Itinerario político/Ricardo Alemán
Nadie lo imaginó. Lo grave, sin embargo, es que muchos hoy tampoco lo quieren ver, sobre todo líderes, políticos y dirigentes que estupefactos vieron morir a Acción Nacional sin chistar.
Pero lo más grave es que si durante décadas “el peligro para México” fue un eslogan propio de López Obrador. Hoy “el otro peligro para México” se llama Ricardo Anaya.
¿Lo dudan? Van las pruebas.
1.- Porque Ricardo Anaya impuso una dictadura en el partido emblema de la democracia y las libertades; canceló el debate y libertades democráticas, satanizó y persiguió a sus adversarios y, de manera idéntica a la dictadura de López Obrador, se adueñó de todos los órganos directivos y consultivos del PAN mediante la compra de conciencias y lealtades.
2.- Porque al mejor estilo de Morena, Anaya engañó a líderes, políticos y gobernantes de su partido cuando buscó la dirigencia. Resulta que prometió a todos que no buscaría la candidatura presidencial por el partido azul; que no colocaría su interés personal sobre el interés del partido y que no traicionaría su palabra. Lo juró y lo perjuro. Al final engañó a todos y les mintió a todos. Igual que AMLO en Morena.
3.- Durante décadas el PAN cuestionó los métodos autoritarios y nada democráticos del PRI, sobre todo en la selección del candidato presidencial. El “dedazo” fue el símbolo de la antidemocracia priísta y, al mismo tiempo, el estandarte de los azules para confirmar que eran diferentes al PRI.
Y es que el PAN construyó las mejores prácticas democráticas y la selección de su candidato presidencial era un ejemplo en todo el mundo.
Pero hoy, Ricardo Anaya se autoproclamó no sólo dueño del PAN sino candidato presidencial, en abierta copia al PRI. Anaya es hoy todo aquello que el PAN le cuestionó al PRI y a Morena.
4.- Peor, cuando Miguel Mancera propuso crear el Frente Ciudadano por México, la divisa fundamental era abrir la puerta a ciudadanos mediante métodos democráticos, para que un frente de partidos arropará a los ciudadanos y los postulará a puestos de elección popular.
Sin embargo, Anaya mandó “al diablo” a los ciudadanos y se olvidó de la democracia. En rigor utilizó la fórmula idéntica a la empleada por AMLO en Morena y se proclamó “rey” de la alianza PAN-PRD-MC.
5.- Además, las cuotas y los cuates que PAN y PRD siempre criticaron en el PRI y en Morena, hoy son la arquitectura del la alianza PAN-PRD-MC.
Y si lo dudan, basta revisar el reparto de candidaturas a puestos de elección popular entre PAN, PRD Y MC. Anaya es candidato porque regaló las candidaturas del PAN al PRD y a MC.
6.- La corrupción fue una de las principales banderas del PAN y del PRD, en las últimas tres décadas. Sin embargo, Ricardo Anaya es el padre de una de las peores criaturas de la corrupción en el PAN; “los moches”, que no son más que el saqueo institucionalizado del dinero público de ese un partido político.
Y gracias a los moches, Anaya compró conciencias, silenció críticas y garantizó lealtades. Aun así Anaya cuestiona la corrupción, cuando abundan las evidencias de que convirtió al PAN en uno de los partidos más corruptos y que más saquea el dinero público. La misma escuela que López Obrador y sus recaudadoras.
7.- Al estilo de López Obrador, Ricardo Anaya es selectivo con los medios y periodistas a los que da entrevistas. Es decir, sólo acepta entrevistas a modo. Y como López Obrador construye la narrativa de sus respuestas a partir del engaño vulgar y la mentira procaz.
8.- Como saben, uno de los signos del autoritarismo y la antidemocracia de López Obrador es su profundo gusto por el populismo. Y como si se tratara de una clonación milagrosa, Ricardo Anaya ofreció un retrato de cuerpo completo de su populismo.
De la nada, Anaya sacó la mentira engañabobos de que es posible otorgar una pensión de desempleo a todos los mexicanos que no están empleados. No conforme con esa gran mentira engañabobos, manipuló el ensayo de un Premio Nobel para vender su “joya” del populismo.
Como queda claro, no existe diferencia alguna entre la cultura política y nada democratica de Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador. Es decir, Anaya muestra la misma escuela populista, mentirosa y engañosa que López Obrador.
Y aún tienen dudas, una perla Nicolás Maduro vetó a los opositores para la elección presidencial. Anaya vetó a Margarita Zavala para la presidencia de México.
Por eso, hoy podemos decir que Ricardo Anaya es “el otro peligro para México”.
O si se quiere Ricardo Anaya, AMLO y Maduro parecen gotas de agua; políticos que están lejos de ser alternativa real.
Al tiempo.