Elecciones 2021: el desafío cultural...
La siguiente administración pública estatal no lo va a tener fácil en materia de política cultural. Heredará una serie de situaciones que datan de varios lustros. Y si a esto se le suma la condición que ha dejado en todos los sectores, incluido el de la cultura y las artes, la crisis de la pandemia y su consiguiente declive económico, será operar con el viento en contra.
Uno de los principales desafíos vendrá de inmediato con el presupuesto asignado para el siguiente año fiscal, lo cual compromete el actuar de la Secretaría de Cultura. El Presupuesto de Engresos para el Ejercicio Fiscal 2022, se aprobará por el Congreso del Estado, como suele hacerse, los últimos días del 2021, lo que va a significar, en el mejor de los casos, que el nuevo titular de esta dependencia lo va a tener que elaborar sin conocer a profundidad las necesidades de una oficina a la cual acaba de llegar.
Tendrá hasta el 21 de noviembre para entregar su propuesta, y aunque hay un equipo de transición que entre sus atribuciones se encuentra conocer las necesidades del área, no es igual si ya se conoce el trabajo en la dependencia.
También puede suceder que la administración saliente entregue un paquete de necesidades al equipo de transición del gobernador electo, aún así el nuevo secretario llegará al cargo por instrumentos, y le tocará operar una oficina por lo menos tres meses del año que finaliza y hasta que se entregue el recurso de 2022.
Otro punto de fricción podría resultar de la relación entre la entidad federal y la propia administración estatal, en términos de cultura. Para la llegada de la actual administración federal se hicieron cambios importantes en cuanto al manejo de recursos; hoy por hoy la designación de recursos federales para las entidades en cuestión de cultura, pasa directamente por la Secretaría de Cultura federal y su titular, Alejandra Frausto.
De esto depende de alguna manera el poder negociar cuestiones como los recursos para los festivales. La convocatoria del PROFEST, que depende de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, y que elabora la Dirección General de Promoción y Festivales Culturales, encontró algunas situaciones irregulares en el 2019, lo cual estuvo cerca de dejar sin apoyo a festivales importantes de Michoacán como el de Música de Morelia (FMM) e Internacional de Cine de Morelia (FICM).
El argumento fue que había deudas mantenidas por las administraciones, tanto estatal como municipal, ya que en el caso del FMM, este festival buscó al ayuntamiento de la capital michoacana como institución convocante, y fue rechazado el apoyo en una primera instancia.
Las deudas que mantiene la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) con artistas, será otra de las herencias para la siguiente administración. Las deudas provienen en su mayoría de administraciones pasadas a la de Silvano Aureoles, sin embargo poco se ha resuelto y se ha ido arrastrando el tema.
Ya no es facultad de la propia Secum el realizar los pagos, sobre todo porque muchos de ellos provienen de años como el 2010 o 2012. Corresponde a la Secretaría de Finanzas y Administración ( SFA) del estado. Aún así, para los artistas es una deuda que no se ha podido saldar y que se fijó con la oficina de Cultura, la cual durante este sexenio ha sido tomada algunas veces como medida de presión.
Aunque el Museo del Estado ya ha tenido eventos desde el 2019, no está completa su restauración, la cual inició a mediados del 2016 y en su momento se dijo tardaría cinco meses en concluirse. Falta el proyecto museográfico, lo que implica por lo menos unos 30 millones de pesos, ya que se quiere modernizar y que se convierta en uno de los mejores museos del país en su tipo.
El compromiso de la actual administración es dejar este asunto resuelto antes de irse, lo mismo que se ha dicho con respecto al teatro Mariano Matamoros, que debió haber sido inaugurado hace 10 años.
Los grupos artísticos de la entidad, en su mayoría independientes, han buscado un acercamiento con la Secum, de quien sienten un alejamiento y poca identificación con las políticas culturales. Esto puede representar una oportunidad para la siguiente administración, al buscar impulsar a los colectivos, grupos, foros y artistas del estado, y fungir como un eje para el fomento y desarrollo de las actividades artísticas y culturales en Michoacán.