El Evangelio Hoy/Mateo Calvillo Paz
LA FE PRECIOSA
DE MADRE ANGUSTIADA
Dios es infinitamente grande, rico y poderoso, el más pobre, con fe, puede alcanzar la ayuda en las necesidades imposibles.
En tu vida. Juan vive en el Valle de Apatzingán. Ha visto la muerte de muchos hermanos al lado de su casa, en la calle. Ve como mata el criminal.
La policía, piensa, no sirve para nada, nadie los defiende. Muy en el fondo de su alma tiene miedo, como todos los pobres de su tierra.
Dios habla. La existencia humana es muy frágil, quebradiza, mortal.
Muchos males nos aquejan: la pobreza, el hambre, la falta de dinero para estudiar…. Pero es más, en muchos males se asoma terrible la muerte.
La mayoría de los hombres de todos los tiempos es pobre y no tiene recursos para comer, curar sus enfermedades.
A los poderosos del poder y dinero, normalmente no les importa, son egoístas, ambiciosos, mentirosos y sólo buscan hacer fortuna y gozar de todos los placeres.
Cuando se ve atacado por los criminales el pobre está sólo. Nadie impone el orden y la seguridad en la vida de todos los días.
Cuando es atacada en su persona por los asesinos nadie los defiende, lo mismo cuando es asaltado, despojado de sus bienes.
Cuando se enferma no tiene dinero para los médicos, hospitales, medicamentos, todo es tan caro, inalcanzable.
Las atenciones del sector público de salud son tan complicadas, tan tardadas, inoperantes. Muchas veces se mueres antes que se llegue la cita con el médico.
Cristo vino a traernos la ternura de Dios que es más rico, poderoso que el gobierno y todos sus burócratas.
Tiene su palabra y el poder de curar instantánea, milagrosamente de las enfermedades incurables.
La hija de la señora cananea iba a morir. Yo adivino que no tenía otro recurso ya, de manera que se ve obligada a acudir a Jesús y pedirle un milagro.
No le queda otra salida por eso saca su fe con sus grandes características: es audaz, está segura, es humilde e insistente.
Enfrenta la negativa del milagro. Aguanta el desprecio por no ser judía. Quiere como los perritos, alcanzar las migajas de todos los regalos que Dios tiene para su pueblo.
Dios tiene para todos, para los que están muy cerca, en la Iglesia, en misa, cerca de Dios como dicen.
También tiene sus dones para los alejados: que no vienen a misa, que viven alejados de la Palabra de Dios y de la comunidad, que no están casados, que andan en las adicciones….
Esta disposición de Dios es definitiva en Jesucristo, en un principio vino a las ovejas de la casa de Israel, a los judíos, de los que se preocupa tanto Pablo para que dejen el rechazo de la salvación y vuelvan a Dios.
Esa apertura del corazón de Dios, su amor por todos los hombres de la tierra está ya manifiesta en el libro de Isaías:
A Todos “los conduciré hasta mi monte santo, los llenaré de alegría en mi casa de oración…. Porque mi casa será casa de oración para todos los pueblos.
Le decimos a Dios en la oración “has preparado bienes invisibles para los que te aman…”
Con la confianza de hijos amados podemos acercarnos a Cristo en las más graves necesidades. Los asuntos se solucionan primero con Dios.
Las enfermedades graves y terminales se sanan con Dios. Primero hay que acercarse al mesías. “Señor, hijo de David, ten compasión de mí”, mi enfermo se muere.
Hay que insistir a pesar del silencio aparente de Dios, a pesar de que parece que no quiere hacernos casos.
Cuando pongas toda tu confianza en Dios y le insistas con humildad y confianza, él te concederá el milagro, así la persona haya muerto o la enfermedad sea incurable.
Aprende la lección de amor de la Palabra de Dios, él te ama y quiere darte vida, salud, tranquilidad. Ten fe, puedes confiar, Dios escucha y atiende a los pobres, no es como los hombres.
Vive intensamente. En tus angustias, cuando todos te falle y el mal parece que te aplasta, acércate a Cristo, el salvador.
Para platicar en familia. En familia tienes muchos problemas, la situación te puede aplastar, con ellos acércate a Dios, él los salva.