Itinerario político
PAÍS DIVIDIDO Y LLAMA
“¡AL GRITO DE GUERRA!”
Si no es por la gravedad que implica la ligereza declarativa de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, serían de risa loca sus respuestas a los graves inconvenientes para nuestro país, que supone la inevitable llegada al poder presidencial, de Donald Trump.
Y es que “la señora presidenta” supone, imagina o algunos maldosos le hacen creer que México es tanto o más poderoso que sus socios comerciales de América del Norte, al grado de enfrentar una guerra.
Por eso, frente al potencial incremento de los aranceles en Estados Unidos, la mandataria mexicana devolvió la amenaza con una respuesta bravucona y peleonera: “a los aranceles norteamericanos, más aranceles”.
Tiempo después, en respuesta a la desventaja económica que significa para México una guerra comercial, la presidenta respondió con una “chabacana idea” que exalta una imaginaria, pero inexistente, unidad nacional.
Más aún, ante la amenaza de una “invasión blanda” por parte del nuevo gobierno norteamericano, a partir del 20 de enero del 2025, la señora Claudia contraatacó con la exaltación de un rancio nacionalismo que, les guste o no a los “cuatreros” de Morena, tampoco existe.
Por eso, a diario se suman las voces que en México y allende fronteras se preguntan: ¿hasta cuándo veremos seriedad en las declaraciones y las respuestas de la presidenta mexicana frente al mundo?
Pero de todo el periplo discursivo que se ha producido entre la señora Claudia y el señor Trump, las respuestas más vergonzosas son las dos más recientes, en las que abiertamente recurre a la exaltación del nacionalismo y de la figura del enemigo externo.
En el primer caso, a la pregunta sobre la debilidad de México frente al poderío del PIB norteamericano, Claudia Sheinbaum dijo lo siguiente: “por más que el PIB de Estados Unidos sea grande, nosotros somos una potencia cultural, y aquí las familias mexicanas nos juntamos, nos queremos, por eso no tenemos la crisis de fentanilo que tienen los Estados Unidos y eso es un orgullo de las mexicanas y los mexicanos”. (FIN DE LA CITA)
¿Cómo debe entender tamaña barbaridad el ciudadano de a pie, aquel que vive en la miseria, desempleado, acorralado por la violencia y por el crimen, sin servicio de salud, educación y sin futuro alguno para sus hijos?
¿De verdad la presidenta supone que, más allá de los fanáticos de Morena y --de quienes reciben una dádiva mensual de su gobierno--, el resto de los mexicanos se van a tragar tamaño gazapo?
¿No entiende la presidenta que millones de mexicanos, sobre todo de la tercera edad, no han olvidado las crisis económicas que dejaron los gobiernos populistas de Luis Echeverría y Carlos Salinas?
Pero no es todo. El más reciente disparate de Sheinbaum se produjo en la mañanera de ayer, martes 3 de diciembre del 2024, cuando respondió a la posibilidad de una “invasión suave” que se podría ordenar contra México, una vez que tome posesión el gobierno de Donald Trump.
La respuesta de “la señora presidenta” dejó sin habla a millones de mexicanos. Así lo dijo: “No es un escenario que tengamos en mente y, de todas maneras, tenemos nuestro himno nacional”. (FIN DE LA CITA)
¿Qué significa lo anterior; como debe ser tomada esa locuaz declaración por los ciudadanos de a pie?
¿Acaso la señora presidenta está pensando en iniciar una guerra armada frente a Estados Unidos?
¿Acaso no existe una voz sensata en Palacio, capaz de advertir sobre el peligro de tamaños delirios populistas?
¿De verdad la señora presidenta cree que en un país dividido entre “el pueblo bueno”, “los neoliberales” y “los fifís”, será posible convocar a la unidad nacional y, sobre todo, al belicista “un soldado en cada hijo te dio”?
¿Nadie le ha dicho a la señora Sheinbaum que, millones de mexicanos saben que una de las más socorridas estrategias de los populistas es buscar un enemigo externo y apelar al nacionalismo trasnochado contra ese enemigo?
¿Nadie le ha dicho que salvo los fanáticos “cuatroteros”, nadie le haría caso a su “descocada” convocatoria?
Y es que la locuacidad de señora Sheinbaum puede llegar al extremo de llevar a México y a los mexicanos a un escenario belicista frente al no menos locuaz gobierno de Trump, para probar el nacionalismo trasnochado que sólo da vueltas en su cabeza.
Por lo pronto, que nadie se diga sorprendido cuando se confirme que Donald Trump es capaz de imponer aranceles y lanzar la fuerza pública contra los cárteles criminales mexicanos. Y es que Trump es capaz de todo.
Y todo es todo.
Al tiempo.
EN EL CAMINO
Hoy se cumplen 65 días del gobierno de la espuria Claudia Sheinbaum y no sólo han sido asesinados tres periodistas; sino casi 5 mil ciudadanos. ¿Y así quiere la presidenta unidad nacional?