Hablando en serio/Santiago Heyser Beltrán
“Estado Fallido”
Ashraf Ghani y Clare Lockhart en su libro Fixing failed states (Arreglando Estados fallidos -Oxford University Press- 2009, destacan las diez funciones necesarias para tener un Estado funcional:
La primera función es hacer efectivo el imperio de la ley. Difícil afirmar esto de México, donde la impunidad es la marca de la casa y el influyentísimo la norma.
La segunda es el monopolio de la violencia legítima. No sé si reír o llorar. El Estado mexicano no solo ha claudicado del control sobre la violencia, sino que ha claudicado, o lo han hecho claudicar, en la aplicación de la Ley. No de broma es la política de abrazos y no balazos.
La tercera es el control administrativo. Un Estado eficaz operando eficientemente es la carencia histórica, en México. La burocracia mexicana, parodiada por Cantinflas, Rius y cuanto comediante, caricaturista o crítico político existe o ha existido en México, ha hecho la delicia del pueblo y ha servido de catalizador y desahogo popular ante la imposibilidad fáctica para el ciudadano de a pie para defenderse o erradicar la corrupción derivada del nepotismo del compadrazgo, del amiguismo y a últimas fechas de los compromisos políticos y partidarios que llevan a verdaderos inservibles a fungir como funcionarios o servidores públicos.
La cuarta función es el manejo sano de las finanzas públicas. El Estado como regulador de los abusos del capital, y proporcionando el bienestar a través de organismos e instituciones de interés público en México ¡No! existe. En esto el Estado mexicano es la negación.
La quinta es la inversión en capital humano. Con sindicatos corruptos y manipuladores asociados con el gobierno federal ¡Imposible! Con un Secretario(a) de Educación ignorante ¡Imposible! Con un pueblo mal alimentado ¡Imposible! Con maestros burocratizados y manipulados ¡Imposible! Con padres conformistas, comodinos y desinformados ¡Imposible!
La sexta función es salud, tener un pueblo sano: Con la manipulación del sector salud, y el control político en la adquisición de medicinas que genera desabasto, nada que hacer, nuestro sistema de salud es y seguirá siendo tercermundista.
La séptima función es la creación de la ciudadanía a través de la política social. Creación de una ciudadanía, cuando la realidad y la política oficial promueven el enfrentamiento de clases y la ignorancia ¡Ni soñarlo!
La octava función estatal es la construcción de un mercado interno y protegernos de las distorsiones de los mercados internacionales. En tanto nuestros gobernantes estén al servicio de los gringos, esta es una ilusión en México… Cosa de ver la desatención oficial en la construcción de mercados locales y regionales, base de nuestro mercado interno.
La novena función estatal básica es el manejo de los bienes y recursos públicos: Tema que abordamos de manera irresponsable y criminal al cerrar los ojos ante la desforestación o a la contaminación de ríos, lagos, lagunas, playas y mares.
Finalmente, la décima función es la administración eficaz de la deuda pública: Ni cómo defender a los gobiernos (de todos colores) que; teniendo ingresos petroleros excepcionales, no solo han depredado nuestros recursos naturales, sino que han endeudado a la nación de tal manera que nos dejan en estadio de indefensión contra intereses extranjeros.
México se ha caracterizado, en todos sus gobiernos, por usar la deuda pública para gastar más, no para invertir. Al final del día tenemos un país endeudado, sin inversiones o proyectos que generen riqueza para pagar dicha deuda: lo que conforma, ¡adivinaste! estimado lector, un Estado fallido… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador