Hablando en serio/Santiago Heyser
“Propuestas electorales y democráticas”
Ver a las “corcholatas” infringir la ley haciendo campaña fuera de tiempo y justificar sus delitos con maromas de cirquero, da para llorar y reír.
¡Sí!, me pueden definir como demócrata: creo en el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, lo que no sucede, ni ha sucedido en México, donde después de la Revolución vivimos una “dictablanda” priista (Mario Vargas Llosa - dixit) que manejaba y manipulaba las elecciones (Recordemos la caída del sistema con Bartlett) y en tiempos modernos hasta la fecha, vivimos una partidocracia en donde el pueblo simplemente es usado para fines electorales. El caso más patético lo podemos ver en las elecciones de EdoMex y Coahuila en este 2023, en donde una “alianza” que se compromete a incluir a la sociedad civil para escoger los mejores cuadros para competir y gobernar, termina “negociando” y proponiendo dos candidatos del corrupto PRI.
En ForoTV vi el 7 de febrero a Leo Zuckerman, Carlos Bravo Regidor y a Gibrán Ramírez, analizar: ¿cómo evitar el fraude electoral y el dinero del crimen organizado en campañas?, lo que me recordó la propuesta que hace años hice de que, no se permitiera el uso de dinero en las campañas y que las aportaciones a los partidos fueran en especie: bardas pintadas, spots de radio y TV, camisetas, cachuchas, etc., con lo que el control estaría en el INE, así como las contrataciones y precios negociados por volumen que permitirían ahorros importantes a las arcas de la Nación, evitando de rebote el lavado de dinero. Quedaría en cada partido decidir que lo aportado por el INE fuera con la mezcla de recursos publicitarios que cada uno definiera… ello a partir de una premisa democrática: todos los candidatos recibirían la misma cantidad de recursos partiendo del concepto constitucional de que todos los mexicanos somos iguales.
Empecemos por el final: es antidemocrático e injusto que un candidato reciba más que otro en función del tamaño del partido o del resultado electoral previo; en otras palabras, los ciudadanos tenemos el derecho de conocer con la misma intensidad y presencia en medios, a todos los candidatos. Imaginemos por un momento que el P.T. tiene un buen candidato (es un decir), pues los ciudadanos no lo vamos a identificar pues seremos bombardeados por la publicidad y presencia de los candidatos de partidos “grandes” que tienen más recursos, lo que de facto lesiona la competencia y el derecho ciudadano a conocer y elegir en igualdad de condiciones al mejor de los candidatos… El problema es que hasta ahora las leyes las han hecho los partidos a su conveniencia, ojo, no en función de la equidad que marca la Constitución y merece la ciudadanía;… ¿y la Corte?, por su lado, con sueldos estratosféricos y canonjías excepcionales, pues, opino, calladita se ve más bonita... Algo así como la UNAM y el Rector, que se hacen como que la Virgen les habla, con el caso de la Ministra plagiaria.
Volviendo al tema de las aportaciones en especie y bajo control del INE, pues simplemente sería cosa de niños verificar que nadie meta dinero, productos o recursos de más, pues todo estaría controlado por el INE, parecido a la conclusión presentada en La Hora de Opinar, dónde se proponía la posibilidad de que el INE manejara las chequeras con los recursos públicos asignados a las campañas de los partidos políticos, lo cual también podría funcionar;... planteamiento que sin duda sería rechazado por los partidos políticos y sus esbirros en el Congreso (no todos), por una sencilla razón: quién quiere hacer trampa (todos), no quiere que le supervisen o controlen; menos cuando las cúpulas partidistas pueden, con una mano meter mano al presupuesto y con la otra a su bolsillo (no todos).
En el mismo tenor, pero cambiando de tema, como expresé en la entrada del presente artículo, pena ajena me dan las tramposas “corcholatas” (todas) que aspiran a gobernar a México, con lo que puedo afirmar que de ganar alguna de ellas tendremos un Presidente(a) tramposo(a), de nuevo… Aunque del otro lado no cantan mal las rancheras, escuchar a Lilly Tellez, la Senadora de Morena que como chapulín brincó al PAN, argumentar lo que pasará en “su” gobierno, como si los mexicanos no tuviéramos memoria y se pudiera cambiar de piel como las víboras es cosa de risa, también está de dar risa y ni qué decir de los priístas que aspiran a ser candidatos en el 2024, todos ligados, por acción u omisión con la #EstafaMaestra y con un silencio cómplice con las corruptelas del peñismo y de sus dirigentes, ¿y qué decir de Santiago Creel?, luciéndose en las redes como experto constitucionalista; lo que imagino le sirvió para evadir sanciones por otorgar permisos para Casinos al final de su gestión como Secretario de Gobernación en el gobierno del ínclito Chente Fox, otra caricatura de político que un día le aplaude al PRI de EPN y al día siguiente, también. Cierro con el ejemplo de Morena en EdoMex, que sin rubor propone a una delincuente electoral para combatir la corrupción del Grupo AtracoMucho, hoy aliado con Marko, ¿será que para que la cuña apriete…? ¡En fin!
Conclusión: además de contiendas justas entre candidatos al asignarles los mismos recursos y de un férreo control del INE en los gastos de campaña, ya sea controlando las chequeras o aportando recursos en especie, mi sugerencia es que los líderes de partidos y de la cacareada “sociedad civil”, que parecen ser la misma cosa, dejen de proponer candidat@s ocurrentes y manipuladores, se dejen de encuestas de popularidad y propongan a gente capaz, honesta y comprometida con México; la Patria y el pueblo se los agradecerán… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador