La inclusión social

Por cuarta ocasión, se ha hecho realidad un evento que resignifica la importancia de trabajar en competencias y habilidades para la vida de las personas y generar en ellas las condiciones para el reconocimiento y aceptación de los mismos derechos que las personas que viven con alguna discapacidad y lograr en el ejercicio cotidiano hacer posible cumplir sus sueños, entre ellos, el tener una fiesta de cumpleaños, de quince años, de acceder a un trabajo digno, de acceder a una educación para la vida.
En efecto, se llevo a cabo la Cuarta Edición de las Quinceañeras por la Inclusión, un evento que nos permite identificar la valía que tiene la sociedad civil, los grupos organizados, los empresarios, algunos servidores públicos para dar viabilidad a proyectos importantes y sensibles para continuar trabajando el modelo de inclusión en Michoacán.
El tramo en estos cuatro años de trabajo para sacar adelante cuatro ediciones del Proyecto de Quinceañeras por la Inclusión no ha sido fácil, y no lo es, porque aun hay que romper las estructuras ideológicas y opresivas que recaen en contra de las personas que viven con discapacidad, por aquellos que viven en privilegios y que no son sensibles a reconocer las diferencias y aceptar que unos y otros tenemos los mismos derechos, el derecho humano a ser felices.
El trabajo que viene realizando Ángel de Corazón porque me nace ayudar A.C., es importante derivado de las múltiples acciones realizadas para hacer convocar acuerdos con otras estructuras sociales y generar las condiciones para que en estos cuatro años un buen número de personas con discapacidad principalmente adolescentes, pero también adultas mayores, jóvenes con discapacidad intelectual puedan participar de este ejercicio de comunidad, que nos permite comprender la importancia de alejarnos de valores líquidos y la inmediatez, para transitar a los valores sólidos que den sustento a la cohesión social que tanto necesitamos en términos de confianza, identidad y pertenencia, valores de comunalidad, pero igualmente de convivencia, fraternidad y participación para hacer de este acto, un acto de mucho éxito.
Así, esta cuarta edición nos permite reencontrarnos con atender actividades de desarrollo humano y de valores, principios y virtudes sociales para la comprensión de este hecho inédito en México, no solo en Michoacán o Morelia, sino en todo el país, no hay otro evento de estas magnitudes que ejemplifique la importancia del trabajo en común, del trabajo colaborativo para una causa tan emotiva como es reconocer la juventud en una persona frente a la sociedad, porque aun con discapacidad no deja de ser persona, no deja de ser humana, y no deja de interactuar con la sociedad, por ello, la presentación ante la sociedad.
Desde muy temprano, diversas cultoras de belleza, atendieron el cuidado de las quinceañeras por la inclusión, para su presentación en el acto religioso que se atendió justamente en la Iglesia del Carmen. Una misa generosa, comprometida, llena de esperanza y generación de posibilidades para un proyecto de vida de quienes ahí estaban acompañando, ya familia, amigos, amigas, población, organizaciones y otros elementos significativos para este alcance importante de proyección como la generosidad de Miguel Ángel Martínez quien siempre esta presenta para estas tareas, acompañado de su esposa Ketzia y su pequeña Aurora, haciendo proyecto de familia.
De ahí se trasladaron a la Plaza Generalísimo Morelos, conocida como el Caballito, en donde todo estaba dispuesto para la celebración en comunalidad: toldo, mesas y centros de mesas, sillas, programa musical, viandas, el gran pastel, el último regalo como niñas, el vals y sus padres y padrinos y madrinas, los abrazos, las palabras de muchas de ellas, la convivencia y el respeto a sus proyectos del interés superior de las juventudes.
Agradecer, si agradecer es lo menos que podemos hacer para quienes pensaron en la importancia de este eventos para las quinceañeras, para las personas adultas mayores que lograron su propósito, para los jóvenes que seguramente en otro momento hubiera sido difícil realizar un evento de esta magnitud, para quienes estuvieron en todo el proceso, para quienes desde temprano accedieron a dar el arreglo a las quinceañeras, al padre que oficio la misa, generoso y bueno como es siempre, a quienes donaron su dinero para hacer posible la preparación de los alimentos, a quien ofreció ser los padrinos de pastel, a quien facilito el transporte para trasladar de la iglesia al evento en la plaza, a quienes mantuvo la difusión, toma de fotos, elaboración de notas informativas, a empresas que apoyaron y desde luego quien dio una bendición para que todo saliera bien, quien estuvo al pendiente de las llamadas, y de convocar para los atuendos que se utilizaron por las quinceañeras, los que dieron el último regalo, y en general a los músicos que dieron su talento para el evento, y en general, al general que mantuvo una cercanía con todos y cada uno de ellos, me refiero a Miguel Ángel Martínez y su familia Ketzia y Aurora su hija.
Seguramente tendremos otra acción en un año más, pero ya será la quinta edición de Quinceañeras por la Inclusión. Gracias, siempre gracias a Ángel de Corazón porque te nade ayudar, A.C. y a todo su personal social que promueven la inclusión en Michoacán.