Hablando en serio
Militarización
Montado en su macho, a pesar de que es inconstitucional brincarse la Constitución, el “presidente”, con minúsculas, envió su propuesta de que la Guardia Nacional reporte al ejército.
Sabemos que el General Rebollo, Director de Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (1996-1997), ya fallecido, estaba al servicio de fuerzas oscuras y fue encarcelado con una pena de 40 años por ser parte de la delincuencia organizada.
Antes de él, el General Hermenegildo Cuenca Díaz, Secretario de la Defensa con Luis Echeverría Álvarez (muerto en 1977 de manera misteriosa (o conveniente) durante su campaña para ser gobernador de Baja California Norte, señalado como uno de los protagonistas de la Guerra Sucia del régimen contra los opositores políticos y las guerrillas de izquierda y señalado de desaparecer a opositores arrojando los cuerpos al mar desde aviones del ejército ¡Una joya militar!
Hoy, tenemos libre y sin la investigación a la que se comprometió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el gobierno de USA a cambio de que regresarán al General Cienfuegos, encarcelado en los Estados Unidos por temas de narcotráfico y crimen organizado, Secretario de la Defensa con Enrique Peña Nieto, Cienfuegos fue jefe directo de quienes hoy comandan al ejército mexicano e implicado en el encubrimiento de los asesinatos de los estudiantes (vándalos) de Ayotzinapa, en dónde veinte soldados, otrora protegidos por el General Cienfuegos para que no declararan, tienen órdenes de aprehensión por su participación directa en las desapariciones forzadas, ello en adición a videos que exhiben a La Marina de México, lejos de la costa y alterando la escena en el basurero de Cocula, lugar el que “La verdad histórica”, hoy desmentida, señalada como el espacio del ajusticiamiento de los estudiantes.
¡No!, no tengo nada en contra del ejército mexicano, y si bien hay pruebas de la corrupción de altos mandos, también hay testimonio del patriotismo y entrega de miles de soldados que diariamente arriesgan sus vidas para proteger a México; no se puede generalizar la corrupción de una institución que ha dado pruebas contundentes de su capacidad para servir a México, pero, tampoco seamos ingenuos, también hay testimonio de la corrupción de altos mandos militares que protegidos por la secrecía y la seguridad nacional, han caminado impunemente por los pasillos de los gobiernos y de la SEDENA; es por ello, y porque su entrenamiento y vocación no es la de luchar contra el crimen, que en la Constitución se expresó el mandato de que la Guardia Nacional, malamente integrada en un 80% por militares, reportara a un mando civil; mandato que hoy quiere romper el “presidente” de México, con, en mi opinión, una intención clara, dejar en la opacidad la operación y las finanzas de la Guardia Nacional, que al quedar administrativamente, operativamente y financieramente bajo el control del ejército, quedarán “protegidos” de investigaciones civiles.
Dos son mis reservas ante el inconstitucional mandato presidencial, avalado por los corifeos que tiene en el Congreso YSQ: 1.- La opacidad operativa que manchará al ejército con actos de corrupción, como la opacidad de cuentas en la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), y 2.- La impunidad asociada a los crímenes que, en el cumplimiento de su deber, cometerá una institución que fue entrenada para responder con violencia y para matar, no para investigar, perseguir delincuentes y juzgar… Por cierto, tampoco hay que ir muy lejos para encontrar hechos criminales cometidos por soldados, baste recordar que hace dos días murió en Nuevo Laredo la niña de cuatro años, Heidi Mariana, al ser alcanzada por armas del ejército durante un enfrentamiento con malandros, y si buscamos en el mediano plazo, como no recordar el asesinato de los estudiantes del TEC de Monterrey, Jorge y Javier, en dónde, un presidente cómplice, Felipe Calderón, solapó a un ejército que se tomó la atribución de, después de asesinar a lo jóvenes, robarse los videos de la institución que probablemente (seguramente, en mi opinión) los incriminaban… ¡Ese es el riesgo que tenemos ante la imposición presidencial, en contra de la Constitución, al poner a la Guardia Nacional bajo el control militar, ni más, ni menos… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador