Entre la guerra y paz, 22 años después
22 años después, entre la guerra y Paz.
Gerardo A. Herrera Pérez
Los primeros 22 años del siglo XXI, nos siguen planteando retos para enfrentarlos como sociedad, en familia, en comunidad, como Estado: hoy continuamos observando en el mundo una permanente violencia, militarismo, armas nucleares, conflicto global, cooperación, derechos humanos, represión, sexismo, movimientos globales y cambio social, además, crisis en la seguridad, justicia económica, conflictos étnicos, proliferación nuclear, amenaza nuclear, violencia cultural y simbólica, el norte global, el sur global y sus diferencias de resolver conflictos, la globalidad de la droga, de la venta de armas, la trata de personas, el capitalismo gore y desde luego, el papel de las organizaciones como la ONU, la OEA y de las organizaciones transnacionales (como Amnistía Internacional, ILGA, Derechos Humanos).
Temas a los que hay que añadir: transdisciplinariedad, globalización, transculturalismo, patriarcado, medio ambiente, crisis del conocimiento, sentido global de la ciudadanía (somos seres tridimensionales, individuales, colectivos y planetarios por ser género humano), participación, responsabilidad social, conflicto, transformación, nuevas perspectivas epistemológicas, posmodernidad, empoderamiento, ciencia y tecnología para la paz, paz y sociedad civil, visiones de futuros posibles y deseables, Cultura de paz y Derecho Humano, libertades y dignidad humana.
Escucho en mi ir y venir de las zonas urbanas (Morelia, Zitácuaro, Lázaro Cárdenas, Uruapan, Zamora, Jacona, Maravatío), en las zonas rurales y en los pueblos en los que doy formación sobre modelo dialógico que se utiliza el concepto de la Paz, los derechos humanos, la justicia, incluso la justicia social, pero algo que se repite insistentemente es la Paz, todos, todas, todes quieren la Paz, como si por si solo el concepto pudiera hacer cambiar el estado de cosas que vivimos; existen más homicidios dolosos o culposos que en la guerra, es decir, en sentido estricto también por el número de homicidios, vivimos en guerra, por lo que me parece fundamental que la Paz la dejemos de tomar como un relato, necesitamos de una teoría para saber que rumbo debemos tomar como humanidad planetaria. No es solo saber que hago aquí como humanidad, sino que hago para el planeta desde mi mismidad.
Institutos, Universidad, y un sinfín de contenidos temáticos en revistas, periódicos, textos son abordados desde la Paz, con la Paz y por la Paz; expertos en el tema como Johan Galtung, Francisco Jiménez, Kelly, entre otros, nos permiten darnos a la tarea de conocer el estado del arte en que se encuentran las reflexiones teóricas sobre el tema.
Por ejemplo, Johan Galtung, nos ofrece la teoría de la violencia, el conflicto, que resume en una propuesta de ver a la Paz, no como solo ausencia de la violencia, sino la capacidad de resolver los conflictos desde la equidad de género.
Para Francisco Jiménez, la Paz debe tener una epistemología construida desde la antropología, desde la complejidad, para la construcción de la transculturalidad,que facilite el darnos cuenta de la importancia de trabajar desde la diversidad de las culturas.
Esta posición nos lleva ha interconectar las estructuras sociales, la infraestructura y la superestructura con las posiciones de la violencia y la Paz, de tal suerte que la violencia directa o física que se ve, con respecto a la violencia estructural y cultural que no se ve, debe asociarse a la paz positiva, la paz negativa y la paz neutra. Así el giro de la Paz como ausencia de violencia, da sentido en una revisión antropológica para la comprensión de las violencias y de las paces de conformidad de construir alternativas de atención a los conflictos.
Así la cultura de la Paz, en el devenir de la transculturalidad, permite situar a todas las culturas en un mismo nivel y pretende crear valores transversales universales de empatía, tolerancia, diferencia y solidaridad. Así se puede comprender la Paz transcultural como una Paz universal que integra conocimientos, valores y principios pacifistas que sean entendidos y asimilados por todas las culturas.
Visto así derivaríamos el antropocentrismo jerárquico e incompatible con la empatía, la tolerancia, el reconocimiento de la diferencia y la solidaridad, aspectos que están en la cúspide de la cultura de la Paz.
En próximos días, estaremos dictando una conferencia sobre: “Paz y Violencia”, en donde compartiremos la epistemología de la Paz, el origen de la violencia y la Paz, la propuesta antropológica de la Paz, es decir, la Paz transcultural y algunas consideraciones como precisar los modelos de violencia de Galtung, Segato, Kelly, Jiménez, todo en el marco de la Paz y desde el ánimo de construir modelos sociales de Paz en las comunidades, en los espacios públicos y privados para mejorar nuestra condición humana.