Itinerario político
¡EN 2024 EL CRIMEN PODRÍA
IMPONER AL PRESIDENTE...!
Las señales son muy claras.
Y no las quieren ver sólo quienes se niega a lo evidente.
¿Y qué es lo evidente?
Que el crimen organizado ya está operando a favor de aquella que será su candidata y luego su presidenta. ¡Claro, es lo que los criminales creen!
¿Y cuales son esas señales?
Aquí tres ejemplos recientes.
1.- El 25 de julio del 2023 fue asesinada a balazos Zayma Zoraya Zamora García, ex candidata al gobierno municipal de Poza Rica y operadora electoral en Veracruz, del precandidato Adán Augusto López, de Morena.
Hasta hoy el gobierno de Veracruz nada ha dicho sobre el asesinato de la mujer, que era una activa promotora del tabasqueño.
2.- El 28 de julio perdió la vida el empresario Daniel Flores Nava, --operador político y financiero del precandidato Adán Augusto López--, al
desplomarse en el Golfo de México la avioneta Cessna 650 Citation VII, en la que viajaba luego de participar en eventos proselitistas en Veracruz.
Flores Nava era propietario de la empresa Proyecta, a la que Adán entregó contratos por 20 mil millones de pesos en su calidad de gobernador de Tabasco. Era uno de los más activos promotores financieros del tabasqueño.
Sobre el accidente en el que perdió la vida el empresario --junto con dos personas más--, nada se sabe. Incluso el presidente López Obrador dijo desconocer si se investiga la tragedia.
3.- La noche del 29 de julio del 2023 fueron asesinados en la Carretera México Acapulco el empresario José Fuentes Brito y su hijo, Manuel Fuentes Calvo, por hombres armados que también mataron a un testigo de los hechos.
El empresario Fuentes Brito era uno de los principales operadores político-financieros de Ebrard, precandidato presidencial de Morena. Lo curioso es que en este caso el ex canciller sí exigió justicia. Tampoco se sabe nada sobre el móvil del crimen y la identidad de los presuntos responsables.
Por eso obliga preguntar: ¿Quién está detrás de los tres crímenes políticos citados? ¿Cuál es el mensaje de esos actos criminales y terroristas?
Está claro que se trata de “mensajes ejemplares” en los que los autores intelectuales mandan el siguiente mensaje: “Esto le pasa a quienes apoyan a Adán o a Marcelo?
Sí, está claro que el crimen organizado ya está metido en la sucesión presidencial y que sus mensajes son de terror. Pero no es novedad ya que, por ejemplo, en los previos a la contienda presidencial de 2018 también se vivió una ola de violencia y crimen. Sí, porque la mafia criminal también vota.
Y si lo dudan, aquí un resumen del Itinerario Político del 28 de junio de 2018, titulado: “¿Los narcos al poder?”. El texto que van a leer desató la más demencial persecución en mi contra: “Pocos se han ocupado del tema.
“Muchos lo ignoran deliberadamente mientras la mayoría de los votantes son ajenos a la gravedad del problema.
“Nos referimos al escandaloso número de ciudadanos asesinados por motivos político-electorales –sean candidatos o militantes de distintos signos y rangos–, y al insólito número de candidatos que por temor, por amenazas o presiones directas dejaron la contienda.
“Según reportes del portal Letra Roja, entre septiembre de 2017 y julio de 2018 fueron asesinados 120 ciudadanos, todos vinculados con el proceso electoral. De ellos, 48 eran candidatos o precandidatos y los atentados se dieron en los Estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, México, Guanajuato y Puebla.
“Una “perla” de la gravedad del tema lo vemos en el municipio de Coyuca, en Guerrero, en donde fueron asesinados 11 políticos sólo en 2018, pero esa es sólo una parte del problema, según el periódico Excélsior en el proceso electoral “se bajaron” de la contienda 5 mil 700 candidatos, principalmente en los Estados de Oaxaca, Michoacán y México.
“Sólo en Oaxaca el INE reportó la sustitución de mil 660 candidatos.
Frente a las escalofriantes cifras anteriores obliga preguntar.
“¿Estamos ante una narcoelección? ¿Quién está detrás de los 120 asesinatos durante el proceso electoral? ¿Cuántos de los 48 candidatos que suplieron a los asesinados fueron impuestos por el crimen organizado o el narcotráfico? ¿Cuántos de los 5 mil 700 candidatos a distintos puestos de elección popular que “se bajaron” de la contienda, lo hicieron por amenazas, presiones o indicaciones del crimen organizado? ¿Cuántos de los suplentes de esos 5 mil 700 que “se bajaron”, estarán al servicio del crimen organizado?
“No sabemos si los suplentes de los candidatos asesinados o de los aspirantes que “se bajaron” de la contienda ganarán la elección. Por eso obliga volver a preguntar. ¿Cuántos diputados federales llegarán al Congreso gracias a sus vínculos con el narcotráfico? ¿Cuántos senadores estarán en un escaño porque deben favores al narcotráfico? ¿Cuántas de las miles de alcaldías que se renovarán el domingo próximo estarán encabezadas por un político impuesto por el crimen organizado? ¿Cuántos de los 20 Congresos estatales que serán renovados tendrán poderosas “narcobancadas”?
“El de la participación del narcotráfico y el crimen organizado en política y, sobre todo en elecciones no es nuevo. Lo nuevo y que alcanzó niveles de escándalo es la intervención montonera del crimen organizado en los procesos electorales de Estados como Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
“Hoy nadie sabe cuál será el tamaño de las “narcobancadas”, el número de los narcoalcaldes, de los diputados federales y senadores que estarán al servicio del crimen.
“Lo que sí sabemos es que, como nunca la eleboración de leyes estarán en manos de matarifes, narcos, sicarios, huachicoleros, tratantes de blancas y administradores de las fortunas producto del crimen.
“¿Y qué partido político será el campeón en prestar su franquicia para los criminales? Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
Hoy, en agosto del 2023 y cinco años después del Itinerario Político arriba citado, no hay duda de que el Estado mexicano ha sido asaltado por las bandas del crimen organizado, a las que el presidente solapa, encubre y empodera.
Y si, existe el riesgo real de que en la presidencial del 2024, ese mismo crimen organizado imponga un nuevo presidente. Sí, el segundo “narcopresidente-mexicano”
Al tiempo.