Hablando en serio/Santiago Heyser Beltrán
“Adopta un autodefensa”
En un entorno de solemnidad y camaradería la charla se desarrollaba con esporádicas bromas; pero el tema era muy serio: Más de cuarenta autodefensas siguen presos por no poder pagar su fianza.
El costo de la fianza de cada uno de los autodefensas fluctúa entre los treinta y cuarenta mil pesos, más diez mil pesos de gastos de abogado: ¡Con cincuenta mil pesos un hermano que en tu nombre y el mío y el de nuestras familias arriesgó su vida luchando por un Michoacán libre de secuestros, extorsiones, abusos y narcos, puede regresar con su familia a enfrentar los cargos en libertad!,… pero hay un problema; los autodefensas no son miembros de la clase política michoacana, ni de las grandes familias, ni cuentan, salvo honrosas excepciones, con el apoyo irrestricto de la Iglesia Católica, esa que fundó Cristo y que en sus inicios tenía como objetivo ayudar a los pobres, a los vulnerables, a los desprotegidos… Todavía recuerdo con recogimiento cuando al leer la encíclica “Rerum Novarum”, publicada en 1891, palabras más, palabras menos, me encontré con esta reflexión: Es responsabilidad de la Iglesia cuidar de los pobres, quienes a diferencias de los ricos, no tienen los medios para cuidarse solos. Pensamiento coincidente con lo expresado por Jesús El Cristo, cuando se refería a la gente vulnerable como: “Los más pequeños de mis hijos.” Cito: “En el día del juicio, Jesús dirá a los que estén a su derecha: "Vengan, entren en el Reino. Porque tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; estuve enfermo y me visitaron..." (Fui autodefensa y me apoyaste) Y luego el Señor les dirá a los que estén a su izquierda: "Apártense de mí, porque estuve hambriento y no me dieron de comer; estuve sediento y no me dieron de beber; estuve enfermo y no me visitaron" (Estuve en la cárcel por defenderte y ahí me dejaste). Y ellos le preguntarán: "¿Cuándo te vimos hambriento, sediento o enfermo, y no te asistimos? Jesús les responderá entonces: "Todo lo que no hicieron por el más pequeño de sus hermanos (autodefensa), tampoco lo hicieron por mí"… Pero decía; los autodefensas no pertenecen a clases sociales altas, ni son miembros de Coparmex, familias renombradas o del CCE; resulta que los autodefensas son pescadores, campesinos, trabajadores, gente sencilla sin recursos económicos para pagar sus fianzas; por lo que respetuosamente y por este medio, apelo a la generosidad y conciencia de los michoacanos, de los mexicanos, para rescatar a nuestros hermanos que arriesgaron sus vidas por ti, por mi y por México y que como resultado, dentro de esas aberraciones que tiene nuestro sistema legal y de justicia, están purgando penas por delitos tipificados que impiden el legitimo derecho ¡Derecho natural!, de defenderte hasta con las uñas cuando tus hijos son secuestrados, tu propiedades robadas o tus hijas violadas; cuando tu familia pende de un hilo para no ser asesinada si no cumples con los deseos o intereses de esas bestias a las que describimos como crimen organizado, muchas de ellas parte del sistema político y del gobierno mexicano, muchas de ellas incrustadas en el Congreso para permitir que exista ese sistema legal ajeno a la justicia que beneficia al capo, al político corrupto, al narco; y que permitió impunemente, en Michoacán, romper el orden constitucional al imponer desde la presidencia de la república un poder, el del Virrey Castillo (hoy libre y gozando de impunidad), por sobre el poder soberano constitucional del estado de Michoacán…
Creo que me desvié, el tema no es la podredumbre del los tres poderes, el ejecutivo, el legislativo y el judicial; el tema es cómo puedes tú, estimado lector, apoyar a un hermano que por defenderte está preso. Cuarenta autodefensas presos, con un costo promedio de cincuenta mil pesos de fianza, representan: Dos millones de pesos ¡Nada para amigos michoacanos con recursos o empresarios afiliados a Coparmex, al sector aguacatero o al CCE!, bueno, ni siquiera es mucho para que Fausto Vallejo aporte para defender a quienes están presos por concesiones hechas desde su gobierno, o para que Silvano, como persona, luchador de izquierda y gobernador, institucionalmente aporte para: ¡Defender la bandera de la justicia!, es decir, defender a su gente, a su pueblo, porque los autodefensas son pueblo y son michoacanos,… cómo también son hijos de Dios que bien podría defender nuestro Cardenal Don Alberto Suarez Inda (a quién mando un abrazo fraterno), quién por cierto lleva amistad con algunos de los mencionados y tiene ascendencia moral sobre ellos; cosa de querer y de cumplir con el compromiso de amar al prójimo que fue libremente aceptado y entonces adoptar a un autodefensa para pagar su fianza... ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador