Extravíos de los administradores
Caro le ha costado al Colegio Michoacano de Licenciados en Administración (Comla) elegir a representantes más interesados en la política que en profesionalización del gremio ya que, no tiene influencia alguna en la academia, en los organismos empresariales, menos en la vida pública de la entidad.
No se puede decir que, literalmente están en la calle porque, aunque prestado, tienen un edificio en el Centro Histórico ya que, luego de 44 años de haberse fundado, no han logrado una sede propia y no como oficinas para su consejo directivo sino como un espacio al puedan acudir los administradores a profesionalizarse porque se descuidó el cobro de la membresía.
Pero sí están en la calle porque es un colegiado prácticamente desconocido que, en lugar de crecer, ha ido perdiendo membresía, aunque no cuentan con un padrón actualizado, pero se estima en unos 350 agremiados que, al menos en el último año, han sido ignorados ya que no fueron convocados a ninguna actividad y aunque se sabe que el Consejo Directivo se reúne eventualmente no informa sobre los asuntos de interés para el gremio.
Ahí está su página web y sus redes sociales en las que la única información de interés es la convocatoria para la renovación del Consejo el próximo jueves o el anuncio de un encuentro internacional de la región amazónica de la Organización Latinoamericana de Administración (OLA), entre una que otra efeméride.
Teóricamente son parte de la OLA, un organismo internacional que constantemente organiza cursos y congresos en otros países, pero ese vínculo no es aprovechado para compartir ideas, intercambiar experiencias o compartir casos de éxito, más que a nivel personal porque como colegiado no se ha tomado en serio.
Desvinculados de la academia
Los administradores michoacanos no tienen influencia alguna en la academia y es una de las pocas carreras que no ha reformado su plan de estudios a las necesidades empresariales y, cuando los estudiantes egresan, lo aprendido en las aulas no corresponde al mercado laboral que le están comiendo otros profesionistas porque el plan de estudios tampoco se ha actualizado y siguen aprendiendo lo mismo que hace 30 años.
Por ejemplo, un psicólogo ahora puede hacer trabajo de contratación de personal que antes era tarea de un administrador, los mercadólogos presentan propuestas para la digitalización de las empresas o los ingenieros industriales hacen trabajos administrativos, mientras los administradores no tienen empleo.
Sin embargo, la carrera de Administración es la segunda con mayor demanda a nivel nacional, luego de Derecho, con un millón 234 mil 436 profesionistas, de acuerdo con el ranking del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), con datos de 2023 y prácticamente todas las universidad en Michoacán la ofertan.
Y no es porque sean los mejor pagados ya que la media nacional es de 20 mil pesos mensuales, pero en la entidad, los empresarios quieren pagarles seis mil porque sus conocimientos no son valorados ya que hasta ahora nadie les ha dicho que los administradores son quienes los pueden llevar al éxito a sus micro, pequeñas o grandes empresas.
Uno de los problemas es que al haber tantos administradores y poca demanda porque después de la pandemia se perdieron muchos unidades económicas, muchos empleos, muchos negocios cerraron y las oportunidades de empleo disminuyeron y a como está la situación se acepta cualquier salario que no rebasa el mínimo profesional, aunque no es un problema exclusivo de los administradores sino de muchos otros profesionistas.
En consecuencia, también están desvinculados del sector empresarial, no tienen convenios con la Coparmex, la Canacintra o la Canaco porque no tienen nada que ofrecer a estos sectores, razón por la que les urge retomar la parte académica, profesionalizarse, actualizarse, capacitarse para conformar a los mejores administradores.
A partir de ahí se podrán presentar con los sectores productivos para hacerse cargo de la administración o para la capacitación y actualización de sus trabajadores, servir como filtro para la contratación de personal y sobre todo con la confianza de que están respaldados por un Colegio ya que manejan información sensible que no puede estar en manos de cualquiera.
Zarandeada electiva
Uno de los vicios en la elección de los representantes del Comla había sido que, por tradición, el primer secretario conformaba una planilla y subía a presidente, pero en esta ocasión no ocurrió así, la primera secretaria, América Ivonne Zamora Torres, se hizo a un lado, lo que alentó al segundo secretario Bryan Ramírez a ocupar el cargo para el periodo 2024-2027.
Sin embargo, parece que optó por retirarse o no logró cubrir los requisitos, como el respaldo de al menos el 10 por ciento de la membresía, al menos hasta el viernes pasado, como sí lo hicieron los integrantes de la planilla Troya que encabeza Alberto Ochoa Barajas y andan promoviendo su plan de trabajo.
Este lunes se cierra el registro de planillas y la elección se llevará a cabo el próximo jueves, en primera convocatoria con el 50 por ciento más uno de los miembros del colegio, cuyo padrón actualizado deberá entregar el presidente previamente y, en segunda convocatoria con los afiliados presentes.
Aún cuando se registren otras planillas será difícil que alcancen a los troyanos que, de acuerdo con su plan de trabajo pretenden olvidarse de la política y, como un primer paso enfocarse en la academia, la profesionalización y actualización del gremio para poder hacer lo que teóricamente conocen: generar riqueza.