El Plan Morelos
¿Plan o intención? ¡Administrar la pobreza!
El domingo 20 de agosto en el monumental Estadio Morelos, Alfredo Ramírez Bedolla organizó una concentración de masas. Fue sin lugar a dudas un acto concurrido, espectacular, una manifestación de fuerza política.
No debe extrañarnos que los gobernantes y los políticos usen los instrumentos de la política para manifestar su ideas y propuestas. También los gobernantes tienen derecho a hacerlo en la acepción de que la política es el arte de intentar un poco más de lo posible, para practicar esa suprema expresión cultural del ser humano que es la política.
Las fotos aéreas, los drones muestran un hermoso espectáculo, la fuerza y el potencial de un poco más de 50 mil morenos y algunos aliados. El anuncio de la concentración generó tantas dudas como expectativas, especulación ¿Qué se trae Alfredo? ¿Con que nos van a salir? La dirección del PRI se pronunció en contra en un buen ejercicio de su papel de oposición por boca de la diputada Adriana Hernández. Otros por el estilo. La dirección estatal de morena en su papel de correa de trasmisión de la voluntad del Gobernador y del Gobierno.
Algunos “referentes” de morena (Así se autodenominan las tribus) abiertamente se opusieron criticaron con severidad la concentración. El poder afín al partido en el poder se movilizó y movilizó. Algunas son expresiones anticipadas de las ilusiones electorales. Bien a bien nadie sabía a ciencia cierta a que venía, pero vinieron y esto es importante registrarlo.
Pues bien. Parieron los montes. Alfredo engallado leyó un discurso que amerita lectura, estudio, y una verdadera discusión sobre Michoacán, la Cuarta Transformación, eso que llaman la 4ª República y el Plan Morelos.
El Plan Morelos no es propiamente un plan político con objetivos, líneas, preferencias y prioridades; ni mucho menos con la asignación y las fuentes de recursos.
El Gobernador nos propone un debate intenso sobre lo que ha de ser la Cuarta República y el papel de Michoacán como generador de la nueva revolución.
“Todos los derechos para el pueblo de Michoacán” y especialmente una nueva Constitución.
Primero que nada, me pongo el saco. Soy uno de quienes han sostenido que la administración actual está administrando la pobreza con relativa eficacia y la idea de un presupuesto inercial. Cierto han logrado estabilizar la situación financiera lo que no quiere decir finanzas sanas pues la dependencia de aportaciones, participaciones e inversiones especiales del gobierno Federal es absoluta, los ingresos propios representas el 4% del PE y el nivel de la deuda pública bancarizada y contingente es de casi 60 mil millones de pesos.
El gobierno federal absorbió los costos de la educación y de los servicios de salud y sin embargo, en Michoacán no hay ninguna inversión de alto impacto social, productivo y político. La federación no acepta el pago de los servicios ambientales que Michoacán presta y que se de traducir en inversión en las inmensas fábricas de agua y de oxígeno que son nuestros bosques.
Además, vemos pasar la riqueza que producen los campos en aguacate, limón, Guayaba y hortalizas; festejamos el nivel de las exportaciones y lo único que recibimos de todo eso es la depredación de nuestros bosques y las ahora devaluadas remesas en casi 20% por el denominado “peso fuerte” que beneficia al capital financiero y demerita a todo el estado y al país.
“Nuestra misión dice Alfredo es generar un debate plural e incluyente que impulse reformas y cambios profundos, jurídicos y administrativos mediante leyes y modelos basados en las necesidades actuales”
Por supuesto. Hay que tomarle la palabra. Hacer de Michoacán un gran escenario de debate.
El problema es cómo crear un ambiente de unidad en la diversidad. Es imprescindible construir consensos y unidad. Hoy con la actual correlación de fuerzas con los métodos y el estilo prevalente de gobernar apenas dan para aprobar leyecitas y acuerdos, exhortos que van a dar al cesto de la basura; iniciativas que abortan sobre el tema de la unidad para la seguridad y la paz democrática…
Para que “MICHOACÁN” le pueda proponer al país el tránsito hacia la Cuarta República…hace falta una política de unidad en la diversidad. Primero que nada, la unidad en el partido gobernante; inclusión de las corrientes disidentes, programa de gobierno de concertación democrática.
Para hacer de Michoacán la génesis del denominado Plan Morelos empecemos por la casa propia. Pronto se conmemoran y el discurso de Alfredo lo resalta los 200 años de la Primera Constitución Federal de 1824 en cuya elaboración y condiciones de factibilidad Michoacán desempeñó un papel central. ¿Qué vamos a hacer? La JUCOPO del Congreso del Estado está obligado a publicar ya el programa y los recursos para hacer de la conmemoración del bicentenario un magno proceso político, cívico y cultural de memoria y de transformación…
¿Una nueva Constitución del Estado? Perfecto urgiría un proyecto unitario. Con la actual relación de fuerzas los diputados no pueden aprobar leyes que requieren mayoría calificada. Y un Congreso Constituyente debe ser convocado expresamente desde la elección de los diputados a partir de un acuerdo en lo fundamental
¡Viva la política! ¡Viva el disenso!
Vamos a contemplar y a participar activamente en este gran debate, pero sobre todo el proceso de organización que implicaría hacer de cada sección electoral un espacio para la deliberación en el camino de devolver el poder al pueblo que no es otra cosa que hacer efectiva la soberanía popular…
Ojalá y las fuerzas políticas y sociales le tomas la palabra al Gobernador Bedolla quien ya mandó hacer hasta su peluche…Michoacán ya no aguanta más de lo mismo…
He leído con agrado el discurso de Alfredo Ramírez Bedolla. Me gustó el acto en el Morelos y espero rectificación en el estilo y en sus formas de gobernar.