Hablando en serio 
Se los dije
La semana pasada escribí: “El futuro nos alcanzó, sequías, inundaciones, descontrol climático, inseguridad y muerte, guerras y hambruna en una gran parte del planeta, eso es lo de hoy”.
Hoy la nota es la huelga de agricultores en Alemania por la falta de gasolina y de fertilizantes; como lo son: la histórica inflación en USA y Europa y la posibilidad real de una probable recesión en la economía más grande del mundo y la hambruna que asola a África por la falta de trigo de Ucrania y de Rusia, la renuncia del primer ministro de Inglaterra Boris Johnson por llevar a su ´país a una crisis excepcional con mentiras (¿me escuchas Andrés?), así como la huida del presidente de Sri Lanka ante la ola de protestas sociales y el asalto al Palacio de Gobierno por parte de un pueblo enardecido por las crisis que se viven… Malas noticias para el planeta, y lo peor, la respuesta a las crisis económicas y alimentarias, ya presentes, es la violencia… y para allá vamos todos, incluidos Guanajuato, Michoacán y todo México si no nos preparamos.
Decía que, la semana pasada inicié con el tema de las crisis de alimentos y de agua ya presentes (cosa de ver las noticias mundiales o el caso de Nuevo León), pero con gran potencial de agravarse en el futuro cercano y de afectar a todos;… para evitarlo propuse como estrategias: 1.- La educación, para desarrollar ciudadanos, asociada a, 2.- La formación, para que, valga la redundancia, formar personas, y unida a: 3.- La capacitación, para aprovechar los recursos de forma inteligente y tener una sociedad productiva. ¿El camino?, empezar de inmediato por el campo para producir alimentos y cuidar recursos naturales a partir de la organización para la producción basada en principios y valores comunitarios apoyados en ciencia y tecnología; a través de una estrategia de: “Huertos escuela” en cada comunidad y una “Universidad de la Tierra” en cada estado…
Recordemos: en el 2019 inicié artículos y conferencias con el tema de la crisis mundial que se avecinaba derivada de la violenta respuesta del gobierno de Donald Trump ante la posibilidad de que USA perdiera la hegemonía y el control del planeta y tuviera que competir con China, con Rusia y con sus aliados, perdiendo poder político y económico en la transición de un mundo unipolar a uno multipolar… Para ello, Trump empezó violentando las políticas mundiales de libre mercado y libre competencia e inició una arbitraria guerra comercial con China, que cometió el pecado de ser más eficiente; al mismo tiempo inició una competencia armamentista y comercial con Rusia, incluida la ilegal injerencia para detener la construcción y puesta en marcha del gasoducto Nord Stream II, que daría a Alemania y Europa la certeza de abasto de gas ruso a precios competitivos, pero que disminuía el control y la dependencia de Europa, de USA.
En este escenario geopolítico, el papel y la voz de México en el concierto mundial son irrelevantes (no nos pelan), por ello, ante la impotencia de incidir para corregir el rumbo del planeta, sugería que, lo único que podíamos hacer los mexicanos era prepararnos para las crisis y la forma de hacerlo, sugería yo, la misma que abrazaría cualquier padre de familia responsable: garantizar la comida de sus hijos (del pueblo), lo que irremediablemente está asociado a la capacitación y el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales con ciencia e innovación apoyando al campo, espacio que México puede abordar con eficacia porque es política pública y, política y económicamente está a su alcance.
Del 2019 al presente, en mi opinión llevamos casi cuatro años perdidos, nuestros líderes y gobernantes, salvo honrosas excepciones, siguen preocupados de procesos electorales y de cómo se reparten el “pastel presupuestal”, además, son reacios a escuchar o quizás son muy soberbios, optimistas e ingenuos, por ello me siento como el pastorcito a quién nadie le creía que el lobo venía… Lo entiendo, no tengo el prestigio ni la historia para que mi voz se escuche, además, debe incomodarles mi mensaje, a la gente no le gusta escuchar problemas, pero, ojo, eso no elimina la realidad y esta es que vamos hacia una crisis global climática, de agua y de alimentos de proporciones inimaginables que impactará a todos y generará, de manera natural una violencia que costará mucha, pero mucha sangre y miles o millones de vidas si no nos preparamos de forma inteligente… Es por eso que, ante la sordera de líderes políticos y gobernantes, instruí a mis hijos para que en mi tumba pusieran la leyenda: ¡Se los dije!… ¡Así de sencillo!
Un saludo una reflexión:
Santiago Heyser Beltrán