Guardián de negocios
Grupo Xcaret ¿innovación o crisis mal gestionada?
Grupo Xcaret, ampliamente reconocido como un referente del turismo en México, atraviesa un periodo crítico, difícil, que pone en entredicho su capacidad de adaptarse eficazmente a los desafíos actuales del sector. En un comunicado reciente, la empresa anunció un proyecto de reconfiguración integral que incluye el cierre temporal del parque Xavage y la suspensión estacional de la experiencia Insomnia en Xenses. Aunque presentado como una medida estratégica de innovación y sostenibilidad, las decisiones parecen responder más a una crisis estructural que a una visión de liderazgo proactivo. Xcaret enmarca estos cambios dentro de un panorama global complicado: Cancún cerrará 2024 con tres millones menos de pasajeros en comparación con el año anterior, un 8.3% menos en asientos disponibles y una reducción acumulada del 17% en el gasto promedio por turista en los últimos dos años. Estos datos, aunque relevantes, no justifican completamente el retroceso en la operación de una empresa que históricamente ha sido capaz de innovar frente a las adversidades.
En lugar de anticiparse a las tendencias del mercado, parece que Grupo Xcaret ha adoptado una postura reactiva, ajustando sus operaciones solo después de que los problemas se hicieron evidentes. La pausa en las operaciones de Xavage, uno de sus parques más recientes, y los ajustes en Xenses son señales claras de que los proyectos más recientes de la empresa no han alcanzado los niveles de éxito esperados. El comunicado justifica estas decisiones como parte de un rediseño para adaptarse a las nuevas preferencias de los visitantes, pero omite una autocrítica sobre posibles errores en la concepción o ejecución de estos parques.
Es evidente que Xcaret enfrenta un dilema: por un lado, preservar su imagen como líder del turismo sostenible e innovador, y por otro, afrontar la realidad de que ciertos proyectos no han cumplido con las expectativas. Este contraste pone en cuestión si las pausas son realmente parte de un plan estratégico o si representan un retroceso en su capacidad para responder a las demandas del mercado. Un aspecto particularmente crítico es el impacto en los colaboradores. Xcaret asegura haber tratado a su personal con respeto y haber priorizado la reubicación de la mayoría de los empleados afectados por estos cambios. Sin embargo, el tono corporativo del comunicado carece de detalles concretos sobre cómo se garantizará la estabilidad laboral a largo plazo. En un país donde la industria turística es clave para millones de familias, decisiones como estas no solo afectan a los visitantes, sino también a las comunidades locales que dependen de estos empleos.
Aunque Xcaret insiste en que estas decisiones son parte de una gestión empresarial prudente, el lenguaje del comunicado revela una narrativa defensiva más que propositiva. Si bien es cierto que la industria turística global enfrenta retos, otros actores del sector han demostrado mayor capacidad para innovar sin recurrir a cierres temporales o ajustes que podrían interpretarse como retrocesos. Grupo Xcaret se encuentra en un momento clave para redefinir su futuro. Más allá de los ajustes operativos, la empresa debe reflexionar sobre cómo evitar que su imagen de liderazgo sea percibida como una fachada para justificar errores de gestión. La sostenibilidad, un pilar que Xcaret ha promovido durante décadas, no puede limitarse a un discurso; debe traducirse en acciones que beneficien tanto a los visitantes como a los empleados y las comunidades locales.
En un entorno cada vez más competitivo, Xcaret tiene la oportunidad de demostrar que no solo puede adaptarse, sino liderar con transparencia, innovación real y un compromiso auténtico con su misión de ofrecer experiencias únicas y memorables. Sin embargo, el tiempo dirá si estas decisiones fueron un paso hacia adelante o el síntoma de una crisis más profunda.
No hace mucho se presumió el reconocimiento que había recibido, por 23 año consecutivo, el distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable), otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI). Pero hoy enfrenta mayores retos que ni con esto último podrá salir adelante.
Voz en Off
Todo indica que Libia García no tomó la mejor decisión al poner al frente de la Secretaría de Salud de Guanajuato a Gabriel Alfredo Cortés, y es que casi después de su nombramiento se ventiló mediáticamente que durante su paso por el Hospital Regional del ISSSTE de León, le asignó diversos contratos a empresas vinculadas con servidores públicos, pero eso no es todo, ya que desde su nueva posición tampoco se conduce en apego a las leyes mexicanas. Resulta que se emitió la convocatoria para contratar los vales de fin de 2024 y estímulos del día de Reyes, día de la Madre, día del Padre, día del Trabajador de la Salud y Productividad para el ejercicio 2025, el problema es que entre las empresas que convocó se encuentra Inntec Medios de Pago, S.A. de C.V., firma que no figura en el padrón de emisores de monederos electrónicos autorizados por el SAT, hoy al mando de Antonio Martínez Dagnino, ni tampoco ha sido autorizada para desempeñarse como Fintech por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), presidida por Jesús de la Fuente Rodríguez. Así, se incumplen diversos artículos de la Ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera; pero como si dichos riesgos fueran poco, no pierda de vista que apenas en 2023 terminó la inhabilitación que el gobierno de Zapopan aplicó a Inntec por tres años, luego que concursó con cartas de recomendación apócrifas; a esto sume que la empresa de Héctor Anaya habría perdido luz verde del SAT debido a las anomalías presentadas, entre ellas, desaparecer el saldo de las tarjetas con que opera….
@juliopilotzi