La libertad es diversidad

Adquirí un texto que siempre que hablo de la libertad en mis reflexiones teóricas con relación de los derechos humanos, lo presentó y se la importancia que tiene no solo el principio del daño, o la libertad de pensamiento y expresión respecto de la libertad. Comparto con ustedes algunas ideas torales sobre el texto en cuestión, y las dedico a quienes han sido mis alumnos en la Maestría de la UVAQ y UMA, o bien en espacios académicos de educación básica con docentes.
John Stuart Mill, en su obra "Sobre la libertad", define la libertad como la ausencia de interferencias externas en las acciones de los individuos, siempre y cuando estas no dañen a otros. Para Mill, la libertad individual es esencial para el desarrollo humano y el progreso de la sociedad. Cada persona tiene el derecho inalienable de actuar y pensar de acuerdo con su propia voluntad, siempre y cuando no interfiera con la libertad de los demás, y esto es fundamental.
En este sentido Stuart Mill establece el principio del daño, que sostiene que la única justificación para limitar la libertad individual es prevenir daño a otros. Según este principio, la sociedad tiene el derecho de intervenir cuando las acciones de un individuo causan daño a otros, pero esta intervención debe ser aplicada con cautela y solo en casos de daño directo, hoy, con la intervención del Estado que tiene el monopolio del poder.
Además, el autor en cuestión destaca la importancia de la libertad de pensamiento y expresión libertad de pensamiento y expresión, argumentando que la diversidad de opiniones y la tolerancia hacia ellas son fundamentales para el avance de la humanidad. La confrontación de ideas y la libre expresión y la construcción de espacios permiten el debate y la búsqueda de la verdad, lo que contribuye al desarrollo intelectual y social.
Reconozco en John Stuart Mill la capacidad de proyectar la importancia de la libertad y derechos individuales, el principio del Daño, el Utilitarismo como mecanismo para alcanzar la felicidad y minimizar el sufrimiento, además, la participación ciudadana y la democracia a través de la educación y el debate de las ideas para construir una sociedad sana y progresista. Y finalmente las cuestiones de género, en donde defendía las posiciones de la mujer.
En estos años de un trabajo permanente por posicionar el tema de transición del binarismo a la diversidad, social, cultural, lingüística, étnica, política, sexual, me queda claro que da sentido abrevar de las reflexiones de John Stuart Mill, quien comprende que la libertad y la diversidad están íntimamente relacionadas. En su obra "Sobre la libertad", el teórico argumenta que la diversidad de opiniones, estilos de vida y modos de pensar es esencial para el progreso de la sociedad, yo agregaría la diversidad de identidades sexuales. Mill cree que la libertad individual permite a las personas explorar diferentes formas de vivir y de expresarse, lo que enriquece a la sociedad en su conjunto, porque no parte de un planteamiento que unifica, que homogeniza, sino al contrario de procesos diversos que nos hacen ver la realidad de manera diferente.
Para Mill expresa que cuando se permite a las personas actuar y pensar de manera independiente, se fomenta la innovación y el descubrimiento de nuevas verdades. Además, la diversidad de opiniones y experiencias puede servir como un contrapeso a las tendencias autoritarias y conformistas, promoviendo un entorno donde el debate y la crítica constructiva son posibles.
Es de esta manera que, la libertad individual es un medio para alcanzar una sociedad más diversa, creativa y dinámica. La diversidad, a su vez, es un signo de una sociedad libre y saludable, donde se valora y se protege la autonomía personal, esa misma autonomía que es reconocida por el Estado y permite tomar decisiones libres, pero siempre éticas bajo un enfoque de igualdad sustantiva.