Hablando en serio/Santiago Heyser Beltrán
Propuestas 7: seguridad estatal
¡Entiende Santiago!, nadie quiere acabar con el narco, un negocio de más de 500 mil millones de dólares anuales; la economía se viene al suelo y muchos dejarían de enriquecerse.
Con esa afirmación un buen amigo buscaba ubicarme y erradicar de mi mente la ilusoria intención de buscar soluciones para el narcotráfico que trae como ramificaciones el crimen organizado desde gobiernos, pasando por grupos empresariales y que deriva en secuestros, asignación de contratos, entrega de bienes republicanos a capitales nacionales y extranjeros y las migajas, robo de combustibles (que se podrían evitar, si quisieran, con solo poner medidores de presión en los ductos y actuar de inmediato ante cualquier baja de presión <aunque muchos compañeros del sindicato, del gobierno y del partido irían a la cárcel, junto con sus mentores, los caca grande de Pemex, esos que reciben millones en sobornos de Odebrecht y que no son molestados ni con el pétalo de una investigación de la PGR>), robo de autos, robo a negocios y casas habitación, más la pillería de asaltar transeúntes después de salir de cajeros automáticos o bancos o extorsionar a empresarios y comerciantes cobrando protección… Todo bajo un modelo organizado inteligentemente que incluye a militares en retenes que no veían pasar tráileres de templarios en Michoacán, federales que voltean para el otro lado cuando pasan camionetas “narcas”, policías municipales trabajando de halcones, ministerios públicos y jueces que venden amparos y fichas de libertad, personal de relaciones exteriores que ofertan pasaportes a hermanos incómodos de ex presidentes que se robaron partida secreta o a ex gobernadores prófugos sin que pase nada, sin dejar de lado políticas hacendarias en beneficio de grandes capitales de “amigos” y la extorsión de migrantes por autoridades federales, estatales y municipales, mientras los agentes aduanales no chistan ante el paso de Kaibililes y Maras armados hasta los dientes por la frontera sur o de operativos orquestados por el gobierno norteamericano en la frontera norte, supuestamente a espaldas de Felipe Calderón (el que solo tiene de dos sopas, o es pendejo o es traidor,… aunque apostando en su beneficio a que es pendejo, al callar y aceptar dócilmente la intromisión gringa se convirtió de facto en cómplice y traidor), para armar ilegalmente a los narcos mexicanos, dizque para seguir su rastro.
Bueno, toda esta introducción fue para explicarte, estimado lector, que al margen del discurso oficial, parece ser que nadie quiere acabar con el crimen organizado ¡No!, no estoy hablando del sistema bancario y financiero que bajo las argucias de devaluación e inflación orquestadas desde el gobierno e instituciones financieras roban su ahorro a los mexicanos, ese será tema de otro artículo, mientras seguirán acusando a Trump hasta de la devaluación;… lo que quiero enfatizar es que al venir los problemas de fuera, los estados quedan indefensos al tener que enfrentar la problemática con mucho menos recursos que los criminales y con leyes que restringen su actuar al tipificar delitos de orden federal y estatal o local, con lo que amarran las manos a cualquier gobernante estatal que con buena intención quiera dar resultados protegiendo su estado del narco y del crimen organizado, ello en contra de la elemental independencia que debería tener un estado que constitucionalmente es soberano… Lo que, después del espectáculo dado por el gobierno federal en Michoacán, imponiendo al Virrey Castillo con línea directa con Los Pinos y los narcos, jerarquizando sobre el maleable Vallejo, las policías estatales y federales y el ejército, podemos decir que nuestra Constitución y leyes que juro defender y respetar el Presidente de México, son letra muerta; avalado, salvo honrosas excepciones, con el silencio cómplice de opositores, grupos empresariales, congresistas y gobernadores; los que por cierto, han creado otro monstruito, La CONAGO, que al margen de la estructura constitucional de división de poderes, se conforma para defender los intereses de unos buenos y otros ratas, gobernadores que se asumen como reyecitos en sus respectivos estados, como lo exhibieron los duarte´s, Padrés, Borge, los moreira´s, Aguirre y el clan medina, entre otros; muchos de ellos orgullo del Nuevo PRI <EPN dixit> con carta de impunidad emitida en Los Pinos.
¡Ya me cansé de pensar en las mil y una maneras ingeniosas en que los malandros delinquen y nos roban!, ya sea nuestro patrimonio personal o familiar, ya sea el patrimonio de la Nación, lo que pone a los mexicanos en crisis permanente. No hay manera de progresar sin que te asalten y no hay manera de que dejen de asaltarte si el modelo de corrupción institucionalizada desde los gobiernos y la clase política, pasando por los pseudo empresarios y pseudo policías, salvo honrosas excepciones, sigue vigente... ¡Así de sencillo!
El martes: Propuesta: Zona de seguridad.
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador