La incertidumbre y el regreso de la pluralidad
La incertidumbre es propia de la política. La democracia la asimila como una realidad natural y hasta virtuosa; el autoritarismo, como un problema. La popularidad presidencial propicia la idea de que hay certeza de que el oficialismo prevalecerá en la contienda. Sin embargo, el debate y las campañas políticas alteran el escenario, además se presentan sucesos que lo modifican, en ocasiones de manera dramática, como en Guerrero, con la tragedia del huracán Otis en Acapulco. Lo menos que se puede decir es que allí hay un antes y un después. La percepción acerca de las autoridades de Morena en los tres órdenes de gobierno seguramente cambió y con ello se modifica lo que antes se daba como cierto.
El presidente López Obrador actúa para generar la percepción de un futuro resuelto en función de su proyecto. Su prédica mañanera tiene tal objetivo; votar por la oposición para él es anatema, además, se ha esmerado para que los medios de comunicación proyecten una imagen favorable al gobierno, por ello los enfrentó e insultó en los primeros días de la tragedia en Acapulco, para hacer sentir su autoridad una cobertura favorable al gobierno y la subsecuente durante las campañas. La cuestión es que las personas enfrentan una realidad más allá del discurso oficial o de la cobertura noticiosa, además los flujos de información en la red digital están fuera de control.
Otro acontecimiento de impacto es la manera como Morena resolvió las 9 candidaturas a ejecutivo local, proceso que coincide con la decisión de Marcelo Ebrard de permanecer en Morena. No hubo rupturas y las inconformidades fueron resueltas. Sin embargo, en la Ciudad de México el aspirante con clara ventaja tuvo que ceder espacio con el pretexto de la cuota de género impuesta por el INEa los partidos. En el Frente también ha sido accidentada la selección de Santiago Taboada, porque no se siguió lo acordado, esto es, una forma de elección primaria a manera de construir democráticamente la candidatura. Ganó la urgencia promovida por las dirigencias de los partidos. La dimensión ciudadana ha perdido fuerza, las dos candidaturas más importantes del Frente son producto del acuerdo cupular, a pesar de que los aludidos eran favoritos en las encuestas.
Las decisiones de Morena contribuyen a la incertidumbre; en la Ciudad de México excluyen al mejor calificado, en Morelos ni siquiera le dieron oportunidad de participar en la encuesta a la senadora Lucía Meza, quien será postulada por el Frente opositor; en Guanajuato y Jalisco optaron por candidatas no competitivas. Guerrero, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Puebla y Yucatán se vuelven oportunidad para la oposición, además de los estados que ya gobierna, como Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Querétaro y Durango.
Otro asunto de impacto público es la renuncia de Arturo Zaldívar para incorporarse a la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum. El tema tiene que ver con la imparcialidad que supone la condición de ministro, pero más con la guerra que el presidente ha declarado a la Corte. Con la renuncia anticipada al cargo que concluía hasta después de un año, el presidente podrá nombrar a una ministra por 15 años. El tema que importa es el futuro de la república y del régimen de división de poderes. La terna presentada se corresponde a la idea de que los ministros deben someterse a la línea política del régimen, sin el menor miramiento sobre la imparcialidad a que están obligados, además del impedimento de la consejera jurídica Ríos González para el puesto por tener rango de secretaria de Estado.
Movimiento Ciudadano escogió como candidato al gobernador de Nuevo León, Samuel García. Es un interrogante sobre su efecto en la elección, particularmente si dividirá el voto opositor o si sus adhesiones tendrán mayor horizontalidad al perfilar su objetivo sobre los electores jóvenes y quienes por igual están insatisfechos con el estado de cosas.
El potencial predictivo de las encuestas convencionales está comprometido, sobre todo, porque la competencia apenas empieza y mucho de lo que acontece contribuye a la incertidumbre. En su conjunto, perfila una elección competida, un desenlace incierto en la elección presidencial y el regreso de la pluralidad en los gobiernos locales, ayuntamientos y en la representación legislativa.