Hablando en serio/Santiago Heyser
Congruencia
El ridículo hizo el gobierno mexicano, al pedir la detención del Sr. Carlos Ahumada con argumentos que calificó el juez argentino de: “Absurdos”
Bajo el delito de “defraudación fiscal” durante el ejercicio del 2012, los “camaradas” de la 4aT buscaron involucrar a Carlos Ahumada, emitiendo una ficha internacional para su detención, con delitos y cuentas que ya fueron resueltos por la Secretaría de Hacienda de México en una declaración complementaria presentada en el 2018. Después de ser detenido, el Sr. Ahumada presentó al juez dicho documento oficial y en automático fue liberado, con la consiguiente descredito para la impartición de (in)justicia en México; fin de la historia. Pero qué necesidad… diría Juanga.
Cómo que necesidad de una segunda marcha en defensa de las mujeres en México, para que Claudia Sheinbaum entendiera que es su obligación moral. ética e institucional, garantizar la integridad de todas y todos los ciudadanos en la CdMx. El punto es que la inseguridad de las mujeres en México es inaceptable, lo que no es un problema exclusivo de la CdMx. La inseguridad es una realidad creciente que debería ser tema central de los gobiernos de los tres niveles y del Congreso, ya que tenemos una leyes del asco e inoperantes. Hoy la estrategia de negación y olvido dejó de ser funcional, el pueblo ha despertado y hoy las mujeres organizadas alzan su voz con derecho y en justo reclamo. Respuestas con justificaciones genéricas como: “¡Es una provocación!”, como lo hizo la Sra. Sheinbaum, son inaceptables, como lo es argumentar que: “nada pasa”, que parece ser la estrategia de negación de la alcaldesa en Celaya y de muchos más.
Bien por el reclamo de las mujeres mexicanas, mal por el vandalismo asociado a sus manifestaciones; bien por las autoridades que ahora están dispuestas a escuchar, mal por las que evaden las leyes y “perdonan” el vandalismo, como la Sra. Claudia en CdMx, para evitar conflictos políticos o críticas sociales. México nunca llegará a ser el país que merece ser, en tanto las autoridades se abroguen el derecho de ser jueces y de castigar o perdonar al contentillo. Las leyes son para cumplirse y nadie, ni el presidente de México, tiene el derecho a estar por encima de la ley... Es por eso que festejo la denuncia e investigación que tiene a Rosario Robles en la cárcel, de la forma que cuestiono y critico, lo que parece ser un pacto de impunidad otorgado al, en mi opinión, corrupto expresidente Enrique Peña Nieto, quién debería estar bajo investigación y cuando menos haber comparecido para explicar, como, si fue informado en su momento de la “Estafa Maestra” por el Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, ocultó el hecho, no actuó en consecuencia y premió a Rosario Robles con la Secretaría de la SEDATU, siendo una de las señaladas como responsable de la trama en cuestión.
Cierro el presente con una reflexión celestial: bien por el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, quién puso en su lugar al Cardenal emérito Juan Sandoval Iñiguez (en mi opinión un lumpen) y a sus misóginas declaraciones, en las que señala a las mujeres de provocativas, cito a Grafias del periódico El Diario de Coahuila: "Cuando hablamos de feminicidios no podemos entender las causas porque pueden ser muchas las razones porque una mujer es atacada. Es muy triste, muy lamentable, que tengamos situaciones de los feminicidios en un lado y en otro, y como de alguna forma se busca dar razones” ¡Bien que el arzobispo salga en defensa de la mujer!, pero bueno sería que también luchara por lo mismo dentro de casa, todavía hoy, la Iglesia Católica es una institución que discrimina a la mujer y la deja en segundo plano; olvidando que el Creador, fuente y razón de su existencia, no tiene sexo y que la historia de una Eva, creada a partir de una costilla de hombre, es mentira. Entiendan: ¡El hombre y la mujer somos iguales en dignidad!
Quizás la línea conductora que une a los temas tratados en este artículo, sea la necesidad de ser congruentes entre el decir y el hacer; que el gobierno que habla de combate a la corrupción, no corrompa a nuestras instituciones encargadas de hacer justicia; que por su parte, el Presidente de México aplique lo expresado por el mismo: “Nada al margen de la ley, nadie por encima de la ley”, por lo que debe dejar de lado la trampa de hacer una consulta popular para que el “pueblo bueno” y no el sistema de justicia decida si se juzga a los expresidentes o no y finalmente, exigir congruencia a quienes se exhiben somo líderes religiosos y morales y dicen predicar con “la verdad”, es decir, que hablen con verdad… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.