Itinerario político
¡UN CRIMINAL ELECTORAL; UNA PRESIDENTA ESPURIA!
Sin duda que el siguiente texto será desagradable para muchos fanáticos de Palacio.
Sin duda otros tantos pretenderán justificar lo injustificable, frente a una realidad que resulta aplastante.
Y es que el presidente López Obrador, además de instituciones del Estado como los Servidores de la Nación, el INE y el Tribunal Electoral, no son más que vulgares criminales electorales que debieran estar presos, si en México siguiera vigente la Constitución.
En efecto, si en Palacio, en el INE y en el Tribunal Electoral respetaran la Carta Magna, la “señora presidenta” no sería más que una “presidenta espuria”, que violentó todas las leyes electorales y que llegó al poder de forma inconstitucional e ilegítima.
Pero el asunto resulta peor si acudimos a la memoria histórica y probamos lo irrefutable de que hoy, Obrador está en la historia como un criminal electoral peor que el ex presidente Fox, mientras que la presidenta impuesta, la señora Claudia, no es más que una “presidenta espuria”, peor que Felipe Calderón.
Sí, en los hechos, Obrador terminará su presidencia como el peor criminal electoral de todos los tiempos --peor que Salinas, Bartlett y que Fox--, mientras que Claudia ya está en la historia como la peor presidenta groseramente “espuria”, lo que convierte en juego de niños las acusaciones de AMLO contra Calderón.
Y si lo dudan, vamos por partes.
Primero vale recordar que antes, durante y después del 2 de junio del 2024, aquí dije que viviríamos una elección de Estado y que ni Obrador, ni su partido y menos los gobiernos de Morena dejarían el poder sin antes intentar el mayor fraude de Estado.
Sí, estaba claro, que ni López, ni su partido, su gobierno, sus alcaldes y mandatarios estatales dejarían el poder en una elección legal y apegada a la Constitución. ¿Y por qué la certeza de que viviríamos una elección de Estado?
Por razones elementales; porque ni Obrador ni los líderes y gobernantes de Morena son demócratas. Porque empezando por López, todos los políticos de Morena son farsantes que “sí y sólo sí” buscan el poder por el poder y porque han probado que sólo van por el dinero fácil; la rapiña del dinero público.
En pocas palabras, Obrador, su gobierno, su partido y los políticos de Morena no son más que vulgares ladrones.
Por eso documenté que se preparaba una elección de Estado; que montañas de dinero público saqueado de las instituciones habían sido puestas al servicio de un descomunal fraude; además de la clara violación a la Constitución y de las reglas electorales.
Y también por eso probé la engañosa participación de los Servidores de la Nación y la ilegal amenaza de retirar los beneficios sociales a cambio del voto. Y hasta ofrecí las evidencias y los intríngulis de una escandalosa “narco-elección” de Estado, en donde los jefes de crimen compraron masivamente el voto.
Todo ese cochinero lo confirmó en días pasados en Tribunal Electoral. Sin embargo, nadie hace nada contra los ladrones electorales de Palacio y de todos los estados.
Y ahora, si ya se entendió el tamaño del fraude, vamos a la ilegal “estrategia para legitimar” el fraude.
Resulta que, mediante otra violación a la Constitución, López pretende violar la Carta Magna para imponer una “sobre-representación” en la Cámara de Diputados.
¿Y qué significa la “sobre-representación” de diputados en el Congreso?
Resulta que el Artículo 54 de la Constitución establece, en la fracción V, que: “En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios (mayoría o representación proporcional) que represente un porcentaje de la cámara (de diputados) que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional”.
Es decir, que si Morena y sus aliados sólo alcanzaron el 54% de la votación nacional, no les corresponden los 332 diputados –dos tercios más uno del total de 500 diputados--, que requieren para modificar la Constitución.
Y aquí es donde viene la segunda trampa.
Luego de la grosera elección de Estado que llevó al poder, de manera espuria, a la señora Claudia, ahora el criminal electoral, de nombre López Obrador --y su pandilla mafiosa--, pretenden robarse la mayoría en la Cámara de Diputados para modificar la Constitución y destruir al Poder Judicial.
Todo ello contra lo que establece la Constitución y la Ley Electoral, para impedir la “sobre-representación” en la Cámara de Diputados.
En pocas palabras, primero fue el escandaloso fraude de Estado y ahora la no menos escandalosa e ilegal “sobre-representación” en el Congreso.
Por eso las preguntas: ¿Quien llevará presos a los delincuentes electorales de Palacio? ¿Quién será capaz de declarar ilegal la elección presidencial del 2 del pasado junio? ¿Quién hará la declaratoria oficial de que la señora Claudia es una presidenta espuria? Al tiempo