El reverso de la moneda

El gigante zapoteco que Inspira la renovación judicial.
Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz”. Benito Juárez. -El Alba de un Hombre de leyes.
Un 21 de marzo de 1806, en el corazón de San Pablo Guelatao, situado en la intendencia de Oaxaca, dentro del virreinato de la Nueva España, vio la luz Benito Pablo Juárez García, el más universal de los oaxaqueños. Aquel día el equinoccio, cuando el Sol está directamente sobre el ecuador terrestre y los días y las noches tienen aproximadamente la misma duración en todo el mundo (unas doce horas), con su perfecto equilibrio de luz y oscuridad, nos revelaba un presagio: Benito dedicaría su vida a buscar esa armonía cósmica, guiado por la balanza de la justicia.
En su amado pueblo, ahora Guelatao de Juárez, el orgullo palpita por su Licenciado. No solo fue el único presidente indígena en América Latina durante el siglo XIX, sino también el heredero del pueblo de las nubes, que presidido la Suprema Corte de Justicia de México.
Forjando la Nación: El Legado
Junto con otros titanes del liberalismo, Melchor Ocampo, Mariano Otero y Lerdo de Tejada, entre otros, Benito Pablo cimentó las bases del actual estado mexicano. Con manos firmes, construyeron el andamiaje jurídico e institucional que nos legó un nación soberana e independiente.
Entre sus leyes destacan: la separación Iglesia - Estado, la libertad de culto, la nacionalización de bienes del clero, la creación de tribunales civiles y el registro civil.
Gracias a ellos, el poder judicial se renovó, superando al primigenio tribunal de Ario de Rosales, donde el martes 7 de marzo de 1815, el gran Morelos estableció el Supremo Tribunal de Justicia de la América Mexicana, el primer tribunal del México libre.
Como la vida misma, este poder, pilar del estado mexicano, se transformó, adaptándose a los tiempos. Paso más de un siglo en que se presentaron reformas, nuevos constituyentes, y cartas magnas que establecieron nuestros derechos y rigieron nuestro destino. Destacando la Constitución de 1917, referente mundial en cuanto a derechos sociales.
El Contrato Social y la Importancia de la Justicia
El ser humano es social por naturaleza. Las leyes facilitan el vivir en sociedad, sin leyes y su correcta aplicación, la sociedad viviría en un tremendo caos.
Rousseau, Locke y Hobbes nos legaron la teoría del contrato social: “Que los individuos acuerdan ceder parte de su libertad para vivir en sociedad y bajo un gobierno”. Pero la libertad es un valioso tesoro, no se intercambia por instituciones mediocres ni gobiernos ausentes.
Uno de los grandes pendientes que el actual poder judicial dejo sin resolver, y que es el causante de muchos de los males en nuestro país, es la impunidad, este cáncer, debe ser extirpado de nuestra nación ya que es la sombra de la corrupción.
Necesitamos instituciones sólidas y confiables, guardianes de derechos humanos que cumplan el anhelo del pueblo: justicia.
El Poder Judicial Hoy: Entre la Esperanza y el Desafío
Hoy, el poder judicial se encuentra en una encrucijada, está nuevamente en un proceso de transformación. Juristas, abogados y expertos en leyes están llamados a renovarlo, a responder a las exigencias de la población.
Su misión, en teoría, es clara: ser un poder cercano al pueblo, interpretar las leyes, resolver conflictos y proteger los derechos humanos.
El 1 de junio de 2025, la historia se escribirá con tinta indeleble. Por primera vez, elegiremos por voto popular a 881 representantes del poder judicial federal, incluyendo 9 ministras o ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Magistrados de la sala superior, de las salas regionales, de circuito, y del tribunal de disciplina judicial, además de jueces de distrito.
Se inscribieron tan solo en el comité de selección del poder ejecutivo 18,447 personas, interesadas en participar en la elección para los diferentes cargos, de los cuales al final 4,097 candidatos resultaron finalistas.
Existe aún mucha polarización en cuanto a esta elección. Muchos en contra y muchos otros a favor. El proceso de la elección no es claro para la mayoría de la población, que aún no siente el llamado a participar.
Es importante comprender: los elegidos serán los guardianes de la justicia, protectores de nuestros derechos, arquitectos de un nuevo poder judicial que inspire la confianza de los ciudadanos.
Las campañas inician el 30 de marzo y finalizarán el 28 de mayo de 2025. 60 días de campañas y 3 días de veda electoral y reflexión. Al final el 1 de junio, se instalarán 84,000 centros de votación.
Se imprimirán 600 millones de boletas tan solo para la elección judicial federal, más las estatales. Y una peculiaridad: la autoridad electoral contara los votos, no el pueblo como estamos acostumbrados.
Los días venideros serán un torbellino de propuestas, nombres y propaganda. Un maremoto de politiquería. Pero recordemos: el poder judicial es fundamental para el desarrollo de nuestra vida diaria. Informémonos y salgamos a votar, ejerzamos este derecho.
El Legado de Juárez: Un Modelo a Seguir
El Benemérito de las Américas, gigante de 1.37 metros, bilingüe pastor de ovejas, prisionero y exiliado, masón defensor de indígenas, que además estabilizo al país después de una traumatizante guerra, deberá ser el modelo a seguir, para los que aspiran a conformar el nuevo poder judicial. Su compromiso con la justicia deberá ser una guía y tenerlo presente en todo su actuar.
Que nadie los doblegue, que velen por el bienestar de la población, la justicia y la soberanía de la nación. Que sean inamovibles en sus valores y convicciones, que las presiones que atenten contra su rectitud, les hagan lo que el viento le hizo a Juárez.
Por Sergio Iván Ávalos Rubio | Experto en gobierno y asuntos públicos.