Hablando en serio
“Libros de Texto y modelo educativo”
Vaya ruido que han causado los libros de texto gratuitos con los que pretende adoctrinar la 4aT. Tiene razón el Senador Germán Martínez, lo cito: Que bueno que hablen de Marx, ojalá los de la 4aT de verdad estudiaran a Marx; que malo que limiten otros saberes.
En lo personal nunca me han gustado los libros de texto obligatorios a partir de lo que considero un derecho familiar: escoger el tipo de educación que damos a nuestros hijos; aunque reconozco que millones de personitas, sin los libros de texto gratuitos no hubieran tenido material de referencia en su educación. Lo que si sé, es que con el modelo educativo que hoy tenemos somos un país de tercer mundo, por lo que urge cambiarlo y opino: lo seguiremos siendo en tanto se privilegien los sindicatos magisteriales sobre el interés público de una buena educación; todo ello al margen de los libros de texto gratuitos y sus contenidos y es que en materia educativa, como los cangrejos, vamos para atrás debido al enfoque economicista (no humanista) al que obliga el modelo neoliberal y a la escasa calidad, pobre preparación y falta de compromiso de muchos “maestros”, lo sé, salvo honrosas excepciones; la prueba está en cómo en lugar de ayudarnos nos jodemos unos a otros y en cómo muchos autodidactas, es decir, personas que se educaron solas, tienen éxito en la vida aun sin tener un título académico; entre ellos destaco a quién ha sido mi ídolo en aportaciones tecnológicas, Steve Jobs (qpd), que sin título universitario fundó, refundo e impulso a APPLE, la compañía de celulares y computadoras más exitosa el mundo, cuya influencia cultural y tecnológica nos llega a todos,… y añadiría, con la que se hizo millonario en dólares y obtuvo reconocimiento mundial, insisto, sin tener título universitario.
Dicho lo anterior, estoy convencido y lo platico con mis hijos, que los estudios universitarios son una decisión personal, son buenos, pero no indispensables para tener éxito en la vida, ni para tener una buena vida. En otras palabras, que contrario al interés de la mayoría de padres de familia, no es mi objetivo ni convierto en obligación familiar el que mis hijos tengan un título universitario, como tampoco es de mi interés que sean poderosos o muy ricos; mi aspiración como padre, es simplemente que sean felices.
Ahora bien, volviendo al modelo educativo, decía que estoy a favor de la libertad de los padres en decidir qué tipo de educación se le da a sus hijos, lo que no fue consultado por los gurúes de la 4aT que se dedicaron a escribir los textos gratuitos con las patas y con el ulterior interés de agradar al patrón y a la muy culta Señora del patrón, lo que, como la “H” es muda, desde mi óptica son ingaderas y es inaceptable, como inaceptable es que sin la aprobación de los padres se enseñen conceptos religiosos y dogmáticos; y dado que soy libre pensador, opinaría que esos temas deberían ser asunto familiar y enseñarse en la casa de cada quién, por lo que estoy muy de acuerdo en que la educación sea laica.
Una vez expresada mi opinión respecto a los derechos y las libertades, diría yo que adicionalmente somos tercermundistas porque el modelo educativo mexicano está alineado con intereses económicos y en lugar de formar o educar ciudadanos que nutran a la república, se desarrollen integralmente y sean emprendedores, capacitamos para tener mano de obra y técnicos que apoyen al sector empresarial y productivo, lo que de entrada limita el desarrollo integral de las personas y nos condicionan a valores e intereses que no tienen como objetivo la plenitud de las personas y su felicidad; tema en el que tenemos algunas coincidencias el Senador Germán Martínez y un servidor, quién opina que el gran defecto de los libros de texto de la 4aT, es que abrirán la brecha económica y cultural en entre quienes estudian en colegios particulares vs escuelas oficiales, ya que los primeros, recibirán una educación más completa en temas como las matemáticas y formación para enfrentar exitosamente el mundo cambiante dominado por la inteligencia artificial, dado que los particulares tienen la posibilidad de enriquecer su educación con más libros y mejores contenidos.
Visto así, respetuosamente comparto que es mi utopía construir un modelo educativo de calidad, sin calificaciones y sin certificados, títulos o diplomas; un modelo en donde el incentivo de estudiar sea el conocimiento, los saberes, el aprender y no el título o certificado (pocas veces respaldado por conocimientos) que para nada sirven, modelo que pondría énfasis en desarrollar las competencias que hoy y en el futuro nos serán indispensables para sobrevivir y salir adelante, incluyendo, por supuesto, la producción de alimentos en todos los niveles y en todas las disciplinas porque, con la destrucción de nuestro hábitat, la hambruna y la sed están a la vuelta de la esquina. Una forma de entender esto y encontrar caminos alternativos, sería revisar los modelos educativos de los antiguos en China, Mesopotamia o Egipto, así como la de los pueblos indígenas de américa (Chichimecas, Apaches, Incas, Mayas, etc.), para volver a nuestras humanas raíces, antes de que fuéramos secuestrados por este modelo neoliberal orientado al consumo al infinito en un planeta redondo, lo que es una soberana estupidez… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador