su puesto de no permitir que los asesinatos y ataques sean impunes.
No podemos fomentar el pánico en nuestro país, ni permitir que este impida que los ciudadanos puedan expresarse pues la democracia no está cimentada en el miedo, inseguridad e impunidad. Crear condiciones y mecanismos que sean la garantía de este Derecho Humano es condición indispensable para este régimen democrático.