Indicador Político/Carlos Ramírez
INDICADOR POLÍTICO
ONU, TCL, narco, migración: México
bajo seguridad nacional de EE. UU.
Carlos Ramírez
Lo mismo en el caso de la participación de México en el Consejo de Seguridad de la ONU que en el enfoque estratégico del Tratado de Comercio Libre con los EE. UU. y que en la invasión de grupos criminales terroristas en Ciudad de México, el problema se localiza en la ausencia de una doctrina real de seguridad nacional mexicana.
O más bien, la debilidad mexicana depende de planteamientos utópicos que nada tienen que ver la preservación del Estado, la independencia y la soberanía. La gran crisis de la autonomía de México ha estado en la suscripción de acuerdos y entendimientos con los Estados Unidos que le restan soberanía nacional al Estado mexicano, como los acuerdos comerciales y sobre todo las negociaciones secretas para subordinar a México a las políticas migratorias del presidente Trump.
El punto central radica en la carencia de una doctrina de seguridad nacional; existen planteamientos, declaraciones, objetivos, pero no una política estratégica vis a vis la doctrina de seguridad nacional expansionista, nacionalista y defensora del american way of life de la Casa Blanca.
El problema se encuentra en la auto definición de México como un país ideal. El único intento de doctrina de seguridad nacional mexicana lo hizo el presidente Miguel de la Madrid en su Plan Nacional de desarrollo 1983-1988, redactado por Carlos Salinas de Gortari como secretario de Programación y Presupuesto. En pocas palabras definió la seguridad nacional mexicana que seguirá vigente hasta 2024:
“México, por principio, funda su propia seguridad en la reiteración del Derecho y en la práctica de la cooperación internacional y no en la idea de que la seguridad de una nación depende de la afirmación de su propio poder, a expensas de otro”.
Los intereses nacionales de EE. UU. se basan en la imposición de su modo de vida y sus fronteras geopolíticas de expansión imperial, es decir, en la exacción de riquezas de otras naciones y en el dominio de otros Estados para beneficio del Estado de Seguridad Nacional (Gore Vidal). El control estadunidense del petróleo fuera de los EE UU. es el ejemplo de la política imperial: la seguridad nacional estadunidense depende del control de otras naciones.
Los intereses nacionales de México… son nacionales; “elementos constitutivos del Estado mexicano conformados por la población, la soberanía y el territorio nacionales, así como por el orden constitucional, el gobierno y la democracia” (Programa para la Seguridad Nacional 2014-2018).
Sin embargo, el escenario de interrelación entre Estados cambió con la guerra fría EE- UU.-URSS, la lucha por el control del petróleo y el dominio comercial en la globalización. A pesar de que el eje de la soberanía, la independencia y los intereses nacionales mexicanos se desplazaron al escenario internacional, ningún presidente de la república se ha preocupado por redefinir la doctrina utópica de seguridad nacional por una nueva que defienda los intereses nacionales en la disputa mundial por el poder político y el control de la economía.
Las oficinas mexicanas de seguridad nacional civiles le han dado vueltas a la noria de nacionalismos inexistentes, mientras los gobiernos en el ciclo neoliberal siguieron subordinándose al paraguas de la seguridad nacional de la Casa Blanca. Todas ellas --DFS, DISEN, CISEN y ahora CNI-- se han dedicado al espionaje político para la defensa de la seguridad de la élite dominante, su proyecto de gobierno y el régimen priísta vigente y no a la defensa del Estado ante la asechanzas extranjeras y nacionales articuladas a grupos del exterior.
Los planteamientos de seguridad nacional mexicana son iguales a los de los EE. UU. --proteger el modo de vida--, sólo que la Casa Blanca los impone por la vía del imperialismo dominante y México los soslaya en forma persistente para sobrevivir subordinándose. Si las bases del Estado mexicano son la soberanía y el bienestar, estos dos objetivos han sido disminuidos desde 1975. En este sentido, la doctrina de seguridad nacional de México se apoya en el escenario mundial de finales de los setenta cuando los EE. UU. arreciaron su guerra fría contra la Unión Soviética en la disputa por el mundo y ganaron en 1989-1991 con el desmoronamiento del Muro de Berlín, la desaparición de la URSS y el fin de comunismo soviético.
El plan de apoyo de México a Centroamérica con dinero presupuestal es una forma de ver la seguridad nacional mexicana como parte de la seguridad nacional de la Casa Blanca: México y Centroamérica como el muro de contención de los EE. UU. ante amenaza del ingreso abrupto de decenas de miles de centroamericanos sin pasar por los controles rigurosos aduanales de un país que existe y domina en función de su seguridad nacional. Así, los intereses mexicanos son en realidad los intereses estadunidenses.
Un modelo de desarrollo autónomo es la base de la seguridad nacional.
Política para dummies: La política es el ejercicio del poder real,
@carlosramirezh