El pueblo de México tiene en la mano su destino en 2025
Terminó un 2024 cargado de los desastres por el cambio climático anunciados largamente sin que puedan se quiera combatir sus causas porque son condición para que funcione este sistema basado en la explotación sin límite de la fuerza de trabajo y de los recursos naturales en la búsqueda de mayores ganancias para las minorías que controlan la economía mundial creando una concentración obscena de riqueza en medio de la extrema pobreza de miles de millones de personas.
Igualmente, este 2024 el genocidio israelí contra el Pueblo Palestino y la confrontación armada de las potencias occidentales contra Rusia han evidenciado que la vida humana no significa nada para quienes gobiernan con la prioridad del negocio de las armas. Más de 800 bases militares de EEUU y la provocación de guerras con la falsa bandera de la democracia tiene al mundo en el límite de la guerra nuclear.
Es evidente que el acelerado desarrollo de la ciencia y la tecnología tal como avanza en EEUU y en los países occidentales comandados por las corporaciones tecnológicas, se somete al interés guerrerista de las oligarquías y al enriquecimiento sin límite de unos cuantos magnates como los que integran ya el gabinete del próximo inquilino de la Casa Blanca. Lejos de actuar contra las causas del cambio climático lo aceleran y lejos de servir a la paz y convivencia internacional, se empeñan en profundizar y perpetuar las guerras y masacres contra los pueblos.
En México, se resiente la agudización de la agresión norteamericana; no sólo por las declaraciones desquiciadas de Trump que amenaza con toda clase de agresiones económicas y aún militares contra nuestro país usando a la población migrante como chivo expiatorio, sino porque en su declinación y crisis, quienes dirigen a esa nación -sin importar si son de uno u otro partido- creen que su destino es permanecer como el único y mayor poder mundial a costa de la vida de miles de millones viéndolos igual que Hitler, como irrelevantes y perdedores, por eso, sólo en 2024 expulsaron de ese país a casi 200 mil migrantes y aún no llega el que promete romper todos los récords al respecto.
Hay que felicitarse que a tiempo, el Pueblo de México se sacudió los regímenes depredadores y corruptos del neoliberalismo quienes postraron al país ante cualquiera que llegara a la Casa Blanca. La ratificación contundente el 2 de junio pasado para continuar con la 4T con el liderazgo de una mujer como Claudia, nos permite tener la seguridad que este país saldrá adelante. Recientemente lo ratificó: la economía tiene la solidez necesaria para sortear las presiones del vecino y para lo que venga, contamos con un Pueblo echado para adelante, defensor de nuestra soberanía y libertad.
La Historia enseña claramente que nada es inexorable y fatal. Se levanta siempre, como fuerza principal en el destino de las naciones, la voluntad de sus pueblos y la voluntad del Pueblo de México es ser libre y alcanzar la paz fincada en la justicia social. Ya no estamos en el siglo XIX ni en la época de la Revolución cuando los imperios y especialmente el del norte, pudieron invadir y despojar a México por la fuerza bruta.
También lo han dicho AMLO y Claudia: la unidad y fuerza mayoritaria de este Pueblo prevalecerá sobre las nuevas amenazas, pero, el objetivo no es sólo derrotar al asedio externo, sino profundizar lo que ya empezó: construir un México para todas y todos.
Dado lo anterior, hay motivos más que suficientes para ver el 2025 con optimismo. En medio de las tempestades de las guerras y la agresión sin límites contra la población indefensa de diversos países, México se levanta como un bastión de dignidad y defensa de los derechos humanos universales con una postura de solidaridad activa. En América Latina, nuestra Patria Grande, hay un sentido de pertenencia y compromiso que se manifiestan en casos como el de Bolivia, Ecuador y recientemente el de Panamá amenazado de manera grosera e irresponsable por Trump.
Sin distinción ideológica, política o de cualquier tipo, deseamos a todas y todos que en el 2025 podamos pensar y actuar con sentido colaborativo y de preocupación por el otro; eso es lo mejor que nos ha dado la vida colectiva durante millones de años de evolución y nos ha permitido llegar hasta aquí.
Podemos hacer de este planeta un espacio sostenible y digno para todas y todos. Hagamos que la inteligencia natural y artificial sirvan para eso.