Guanajuato salió del clóset/Gerardo A. Herrera Pérez
Guanajuato salió del clóset.
Gerardo A. Herrera Pérez.
En la posmodernidad, y no solo en ella, sino en las transmodernidad como expresa Enrique Dussel, se requiere de transitar a una nueva sociedad, que evite la opresión y colonización, de quienes viven en la llamada orientación sexual e identidad y expresión de rol de género diferente a la hegemónica. Por ello, se hace necesario, continuar una lucha fuerte y sostenida en nuestro país.
Pese a ello, y en medio de la crisis que vive el Estado de Guanajuato en materia de seguridad pública, y de las frecuentes violaciones a los derechos humanos, así como de la existencia de bandas delincuenciales, y la desaparición de personas y desplazados, se tomó la decisión controvertida de avanzar en los derechos de las comunidades disidentes sexuales, demandas que habían sido impulsadas desde muchos años atrás con el permanente choque ideológico desde la fe cristiana para negar sus derechos en las instituciones que son laicas pero que están permeadas por la religión.
Pese a ello, el Congreso del Estado de Guanajuato salió del Clóset en el que vivió atado a ideologías misóginas, machistas, clasistas racistas, homófobas y otras más que impedían que la llamada comunidad diversa sexual pudiera disfrutar de los pronunciamientos expresados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con relación al matrimonio entre personas del mismo sexo; situación que posicionaba a Guanajuato como una de las siete entidades que no había legislado en dicha materia por la presión ideológica desde la fe cristiana y otros grupos fácticos.
Por fin hoy, las y los diputados locales, dieron el sí al matrimonio igualitario, una esperanza de muchos años, añorado por diversos grupos y organizaciones de la sociedad civil que atienden el tema de la diversidad sexual; este día será recordado en todos aquellos municipios en donde se formalizaron los matrimonios por mandato de la SCJN, hoy ya no será más así, se ha regularizado el acto del matrimonio en la ley y con ello, avanza la progresividad de los derechos humanos en el estado de Guanajuato y sus 46 alcaldías.
Recordemos que Guanajuato esta rodeado por las entidades federativas donde ya se aprobó el matrimonio igualitario: Zacatecas recientemente, San Luis Potosí, Michoacán, Querétaro, Jalisco desde el mandato de la SCJN.
Es un avance significativo, porque el matrimonio da paso al concepto de familia, que es la célula social; pero recordemos que los activistas tendrán que construir nuevas agendas, sobre todo en aquellos lugares donde existe la progresividad de la norma.
Aunque, recordemos que, pese a la existencia de normas, de estructuras operativas y desde luego el diseño de política pública, la discriminación, la exclusión, la violencia y la opresión no se controla de la noche a la mañana, hay que hacer mucho trabajo para la deconstrucción de procesos culturales.
En este sentido, repasemos las acciones realizadas a nivel internacional que deben tener ya el impacto en México; durante estas dos décadas del siglo XXI, han sido al menos tres momentos en la toma de decisiones de la ONU, que han marcado el trabajo internacional a favor de las poblaciones LGBTTTIQ: en 2011, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, adopta resolución donde reconoce que existe violencia contra personas LGBTI, por lo que se pide a los estados miembros de la ONU, investiguen y deroguen normas que criminalicen la homosexualidad, y promulguen leyes para prevenir la discriminación; México cuenta ya con un esquema federal y local de 33 marcos jurídicos y en algunos casos las estructuras operativas y diseño de política pública, como Michoacán.
En 2013, el Alto Comisionado de Naciones Unidas de los Derechos Humanos, lanza campaña “Libres e iguales” para crear y desarrollar consciencia sobre no generar violencia, discriminación y otras violaciones a los DDHH a la población LGBTTTIQ. En tanto que, en 2015, se genera una declaración conjunta de 12 entidades de la ONU, quienes convocan a los Estados miembros a actuar urgentemente para acabar con la violencia y la discriminación contra los adultos, adolescentes y niños LGBTTIQ. “Nos sigue preocupando gravemente que, en todo el mundo, millones de personas LGBTTIQ, las que son percibidas como LGBTTTIQ y sus familias, sean víctimas de violaciones generalizadas de sus derechos humanos. Esta situación es alarmante y es por ello que deben tomarse medidas al respecto”.
Para la atención de la Agenda 2030 los ODS, se han realizado acuerdos en donde el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, será quien asuma el liderazgo de los esfuerzos para desarrollar un Índice de Inclusión LGBTTTIQ. El objetivo es y será durante los próximos años medir los resultados de desarrollo para el segmento de población LGBTTTIQ e informar políticas, programas e inversiones para fortalecer la inclusión de los derechos de quienes viven una orientación sexual diferente a la hegemónica o identidad y rol de género. El índice de inclusión contrae el compromiso de: 1.- una mayor participación política y cívica; 2.- educación; 3.- seguridad personal y violencia; 4.- bienestar económico.
En Michoacán, espero, lo deseo, se integré el índice de desarrollo e inclusión de la diversidad en el Plan Estatal de Desarrollo Integral 2021/2027.