El PVEM en el sur del país

Su paso por la gubernatura en un periodo importante, le permitió al partido Verde consolidarse como una fuerza política en Chiapas. Ganó presencia y simpatía. Asimismo, eso le posibilitó continuar estableciendo alianzas claves en ejercicios electorales que, por último, han sumado una significativa proporción de votos. En pocas palabras, el PVEM se mantuvo, durante un tiempo largo, como el partido dominante en el sur del país
Digamos que, la correlación de fuerzas y el efecto que jaló Morena en aquella entidad, le arrebató parte importante de la base de apoyo y, de paso, el voto duro. Desde ese entonces, el partido verde pasó de ser una fuerza hegemónica, a una estructura que ha jugado un papel clave para la alternancia, aunque ya no con la misma inercia de aquel peso llamativo. El problema de este asunto radica en la presencia de las circunstancias en el plano político, especialmente en el mapa nacional. En este contexto, el lopezobradorismo ha sentado las bases y, debido a ello, el verde se ha sujetado a las reglas que se fijen para los puestos de elección popular.
El mismo Manuel Velasco, en entrevista, admitió que el verde no lleva mano para la entidad federativa de Chiapas. De cierta forma, quien fuera aspirante a la coordinación aceptó, con otras palabras, que la correlación de fuerzas se ha trasladado a otra trinchera. De hecho, han brotado nuevos cuadros y liderazgos de peso que, para las elecciones venideras, están jalando a la mayoría de la población civil. Además de ello, es la política de transformación que encabeza el presidente la que abraza la sociedad. Es así como las encuestas de opinión han manifestado, con las ponderaciones, el momento que vive cada partido político.
Morena, por ejemplo, está muy por encima de la intención del voto del verde en un escenario posible de no construir una alianza. Esto tendría un costo político muy elevado para el PVEM, lo que significa que, para la elección, sería un fracaso y, de paso, los daños colaterales lo dejarían muy mal parado con la población civil. Por lo tanto, el partido Verde se tendrá que sujetar a la decisión que salga de una encuesta que lleve a cabo el CEN del partido guinda. He ahí el punto clave de este proceso que está en puerta. Se sabe que, a finales del mes de octubre, se tendrá el resultado después de que se levanten los cuestionarios de reconocimiento para quienes lleguen a la cita final.
Como sabemos, hay solo cuatro perfiles designados por los Consejeros Estatales, sin embargo, habrá, por lo menos, otras dos propuestas que designará la Comisión Nacional de Encuestas. De hecho, todas las encuestas de opinión pública colocan a Eduardo Ramírez, coordinador de los senadores de Morena, como el favorito de la población civil. Él, en ese sentido, optó por la vía del reconocimiento. Es decir, se sujetará al termómetro social de la mayoría de chiapanecos que, al fin y al cabo, es el mejor juez para definir la voluntad del pueblo.
Y Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política, tiene a su favor no solamente el tema de las encuestas que se han divulgado, sino la aceptación de la inmensa mayoría de sectores en Chiapas. Siendo el mayor activo de la actualidad, el escenario es muy propicio para él. Esto, a la vez, es una tranquilidad para encarar el levantamiento de los cuestionarios de reconocimiento que, de pies a cabeza, domina el Jaguar.
A propósito, desde el patio del Federalismo, Eduardo Ramírez habló del primer paso que dieron en Chiapas. Y, como una prueba de apertura a la participación democrática, decidió no recibir el apoyo de la mayoría de delegados y, gracias a esa determinación, abrió el compás para hacer posible que más aspirantes se midan al criterio que aplica el CEN. Eso se llama pluralidad y altura de miras para construir la unidad que se requiere para refrendar la victoria en aquella entidad del sur del país. De este modo, el presidente de la Junta de Coordinación Política teje fino y, de paso, allana más el camino para llegar con mayor fuerza y respaldo popular, pues con gestos como este, influye en la participación de una cultura que profundiza el consenso para dar lugar a la equidad.
Y como el pueblo tomará de decisión mediante el escrutinio público, todas las direcciones apuntan a Eduardo Ramírez, líder de Morena en el Senado. Cuando se habla de eso, fue algo similar a lo que pasó con Claudia Sheinbaum. Es decir, la encuesta final que levante el partido será un mecanismo para confirmar la decisión que tomó la mayoría, por tanto, hay un virtual abanderado del lopezobradorismo que- desde hace meses- sujeta en sus manos esa nominación que saldrá a la luz pública a finales de octubre en Chiapas.