Hablando en serio
“Educación, México y sindicatos”.
En mi opinión, el problema del sindicalismo magisterial en México, tiene tres vertientes: 1.- Su divorcio en la lucha social por una mejor calidad de vida para todos. 2.- Su alejamiento de los que durante muchos años fue considerada una misión, educar, y 3.- El secuestro de las organizaciones por parte de líderes charros y por gente de malas mañas y mucha ambición.
Y es que de verdad es grave el secuestro de la educación por un sindicalismo en función de intereses económicos y políticos de sus líderes, lo que lo convierte en uno de los lastres más pesados de México, no solo del sistema educativo. Ahora bien, el problema de la educación en México no es exclusivo de los maestros, y si bien la mayoría de los sindicatos (no todos) hoy son un lastre, no son todo el problema.
Para establecer un diagnóstico, empezaría por definir los objetivos centrales de educar:
El primero es buscar el desarrollo armonioso de las personas; no somos entes productivos, ni carne de cañón en un modelo económico que privilegia a las cosas y las ganancias sobre las personas, tampoco somos entes consumidores, receptáculo de una sociedad de producción, tampoco somos números o herramientas del sistema, ante todo y como primer premisa, ¡somos personas!, una vez aclarado el punto, l
Dos: los objetivos mencionados deben estar en función de construir personas, ciudadanos que nutran a la sociedad; para ello, la educación deberá buscar como objetivo que las personas se reconozcan en esa dignidad propia de quienes somos humanos y dentro de esa dignidad personal desarrollar el potencial de cada uno, al tiempo que nos formamos en las reglas cívicas de conducta y convivencia que nos permitan, al vivir en sociedad, conservar nuestra individualidad y dignidad, mientras participamos con nuestro trabajo y esfuerzo en el buen funcionamiento de nuestra comunidad, aportando lo que requerimos para sostener y desarrollar nuestra sociedad, la que de manera estructural está formada dentro de una nación constituida como República.
Tres: una vez dicho lo anterior, pasemos a la parte técnica en donde deberemos educar y capacitar a las personas en función de sus vocaciones, para que aprendan lo conducente y para que cumplan mediante el trabajo y el esfuerzo, enfocado de manera organizada y eficiente, con la prestación de servicios y la producción de satisfactores en función del bien común y de las necesidades socioeconómicas, proveyendo lo que esta sociedad requiere para su funcionamiento, mantenimiento, preservación y desarrollo, desde el punto de vista colectivo, sin perder de vista, el cuidado de los recursos naturales y el desarrollo y crecimiento personal de cada ser humano en lo individual.
Visto así, los temas centrales no son, ni el nivel salarial, ni las prestaciones de los maestros; los temas centrales son la calidad de la educación y sus contenidos, en función del objetivo republicano, ¡el bien común! Buscando a la par el desarrollo de las personas y su integración a la vida comunitaria, a la sociedad; para convivir con un presente satisfactorio en lo individual y en lo colectivo, al tiempo que se construye un futuro, que por objetivo tenga una calidad de vida que privilegiando a los individuos, permita la convivencia y el desarrollo armonioso de la sociedad.
Pero ojo, que quede claro que si bien el ingreso salarial o las prestaciones de los maestros no son la prioridad, ¡si son muy importantes! No podemos pensar en una sociedad que vive en armonía en tanto algunos de sus integrantes no tienen acceso a una vida digna. En ese sentido no solo son el ingreso y las prestaciones del magisterio el eje, sino el ingreso y las prestaciones de todos los mexicanos, empezando por aquellos que se integran dentro de la clase trabajadora y/o campesina; ya que el derecho de un maestro a ganar lo justo, es equiparable al derecho de cualquier campesino, empleado u obrero de México. Repito no se pude vivir con dignidad si, con un trabajo de ocho horas, no se tiene acceso de calidad a comida, salud, vestido, vivienda, educación, deporte y esparcimiento… Ello fijaría un objetivo y una estrategia para el sindicalismo magisterial que no esté cooptado por líderes corruptos, cito: Incorporar en sus luchas a los sectores laborales, obrero y campesino; para luchar por un México justo para todos, tendiendo como prioridad una educación de calidad en la cátedra y sus contenidos, que privilegie el desarrollo de cada persona como tal... ¡Así de sencillo!
Un saludo una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán