Homosexualidad y homofobia/Gerardo A. Herrera Pérez
Homosexualidad y homofobia.
Gerardo A. Herrera Pérez
Las luchas sociales contra la opresión y la transgresión de lo performativo o normalizado, son históricas; desde una revisión genealogía y arqueología, observamos que dichas luchas han transitado por diferentes momentos en tiempo, modo y lugar. Así, la lucha por la igualdad y no discriminación, la justicia social y libertades que encabezan las comunidades que tienen una orientación sexual diferente a la heterosexual, o bien con identidad de género o expresión de roll de genero diferente, lo vienen haciendo a partir de los alcances que se tienen en cada momento histórico que se vive; ya por la literatura, por la narrativa, el cuento, por los relatos, porque antes el discurso de odio era el preámbulo de la muerte por odio; y hoy mediante una lucha frontal en contra del poder público y de una sociedad que busca sustentar sus dichos en una dicotomía que no permite ver posibilidades de un continuum, de una posibilidad rizomatica, como lo advierte Félix Guattari y Guille Deleuze, y que en estos momentos las personas y los movimientos luchan por sus derechos y libertades, porque vivimos en momentos de la era de los derechos humanos, vivimos en tiempos posmodernos o transmodernos como dice nuestro querido Enrique Dussel, en donde parece ser que la diferencia, la desigualdad, la injusticia, la opresión sigue presente debido a procesos de globalización, mercado y patriarcado a los que nos somete el modelo económico en el que vivimos.
Las ideologías machistas, misóginas, racistas, clasistas, xenófobas, de homofobia, transfobia, lesbofobia y bifobia constituyen uno de los grandes temas de la agenda del movimiento de la llamada diversidad sexual; la consigna es exterminarlo y transitar sobre una vía que permita no más diferencias, desigualdad, injusticias y opresión social y la muerte por género. Para ello, se requiere informar y formar a la población en general y a sus autoridades en la creación y desarrollo de la conciencia social, de una ecoconciencia que centre la vida y no al hombre de manera antropocéntrica como ya se hizo desde el siglo XVI con la filosofía del humanismo que nos dejó como herencia un individualismo terrible, donde el hombre occidental con masculinidad hegemónica, heterosexual, con estudios y dinero es el prototipo, cualquier masculinidad diferente y sobre todo una identididad sexual homosexual esta fuera del modelo social, porque se constituye como anormal (Michel Foucault)
Los transgresores de la norma sexual se han visto sometidos, controlados o disciplinados a través de diversas instituciones como la familia, la escuela, la iglesia, los deportes, las normas, a través de sus cuerpos mediante mecanismos de sujeción como lo expresa Judith Butler, pero también a través de los marcos ideológicos de estado y de los mecanismos de control (la cárcel, el hospital, el psiquiátrico) a los que se refieren Louis Althusser y Michel Foucault. Solo una lucha permanente como la que se lleva después de la Segunda Guerra Mundial, y con el arribo de documentos que resignifican la dignidad humana como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombres y nuestro marco jurídico modificado en el 2001 y 10 años después, en el 2011, que permiten que nadie puede ser discriminado por su preferencia sexual, es que todas las identidades sexuales emergentes han logrado entrar a la agenda pública del Estado para ser atendidas en sus derechos humanos y libertades desde los principios de los derechos sexuales y derechos reproductivos, y desde luego de todos los derechos desde el derecho público y privado. Pese a ello, las ideologías permanecen, porque no basta las normas, las estructuras, el diseño de la política pública, si quien tiene el mandato de ley, y la población en general, continua con posiciones ideológicas opresivas.
Nada se explica desde lo que ahora vivimos en nuestro favor de la llamada diversidad sexual, si es que no reflexionamos desde las diferentes etapas de nuestra historia actual; en esto no hay mesías, ni tampoco recetas, se fue picando piedra y hoy tenemos avances significativos en el Mundo, en México, en Michoacán y en Morelia, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Sahuayo, Pátzcuaro, gracias a cientos de personas que han sumado a luchas sociales de diferente impacto y por diferente temática, de personas que lograron comprender la importancia de manejar como método la incidencia política, sin gritos, sin demagogia, sin insultar, sin manipular, sin decir que atrás hay miles que respaldan, fue con la razón, con estrategia, con argumentos, con la ley.
Nadie es dueño de un movimiento social, no tiene nombre ni apellidos, nadie se puede jactar de decir que dirige los destinos de las personas porque todos somos libres y esa libertar está sujeta a un proceso ético de autonomía pero que hoy está presionado por el mercado del modelo económico que vivimos y que nos hace hedonistas, narcisistas, en busca del éxito, del lujo, de los valores líquidos como expresan mis autores (Guille Lipovetsky y Z. Bauman), cada quien decide que rumbo toma, nadie pues es un número en el movimiento solo porque tiene una identidad sexual, recordemos que esa identidad sexual está montada en una diversidad social, cultural y sexual bajo criterios de interseccionalidad; los movimiento sociales dice Charly Telli, se forman cuando un grupo de personas se les ha transgredido sus derechos o luchan por ellos, tienen objetivos claros, duran en el tiempo, tienen simbolismos. Pero en este ejercicio social de atender mandatos de la sociedad para fortalecer el poder de aquellos que representan los intereses sociales deben de asumir una ética en la política, finalmente quien encabeza un movimiento debe saber que la lucha contra la trasgresión lleva implícita el poder, y que dicho poder se lo da el movimiento que se encabeza, pero lo debe ejercer en función de atender las necesidades de la vida, ir de la mano de la sociedad, impulsar lo posible, al final esto es la filosofía de la liberación y de la ética de la política, a la que nos convoca Enrique Dussel.
En estos años, cada quien habla de lo que le toco e hizo política y éticamente para la transformación social; Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán, al igual que muchas otras organizaciones de principios de este siglo se sumaron a realizar acciones contra la opresión vivida, tal vez la más grave el crimen de odio por homofobia que antecedió a los discursos de odio en estos tiempos por el VIH/SIDA, por el avance de los derechos y libertades, por el matrimonio igualitario, por la adopción, por el reconocimiento trans, entre otros. Así y siguiendo los pasos de grandes maestros como Juan Jacobo, o bien de don Gilberto Rincón Gallardo, me toco en esta primera etapa sacar adelante tareas importantes de una agenda social que fue incluyente, que puso al centro la equidad, la dignidad humana y el principio básico de la libertad y la vida; entre ellas se destaca la Ley Antidiscriminatoria de Michoacán hoy ley para 4.5 millones de personas; también la primera y hasta en ese momento la única reforma integral del 2014 de un conjunto de leyes y que fue la primera del H. Congreso del Estado en 72 legislaturas, haciendo pinza con el diputado Sarbelio Molina y la diputada Selene Vázquez; y desde luego el Día Estatal contra la Homofobia, Día Estatal contra la Discriminación, y el Día Estatal contra la discriminación de personas que viven con VIH/Sida. La lucha por el matrimonio igualitario, el concubinato igualitario, la adopción y además de diseño de políticas públicas apoyada siempre por un gran docente Doctor Gumesindo García Morelos con quien hicimos litigio estratégico a través de la Clínica de Litigio Estratégico de la UMSNH. Los cinco delitos (discriminación, lesiones y homicidio agravado por orientación sexual e identidad de género) que fueron incluidos en el Código Penal que son delitos para las y los michoacanos recibidos en la legislatura de la diputada Selene Vázquez Alatorre, presidenta de la comisión de Justicia del Congreso del Estado. Así mismo el organizar y realizar las ocho primeras caminatas contra la homofobia en Michoacán, entre cientos de talleres, exposiciones, festivales, cursos de capacitación, pronunciamientos, diseño de política publica, etc. No se hizo solo este proceso, muchos y muchas personas ayudaron.
Otros son los derroteros, otros son los actores políticos, otros son los momentos de modo tiempo y lugar, lo importante de todo ello, es impulsar el mecanismo que nos lleve a trabajar para seguir posicionando los derechos de las personas que viven con una orientación sexual diferente a la hegemónica, con identidad de género o con expresión de rol de género alternativa o no binaria, hay mucho por hacer, pero se tendrá que hacer desde otro enfoque, no divididos, no desintegrados y en la construcción de una agenda social que sea elevada a una agenda pública para demandar desde el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial un movimiento que incluye las cuestiones de la diversidad social, cultural y sexual, un movimiento que le queda claro que la vía de la lucha es por la vida, y no por el antropocentrismo; un movimiento que le queda claro que estamos en riesgo como planeta porque es también un ente vivo y como decía Maturana es la vida que muere y puede morir el Planeta.
La lucha que hoy encabeza Gerardo Herrera, es una lucha por la vida, una lucha por la ecoconciencia, una lucha que permita vernos en una comunidad global planetaria en fraternidad, adoptando un diálogo horizontal, sin colonización, en alteridad e interacción, en tolerancia y respeto, en complementariedad y en ecología de saberes expresa mi maestro Boaventura de Sousa Santos; sin eurocentrismo. Haciendo un reconocimiento a los grandes talentos y aportes que la historia nos permite observar desde personas de la diversidad sexual que han realizado en favor de la humanidad.
Esos impactos de ecoconciencia caminan en Lázaro Cárdenas con Deportistas con causa y Mujeres de acero; los niños y niñas Parlamentarios de la Primera generación de Apatzingán; así como en el Parque Ecológico Urbano de Uruapan, entre otros. La lucha por la vida debe quedar claro va de la mano de otras luchas de las feministas, de la diversidad sexual, de la paz, los derechos humanos, el desarrollo, el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad y es que la madre de todas las luchas es la lucha por la vida, la ecoconciencia.
Recientemente me reuní con Fortino Díaz, un referente para las personas de la diversidad sexual en Michoacán y otras entidades de México, me comentó que realizaría un conjunto de acciones para fortalecer y empoderar a la comunidad de la diversidad sexual, como siempre recibirá de mí el apoyo siempre.
Recordemos que siempre el discurso de odio fue primero, después el crimen de odio; no permitamos discursos de odio de nadie, así estaremos previniendo los crímenes de odio por homofobia. Mucho por hacer en este sentido.