Itinerario político/Ricardo Alemán
Lo dije en mayo pasado, cuando decidí salir del diario Milenio y lo reitero hoy; las grandes herencias de mis padres son el trabajo, la gratitud y la lealtad.
Gratitud a quien abre la puerta de su casa y me invita a pasar; gratitud a Antonio Torrado directivo fundador del Diario 24 Horas, quien me invitó a colaborar a su casa editorial con el Itinerario Político.
Gratitud a la nobleza mostrada por sus directivos, en momentos de persecución y linchamiento, como los que viví en mayo pasado.
Pero, sobre todo, lealtad a mis principios e ideales; lealtad a la amistad, a la congruencia, a la verdad y al empeño en defender la libertad más amenazada en México; la libertad de expresión.
Y precisamente por lealtad al compromiso con la libertad de expresión y con la convicción de no callar a las voces críticas –cuando México requiere gritar los abusos, las torpezas y violaciones constitucionales del nuevo gobierno--, decidí dejar el Diario 24 Horas.
Y es que mi postura crítica al gobierno del Presidente Obrador y a la tragedia que significa, para la democracia, la muerte de contrapesos como el Congreso y la Corte, hicieron difícil mi permanencia en 24 Horas.
Se ponía en riesgo la solvencia económica de la empresa y algunos de los accionistas no estaban convencidos de que la crítica al nuevo gobierno fuera el mejor camino para su estabilidad financiera.
Por eso --como lo hice en su momento en Televisa y en Milenio--, decidí poner fin a la publicación del Itinerario Político en las páginas de 24 Horas; páginas amenazadas con el retiro de las pautas publicitarias.
Está claro que se trata de una nueva batalla que ganan la censura la intolerancia y el autoritarismo del gobierno de Obrador, que apuesta a la muerte de todos los contrapesos posibles; que amenaza y presiona para terminar con el contrapeso de medios independientes y voces críticas.
Pero también es cierto que el Presidente Obrador puede engañar a muchos durante muchos años, pero no engañará a todos todo el tiempo.
Por mucho tiempo el Presidente Obrador puede exigir a muchos medios la cabeza de los críticos a su gobierno, pero no podrá callar a todos los medios todo el tiempo y tampoco callará todas las voces críticas.
Más aún, para fortuna de la sociedad mexicana y de su democracia, poco a poco despiertan las voces atolondradas que creyeron el engaño del “México mágico” que prometió Obrador y que no aparece por ningún lado.
Y es que la terca realidad desencantó muy pronto a muchos; críticos, opinadores, intelectuales y políticos a los que pueden echar de muchos medios, pero quienes siempre contarán con el recurso de los medios alternativos; digitales y en redes.
Medios llamados a convertirse en un poderosos instrumento en manos de los ciudadanos, para derrotar la tiranía instalada en el poder y, sobre todo, para salvar a la democracia.
En efecto, para los medios complacientes con el nuevo gobierno y para sus aplaudidores es día festivo cuando muere un medio independiente y cuando es callada una voz crítica.
Pero no podemos olvidar que en tiempos de intolerancia y represión, los carniceros de hoy serán las reses de mañana.
Al tiempo.
EN EL CAMINO.
Por cierto, estoy seguro que 24 Horas cumplirá con los compromisos económicos pendientes.